SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Vinculado a la municipalidad desde el 1989, Waldys Taveras ha vivido de cerca, desde adentro, el paso de cuatro alcaldes y seis administraciones capitalinas, contando las tres que lleva Roberto Salcedo en la Alcaldía del Distrito Nacional, desde el 2002 a la fecha.
Taveras, regidor del Partido Revolucionario Moderno (2010-2016) y ex secretario de la Sala Capitular (1992-2003), narra cómo surge, crece y se ha expandido hacia la zona Norte y la entrada misma de la capital, el mercado al aire libre de la Duarte con París, donde afirma que florece también el trasiego de drogas y productos ilícitos.
Conocido por sus planteamientos descarnados, que suele exponer en un lenguaje poco diplomático, “sin pelos en la lengua”, el edil opositor habla de “falta de autoridad”, demagogia y desidia de las autoridades en torno a este espacio superpoblado y formalmente “público” de la ciudad.
Lo que comenzó “en unos 50 metros” de la calle París, con la venta improvisada de legumbres, víveres y frutas, solo puede enmendarse imponiendo las leyes que prohíben invadir los espacios públicos, mediante el desalojo “puro y simple” de los ocupantes, argumentó Taveras al conversar con el periódico Acento.
¿Por qué no se resuelve el problema de la Duarte con París?
Lo primero es que eso es resultado de una irresponsabilidad de las autoridades municipales, porque han permitido que se violente la Ley, y cuando eso sucede terminamos en el caos que hoy tenemos. Hay una irresponsabilidad y una complicidad, y lo hemos planteado. Pero qué pasa, lo que comenzó en la Duarte con París se ha ido transfiriendo a otro negocio, que está entre la Duarte y la Betances, que es lo que hemos llamado VillaCon. Y ya eso sube como modelo de anarquismo de ciudad, y cuando vengamos a ver va a seguir subiendo y nos va a coger la ciudad completa. Fíjese, lo que comenzó en ese pedacito, en el 92, y continuó con la expansión de Salcedo en el 2002, ahora lo estamos llevando hasta la Manuela Diez. O sea, cada año le estamos robando una cuadra más a los ciudadanos y anarquizando un chin más la ciudad.
¿Cómo comienza la ocupación? ¿Por qué se permitió?
Eso comienza en la José Martí con París solamente, en el 1991, 92. Cuando Corporán (de los Santos) inicia la famosa Plaza del Buhonero, esas personas solamente se movieron hacia el lado de la París, entre la Josefa Brea y la José Martí; poco a poco se fueron extendiendo hasta llegar a la Duarte. La ocupación comienza ahí en el 91, y solo se permitía la venta de verduras, plátanos, yuca y esas cosas. Posteriormente, se comienzan a mover, y ahí eso coincide también con la inmigración de ilegales haitianos, que comienzan a traer y a vender pacas, ropas y zapatos y tenis. Cuando se hace el elevado de la París con Duarte, en el 2000, se agrava el problema porque utilizan la parte baja del elevado y después lo llevan hasta donde lo tenemos ahora, a la calle Abreu, que fue una irresponsabilidad, porque a partir de que Roberto (Salcedo) entra en el 2002, comienza a permitir que ocupen esa parte del elevado. O sea, para mí el mayor responsable de ese caos se llama Roberto Salcedo.
En la gestión de Johnny Ventura (1998-2002) ¿no se ocupaba esa parte?
No, hasta el 2002 no se permitía. Luego hacen un acuerdo con los comerciantes de la Duarte con París hasta la Mella, con el Paseo Comercial Duarte, y desalojan a todos los que le hacían competencia a las tiendas formales, y los mandan entonces hacia arriba. Resultado de eso es, que si bien eso se hizo, en el frente de esas tiendas lo que hay no son buhoneros, son empleados de las tiendas formales, eso es lo que sucede en la Duarte. Los buhoneros realmente están en esa parte de arriba (en la París). ¿Qué da como resultado eso? Hacinamiento. Nada más hay que pasar en la madrugada, y lo que hay ahí son casuchas, basura. Ya se han puesto como en un Puerto Príncipe cualquiera, tiendas con lonas; o sea, nosotros estamos haciendo de la ciudad de Santo Domingo un pequeño Puerto Príncipe, y esa es la responsabilidad del Alcalde, que según dice la Ley, no puede permitir eso.
¿Usted ha pasado últimamente por allí? ¿Qué piensa de todo esto?
Mire, desde las 8 de la mañana eso es tierra de nadie. Pero, además, en esas esquinas se produce la mayor venta de mercancías de contrabando que no paga impuestos; y esa es la zona céntrica para la distribución de la droga que viene de Haití, porque escondido en esos negocios está un negocio de droga, que la traen envuelta en esas pacas, y ahí viene droga también. Todo eso se da en la Duarte con París.
¿Y el transporte público, puede ser regulado de algún modo por la Alcaldía?
