SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El presidente Luis Abinader espera que los nuevos horarios de toque de queda y las medidas que acaba de adoptar el Gobierno y que entran en vigencia este miércoles comiencen a ofrecer resultados, con una ralentización de los contagios, pero reconoce que no es una tarea fácil.
Para el presidente Abinader hay que analizar y tener mucha cautela, porque la gente está agotada de las restricciones y del toque de queda. Los agentes policiales tienen problemas para reducir a las personas a la obediencia, y hay lugares donde reciben a los agentes policiales con violencia. “El confinamiento nunca es fácil”, dijo el presidente, tras admitir que en algunos pueblos agreden a tiros y a palos a los agentes policiales cuando intervienen en fiestas y actividades lúdicas.
Destacó que República Dominicana mantiene una baja letalidad por la covid-19, puesto que se encuentra en apenas 1.27%, mientras que países de la región latinoamericana, como México, tienen un 9 % de letalidad, Ecuador un 4% y otros alcanzan niveles muy altos, como acaba de descubrirse en Perú.
Dijo que el Gran Santo Domingo está sufriendo lo que se conoce como un stress hospitalario, al igual que ciudades más pequeñas como San Cristóbal y Baní, y que el Gobierno está obligado a tomar medidas y garantizar la salud de la población, mientras se aplica el proceso de vacunación.
El tema delicado sigue siendo la relación entre la salud y la economía, explicó el presidente a un grupo de ejecutivos de medios de comunicación que participó en un almuerzo en el Palacio Nacional, al que asistieron la vicepresidente y coordinadora del Gabinete de Salud, Raquel Peña, el ministro de Salud, Daniel Rivera, el ministro administrativo, José Ignacio Paliza, y el director del Servicio Nacional de Salud, Mario Lama.
Abinader dijo que el Gobierno tiene en este momento abierto el doble de la ayuda que inicialmente se estableció por las pérdidas de empleos por la covid. 1.3 millones de personas están recibiendo mensualmente un apoyo de 1,650 pesos. Reconoció que antes había 1.5 millones de personas con el monto de 5,000 pesos mensuales.
Pero el presidente considera que la economía marcha en franca recuperación. Dijo que el mes de mayo es el peor en recepción de turistas cada año, y que ya se tiene el dato de que ese quinto mes del año llegaron 340 mil turistas, cifra mayor de los que vinieron al país ese mismo mes del año 2019.
Valoró de positivo el comportamiento de las empresas de zonas francas, sin entrar en detalles, y dijo que el sector agropecuario marcha bien, pese al problema de los precios que se han elevado en algunos rubros, como la res, el pollo y los huevos, aunque se espera que los precios se estabilicen para el mes de septiembre de este año.
Explicó que entre las disposiciones para detener los contagios, el decreto 349-21 suspendió los cuatro mercados binacionales en la frontera con Haití, por una semana. Esperamos, dijo, que con estas medidas por lo menos se estabilice el contagio por la pandemia. No esperamos que se reduzca, pero por lo menos que se estabilice.
En este punto el presidente y la vicepresidenta Raquel Peña informaron sobre la recepción de nuevos lotes de vacunas. Dijeron que este jueves 3 de junio llegaría otro millón de vacunas Sinovac desde China, mientras que el día 11 de junio estaría llegando un lote de 208 mil vacunas de Pfizer.
Aclararon que esta empresa Pfizer no ha fallado al país en su acuerdo y que no aceptó recibir pago hasta tener segura la entrega de las vacunas. La empresa que sí le falló al país fue Astra Zeneca, pues recibió un adelanto en el pago, aportado por el sector privado, de 8 millones de dólares, y no ha entregado vacunas, salvo unas pocas que llegaron por los acuerdos de la OMS a través del programa COVAX.
La OMS acaba de reconocer la vacuna Sinovac, de China. Es la vacuna más costosa hasta el momento. El Gobierno la adquiere a 18 dólares, monto que no incluye el transporte, por lo que su precio se eleva aproximadamente a 20 dólares por vacuna. La Pfizer tiene un costo de 12 dólares y la de Astra Zeneca de 4 dólares.
El presidente valoró el estudio que se hizo en la República Dominicana que certifica que la inmunidad que proporciona la Sinovac es del 98%, aunque dijo que hay factores que agravan la situación de las personas con covid, como la obesidad y enfermedades prevalentes, entre ellas la diabetes y las infecciones renales. “Lo mejor que podemos hacer es vacunarnos”, declaró el presidente. En todo el país hay 1,300 puestos de vacunación.
Lo que más daño está haciendo a los programas de contención del virus es el consumo de alcohol, que afecta también a los jóvenes y a los adultos en general. En ese sentido, el presidente está convencido de que las medidas que se pondrán en marcha son las que mejores resultados podría ofrecer, entre ellas la prohibición de la venta de alcohol.
El Gobierno está convencido, añadió, que no hay que establecer políticas de compensación por vacunación, y que obligar a las personas a vacunarse sería inconstitucional.
La vicepresidenta Raquel Peña dijo haber escuchado versiones sobre la falsificación de tarjetas de vacunación, pero aclaró que cada tarjeta tiene un número, y que las tarjetas disponibles están guardadas en cajas fuertes.
Las clínicas privadas
El Gobierno observa con preocupación que las clínicas privadas no están colaborando con la disponibilidad de camas UCI, y están dejando solos a los hospitales. Reconocen que en un primer momento hubo disposición de las clínicas y no hubo que conversar ni acordar, sino que por iniciativa propia ampliaron la oferta de camas para personas afectadas por covid.
En este momento, sin embargo, “no han entendido la situación de la covid. Hay otras enfermedades que no están siendo debidamente atendidas, y hay centros privados que no priorizan la atención por el virus, y se dedican a realizar cirugías selectivas”, explicó Raquel Peña.
Dijo que en algunos centros de salud privados no tienen una cama para covid, pero -insistió- realizan cirugías selectivas. Consideró que no se trata de un asunto de precios, o de rentabilidad, y que casos como las clínicas Unión Médica y Corominas, de Santiago, han sido grandes colaboradores.