SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Winston Rizik Rodríguez, más conocido como El Gallero, no es un hombre de plegarse fácilmente.
Fue apresado en Puerto Rico, por narcotráfico, de donde se fugó, estuvo preso 5 años en la cárcel de Najayo, de donde salió más millonario de lo que era, tanto que era quien cobraba entre 3 y 5 mil pesos a los familiares de los presos que querían entrar sin ser revisados.
Mantiene una batalla de vida o muerte con Pascual Cabrera. Se atribuye el asesinato de Moncho Henriquez, ex jefe del servicio secreto de la Policía a Cabrera, a la disputa con el mismo Rizik, quien consideraba a Moncho como un padre.
Contra Rizik se dictaron medidas de coerción, tras las imputaciones que le formula el ministerio público de que es narcotraficante, lavador de activos, dueño de armas de manera ilegal, y de que es una persona extremadamente peligrosa.
Varias veces ha sido incriminado, ha ido a la cárcel, le han incautado pocos bienes, pero la lista de sus andanzas son de película.
En una partida de dados le ganó 3 millones de pesos a Juan de los Santos, el alcalde de Santo Domingo Este y dirigente notable del PLD, más conocido como Juancito Sport. En varias partidas de dados le ganó 30 millones de pesos a Mimilo Jiménez, hijo del ex general Ramón Emilio Jiménez (Milo).
Winston Rizik Rodríguez, El Gallero, es un hombre de mil y una andanzas, que ha enfrentado acusaciones delictivas dentro y fuera de República Dominicana, y que hasta ahora ha logrado librarse de una larga condena y ha podido disfrutar de su fortuna material
Rizik es un gallero apasionado. Juega cualquier partida, apuesta con decisión. Y en sus andanzas se cuenta que hasta era el dueño de los chimichurris de la capital.
Winston Rizik Rodríguez llegó a los 16 años a la capital, con la intención de estudiar ingeniería civil en la UASD. Inició sus estudios en 1978 y los abandonó en 1982, para dedicarse a los negocios. Convive maritalmente, sin casarse, con su compañera, tiene hijas e hijos que viven fuera del país.
Fue sometido por primera vez en Puerto Rico, por estar presente en un restaurante que era suyo, y donde se hizo una transacción de drogas que fue puesta en evidencia por un agente encubierto.
A los 9 meses lo pusieron en libertad condicional, vino al país y fue apresado en dos ocasiones por las mismas causas en RD, luego de que la DNCD y la DEA lo vincularan con unos puertorriqueños, luego de haber visitado dos propiedades con ellos. Rizik dice que solamente actuaba como intermediario tratando de venderles dos propiedades.
Las propiedades pertenecían a un italiano, pero el caso llevó a Rizik a la cárcel por un período de 5 años y 4 meses. Luego de ese tiempo en prisión vino una sentencia de descargo de la Corte de Apelación de San Cristóbal a su favor. Estuvo 4 años en libertad, pero llegó una petición de Estados Unidos para que el gobierno dominicano lo entregar en extradición a las autoridades estadounidenses, bajo la acusación de por haber violado la libertad supervisada. La Suprema Corte de Justicia desestimó la extradición.
Recobró su libertad, pero en el 2011 la Fiscalía de San Cristóbal solicita su conducencia por una investigación sobre un sicario preso, quien mencionó el nombre de Winston Rodríguez como vinculado con Figueroa Agosto. Fue un escándalo, Rizik Rodríguez acudió a los medios y dijo que se trataba de una confusión.
Sin embargo, el fiscal de San Cristóbal apellido Pulinario le invitó a recoger una escopeta que le había sido incautada al momento de su apresamiento, que pasara por San Cristóbal a recogerla. Cuando fue lo apresaron y lo enviaron a la cárcel de Higüey, porque allí supuestamente tenía una orden de arresto por un caso que se conocía en la justicia de esa provincia, relacionado con la muerte de Sandy Cabrera.
Le solicitaron medidas de coerción pero el juez determinó que no tuvo participación en la muerte y fue dejado en libertad.
Los últimos tres años han sido de disfrute de libertad, relata Rizik en el interrogatorio que le fue practicado por Germán Miranda Villalona, director de la Procuraduría Especializada Antilavado de Activos, y Pelagio Alcántara Sánchez, subdirector.
En el interrogatorio estuvieron presentes Pedro Duarte Canáan, abogado de Rizik, Francisco Rodríguez Camilo, Procurador de la Corte de Apelación del DN abscrito a la Procuraduría Especializada Antilavado de Activos, y dos oficiales de la DNCD, Rafael Ubiera Peralta y Rafael Medina Terreras.