No, eso es peor. La parte de debajo de la Amado García, desde la Juana Saltitopa hasta la 27 de Febrero tiene un carril, eso es carril de nadie. Pero abajo hay otra vía que también ha sido ocupada. Entones tú tienes una AMET que está ahí, que no cumple sus funciones, pero un Ayuntamiento que no señaliza. La Alcaldía tiene autoridad para señalizar y decir si usted puede o no estacionarse ahí, pero ¿con qué autoridad lo hace, si está permitiendo ese desorden a 200 metros? La OTTT te fija las rutas, pero el Ayuntamiento decide donde te parqueas. Entonces aquí tenemos unos supuestos sindicatos, que son empresas, que ocupando el espacio público lo usan como su domicilio. Porque aquí lo que pasa es que no hay autoridad, y cuando hay ausencia de autoridad viene el caos y el desorden, y lo pagamos todos los ciudadanos.
Vemos que la ADN construye otra plaza en la Jacinto de la Concha…
Eso es un anuncio más. Roberto ha anunciado en nueve ocasiones la solución al problema de la Duarte con París, y ha dado tres veces el primer picazo de la famosa plaza. Habló de una Plaza del Tenis, después de una multiplaza, y ninguna se ha hecho. El dinero para solucionar ese problema ha estado aquí en el presupuesto del 2011, 12 y 13, y no se ha ejecutado. Santo Domingo, te repito, es una ciudad sin autoridad, donde el caos se ha impuesto; y lo han impuesto los de abajo y los de arriba. En esta ciudad usted pone un colegio, un colmadón donde le da la gana; un prostíbulo al lado de una escuela. Ese es el anuncio número nueve de una plaza, en trece años.
¿Por qué no se ha ejecutado?
No se ha ejecutado porque no hay voluntad política de resolver eso, porque eso envuelve un compromiso de limpieza, de ornato, y el criterio de esta Administración no es invertir en servicios municipales; sino, por el contrario, aquí se privilegia la inversión en chercha y en francachela, al extremo de que el Ayuntamiento en los últimos tres años, y yo he sido reiterativo en eso, invierte más en la francachela de Semana Santa, de Carnaval y Brillante Navidad que lo que invierte en el mantenimiento de los mercados, de los cementerios y de la señalización vial. En eventos se gasta más que en esos aspectos.
¿Cuántos buhoneros hay, oficialmente registrados?
Mira, para mí los censos no son confiables y por eso no doy esos datos, porque a mí nadie me va a decir que ahí hay 180 ni 200 vendedores ambulantes, no es posible. El último censo del Ayuntamiento dice que son 260, ahí pueden haber 260 casuchas de haitianos ilegales, pero lo más probable es que sobrepasen los mil; pero al tipo que está en el frente y tiene una tienda y prolonga su negocio hacia la acera, yo no lo puedo calcular como un buhonero; ese es un tipo que hace uso del espacio público para que no venga otro a hacerle competencia al frente.
¿Por qué se hizo el Paseo Comercial Duarte, y se dejó a su suerte ese tramo? ¿Era más fácil, menos complejo?
No solo por eso. Porque esa fue una voluntad de beneficiar a los comerciantes de la Duarte, y fue una inversión de los chinos, que resolvieron su problema y le pagan a la Policía Nacional para que no haya más ocupaciones.
¿Pero ese podría ser un modelo viable?
Es que ningún modelo puede constituirse sobre la base del irrespeto al derecho de los ciudadanos. Y ahí lo que pasa es que lo que antes hacían unos jodidos, ahora lo hacen unos ricos, donde hay buhoneros que son empleados de los comerciantes; pero sigue siendo una violación a la leye, cuando, sea rico o pobre, ocupe un espacio público.
¿Cuál es la solución entonces, en su opinión?
Es que la solución nada más es la aplicación de la ley, sencillamente. Usted tiene derecho a comer, ese es un derecho fundamental, pero ese derecho está limitado a que usted no irrespete el derecho que tienen los ciudadanos de transitar por un espacio de dominio público inalienable, y para uso de todos los ciudadanos.
¿Planeta usted el desalojo puro y simple de todos los buhoneros?
Yo favorezco un desalojo puro y simple. Nadie tiene derecho a ser compensado por una acción ilegal, y es ilegal ocupar un espacio público para usarlo como negocio. Por tanto, cuando usted compensa una ilegalidad, se está convirtiendo en cómplice. Igual derecho que tiene ese de ahí a tener un negocio en la vía pública, lo tiene cualquier ciudadano a decir “yo tengo que transitar por ahí”. Eso nada más se puede producir en dos ciudades: en Puerto Príncipe y en Santo Domingo, porque son dos ciudades fallidas, sin autoridad. O sea, mi conclusión es: en la ciudad de Santo Domingo no hay autoridad municipal.
Pero supongamos que hay gente dispuesta a morir, antes que…
No, nada más hay que desalojarlos. Usted va a las 2 de la mañana un domingo, y se lleva todo eso que está ahí y limpia el área, e impone el orden. Cuando yo que soy clase media, violo la ley, a mí me imponen sanciones. ¿O es que ellos son unos privilegiados?
Alguien con 20, 30 años instalado allí ¿no tiene algún derecho adquirido?
¿Cómo puedo yo invocar que tengo ese derecho? Sobre un espacio público nadie puede alegar derecho adquirido.