La democracia tiene la responsabilidad de resolver, con mecanismos justos y equilibrados, los conflictos económicos, políticos, culturales, jurídicos o religiosos que se presentan entre los diversos grupos que conviven en ella.
La norma tiene que servir para todos por igual, sin ventajas ni desventajas para ninguno de los grupos. La mejor democracia es la que logra preservar los derechos de sus ciudadanos, por más intrincados que estos sean, sin que los demás se sientan lesionados.
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Justo Pedro:
Te escribo esta carta abierta en tu condición de magistrado del Tribunal Constitucional, es decir como intérprete y garante de la Constitución dominicana. Por tanto, te escribo yo como ciudadano, a ti como empleado público que cumples una función de suprema importancia para la vida de todos.
Y lo hago también sobre una base histórica: Fue mi abuela Carmen Quidiello quien firmó, a nombre de la Fundación Juan Bosch y de toda nuestra familia, una de las cartas de aval que presentaste en tu postulación a juez. Fui yo quien se encargó personalmente de encaminar esa carta.