WASHINGTON, EEUU.- El Gobierno de EEUU anunció este jueves su intención de retomar la pena de muerte a nivel federal tras dos décadas sin usarla a ese nivel. Su objetivo es "traer justicia a las víctimas de los crímenes más horribles", dijo el fiscal general estadounidense, William Barr.
La pena de muerte rige hace cuatro décadas a nivel regional. Georgia ejecutó hace un mes a un reo que se convirtió en el ejecutado mil quinientos en EEUU.
Fue electrocutado el pasado 20 de junio por el asesinato de un guardia de prisiones en 1996, lo que le convirtió en el ejecutado 1,500 en Estados Unidos desde que la pena de muerte quedó restituida a nivel regional hace cuatro décadas.
A nivel federal, las ejecuciones no se practican desde 2003, pero volverán en enero de 2020. El fiscal ha transmitido su decisión al buró de prisiones y ha pedido a su director en funciones, Hugh Hurwitz, que programe las ejecuciones de cinco presos que fueron condenados a muerte por asesinato, y también por delitos de tortura y violación contra niños y ancianos, se detalló en la nota.
"El Departamento de Justicia respalda el estado de derecho y le debemos a las víctimas y sus familias llevar adelante la sentencia impuesta por nuestro sistema de justicia", señaló el fiscal Barr.
Barr remarcó que "bajo Gobiernos de ambos partidos, el Departamento de Justicia ha buscado la pena de muerte para los peores criminales, incluidos estos cinco asesinos, cada uno de los cuales fue condenado por un jurado tras un proceso completo y justo".
El Tribunal Supremo restituyó la pena de muerte en 1976 y eso ha permitido a los estados más conservadores del sur de EEUU, como Alabama y Misisipi, implementar este castigo. Posteriormente, el Congreso de EEUU aprobó en 1988 una ley que permite ejecutar a muerte a algunas de las personas condenadas por delitos de drogas.
Pocas horas después del anuncio del fiscal general Barr el gobernador de California, Gavin Newsom, lo condenó y dijo que desde siempre esto entrañaba "un fracaso".
"El asesinato intencional de otra persona está mal, y nuestro sistema de pena de muerte ha sido, en todos los aspectos, un fracaso", dijo en un comunicado Newson, quien en marzo pasado decretó una moratoria estatal a la pena capital.
"El Gobierno de Trump ha elegido unirse a Kim Jong-un de Corea del Norte, al rey Salman de Arabia Saudita, y al gobierno de Putin en la ejecución de sus ciudadanos (…); la pena de muerte ha discriminado a los acusados que tienen enfermedades mentales, afroamericanos", y a todos quienes "no pueden pagar una representación legal costosa", reiteró el gobernador en Los Ángeles.
El pasado 13 de marzo, el gobernador Newsom firmó una moratoria a la pena de muerte y cerró la cámara de ejecución instalada en la prisión estatal de San Quentin, cumpliendo así una de sus promesas de campaña.
Desde 1973, un total de 166 presos condenados a la pena capital en todo el país, incluidos cinco en California, han sido liberados del castigo después de que se hallaron errores en los juicios.
El gobernador también dijo que la condena capital no ha funcionado como "elemento disuasorio" para los criminales ni ha proporcionado ningún beneficio o valor de seguridad pública.
"Se han desperdiciado miles de millones de dólares de los contribuyentes", subrayó el gobernador.
A octubre de 2018, California contaba con 740 de los 2,721 presos condenados a muerte en EE.UU., un 27,2 % del total, más del doble que el segundo, Florida, con 354.
Veinte de los 50 estados de la Unión han abolido la pena de muerte, que sigue vigente para los otros 30.
"La pena de muerte es absoluta, es irreversible e irreparable en caso de error humano", sentenció Newsom. EFE