SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La Lista Única Sobre Estupefacientes data de 1961 e incluye a los narcóticos particularmente peligrosos para la salud humana; es decir, los que no tiene importancia terapéutica. El cannabis y la resina de cannabis, según la OMS, sí tienen esa importancia.
La OMS llegó a esta conclusión luego de haber sometido a dichas sustancias a una rigurosa revisión científica, que fue pedida por pacientes y científicos que abogan por el fin terapéutico de estas sustancias. La revisión comenzó en noviembre de 2016 y el 24 de enero la OMS decidió enviar la carta que recién se conoce ahora, en febrero.
¿Por qué? Porque la marihuana alivia el dolor
El hecho que el cannabis y la resina de cannabis aún se mantengan en esa lista impide un acceso legal por parte de los pacientes que necesiten consumir estas sustancias para aliviar el dolor que sienten por algún tratamiento frente una enfermedad. Ahí reside la importancia terapéutica de ambas.
De acuerdo con el comunicado oficial del International Cannabis and Cannabinoids Institute (ICCI), institución que reveló la carta de la OMS a las Naciones Unidas, el ingreso del cannabis y de la resina de cannabis a esa lista “se debió a un enfoque parcial del cannabis motivado por motivos políticos en algunos países occidentales, en particular en los Estados Unidos, y no por razones científicas como lo exige esta convención”.
Según el comunicado, ahora lo gobiernos está obligados a garantizar la disponibilidad adecuada del cannabis para fines terapéuticos.
La decisión definitiva está en las manos de la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas, cuyos miembros votarán sobre el pedido en su sesión 62º prevista para marzo del presente año en Viena (Austria).
De ser aceptados esos dos puntos principales, en conjunto con otras de las recomendaciones, representarían un reconocimiento formal de que los organismos gubernamentales del mundo se estuvieron equivocando de manera efectiva con respecto a los daños de la marihuana y los beneficios terapéuticos durante décadas.
La nueva posición de la OMS llega en un momento en que un número creciente de países se están moviendo para reformar sus políticas acerca cannabis.