TORONTO, Canadá.- La sociedad canadiense se está volcando para facilitar la llegada e integración de las familias sirias, mientras el Gobierno de Canadá espera a que Líbano conceda visados de salida a miles de refugiados de Siria que serán acogidos en el país norteamericano en las próximas semanas.
Hoy, el ministro de Inmigración de Canadá, John McCallum, declaró que el Gobierno del nuevo primer ministro canadiense, Justin Trudeau, está a la espera de los visados de salida de los refugiados para iniciar el puente aéreo que transportará 10.000 sirios antes de que termine 2015.
A este primer contingente se le sumará otro de 15.000 personas que saldrán de campos de refugiados de la región y que llegarán a Canadá entre enero y febrero de 2016, según el plan anunciado la semana pasada por el Gobierno para acoger en tres meses un total de 25.000 sirios.
Pero en declaraciones hoy a la radiotelevisión pública canadiense, CBC, McCallum afirmó que "uno de los desafíos es que todavía no tenemos todos los visados de salida para toda esa gente".
El funcionario reveló que Canadá ya ha proporcionado visados de residencia permanente a 928 sirios, pero estos no han llegado al país norteamericano porque no pueden abandonar Líbano por lo que todavía no se sabe cuándo llegarán los primeros refugiados.
Entre tanto, la sociedad canadiense se está volcando en preparativos para recibir a los refugiados sirios y facilitar que su transición e integración en Canadá se produzca lo más rápidamente posible.
La llegada de los primeros 10.000 refugiados sirios prevista para antes de que termine el año, es testamento de la implicación de individuos, empresas, organizaciones sociales y religiosas e incluso escuelas públicas en el esfuerzo para acoger a las víctimas de la guerra en Siria.
En Canadá, los refugiados pueden llegar al país por dos vías. La primera es bajo el auspicio del Gobierno canadiense, que se hace cargo de los costos económicos que supone el proceso de aceptación así como la manutención de los individuos desde el momento que llegan al país.
La segunda vía es el auspicio de refugiados por parte de individuos. En este caso, un individuo u organización necesitan reunir entre 25.000 y 30.000 dólares canadienses (18.750 y 22.500 dólares estadounidenses) para auspiciar a un refugiado sirio.
El dinero está destinado a la manutención de los refugiados durante su primer año de residencia en Canadá, para garantizar que no supondrán un coste para el Estado canadiense.
En los últimos meses, especialmente desde que se difundió la imagen del niño Alayn Kurdi ahogado en una playa de Turquía cuando intentaba llegar a Europa, decenas de miles de canadienses se han volcado para recaudar fondos y reunir el dinero suficiente que les permita auspiciar refugiados sirios.
Ese movimiento se ha acelerado desde la victoria del Partido Liberal de Justin Trudeau en las elecciones generales del pasado 19 de octubre. Una de las promesas electorales de Trudeau fue la de acoger 25.000 sirios antes de fin de año, un compromiso que ha sido revisado: el plazo se ha extendido hasta febrero de 2016.
La directora de una organización de ayuda a refugiados, Louisa Taylor, del grupo Refugee 613, confesaba ayer a medios de comunicación canadienses que estaban desbordados por la respuesta de la sociedad a la causa de los desplazados sirios.
"Es de locos. Los canadienses están tan movilizados que todas las agencias están inundadas con ofertas de ayuda", dijo Taylor.
Por ejemplo, una escuela pública de Toronto, Dewson P.S., recaudó en poco más de una semana el dinero necesario para auspiciar una familia siria después de que un grupo de padres del colegio iniciasen una campaña.
Otro ejemplo es el de un antiguo ejecutivo de BlackBerry y actualmente el consejero delegado de una empresa de electrodomésticos, Jim Estill, quien personalmente está auspiciando 50 familias sirias con el respaldo de su fortuna personal.
Estill ha declarado que "es lo correcto. Vemos lo que está pasando, es una crisis y somos canadienses. Deberíamos hacer lo correcto".
No solo ciudadanos de a pie en Canadá se están volcando para recibir a los refugiados sirios. Las provincias que componen Canadá están prácticamente compitiendo entre ellas para acoger el máximo número de familias, especialmente en aquellos territorios con problemas demográficos.
La actitud de la sociedad canadiense contrasta con lo que está sucediendo en el vecino Estados Unidos, donde las encuestas de opinión indican que la mayoría de los estadounidenses se opone a la llegada de refugiados sirios al país.
La postura más extrema la representa el empresario conservador Donald Trump, precandidato republicano a la Casa Blanca, quien defiende vigilar a todos los refugiados sirios que han llegado al país y deportarlos en caso de que gane las elecciones presidenciales en Estados Unidos. EFE