SANTO  DOMINGO, República Dominicana.-El tema de la migración haitiana en la República Dominicana se mezcla con los prejuicios históricos en las relaciones con Haití, y es necesario abordarlo de manera racional, a partir de los principios de un "Estado social y democrático de derecho”.

Así lo planteó Gustavo Toribio, Coordinador Nacional de Derechos de Humanos del Centro Montalvo y moderador del encuentro celebrado este sábado con varios especialistas para debatir el asunto de la migración República Dominicana.

Toribi dio lectura al documento de posicionamiento elaborado por el Centro Montalvo a raíz de los sucesos lamentables que han servido de marco para la promoción del odio y la exclusión de grupos vulnerabilizados, entre ellos los de migrantes.  “Situación migratoria actual en República Dominicana desde el punto de vista social y económico”, se denominó el análisis de conyuntura.

El foro que contó con las exposiciones del economista Juan del Rosario y del sociólogo Wilfredo Lozano.

El documento de posicionamiento de la ONG jesuita plantea que “en República Dominicana el tema migratorio se mezcla necesariamente con muchos prejuicios que existen acerca de las relaciones históricas con el vecino pueblo de Haití. Sin embargo, un justo tratamiento de la migración no debe reducirse a una cuestión de defensa nacional en nombre de una historia patria sesgadamente reconstruida. Es verdad que el peso mayor de la realidad migratoria dominicana gravita en torno a la inmigración haitiana; pero esa especificidad no legitima un abordaje irracional de la política migratoria que contravenga los principios de un Estado social y democrático de derecho”.

El Centro Montalvo entiende además que como sociedad más que condenar a quien cae, se trata de cultivar un amor sin divisiones que defienda preferencialmente la vida, que proteja los Derechos Humanos y un compromiso con las personas socialmente excluidas, que hoy se manifiestan de manera especial en los rostros de miles de personas que se ven obligadas a migrar de sus tierras de origen y en muchas formas son excluidas, maltratadas, discriminada y abusadas en nuestro país, siendo nosotros un país expulsores de migrantes

Toribio puntualizó que “al tomar el tema migratorio para ocultar los niveles de corrupción del Estado daña las dinámicas sociales, las relaciones comerciales, y culturales entre Haití y República Dominicana, siendo este el segundo socio comercial de nuestro país. Por este motivo, instamos al gobierno y las autoridades dominicanas a volver a las líneas básicas de la Convención Interamericana Contra Toda Forma de Discriminación e Intolerancia”.

Para el Centro Montalvo, las relaciones interculturales basadas en el respeto a la diversidad y el enriquecimiento mutuo serían un primer paso para crear espacios de convivencia que nos permitan resolver los conflictos mediante el respeto, el diálogo, la escucha mutua, la concertación y la sinergia.

En el debate se resaltó que los datos presentados en investigación Encuesta Nacional de Inmigración (ENI-2012) demuestran que se hace necesario pensar en una política migratoria amplia, con medidas efectivas, reactivar y fortalecer los canales de colaboración entre el Estado, empresarios y la sociedad civil, para introducir mejoras en la normativa y promover que la misma se convierta en un instrumento más eficaz y humano.

Los expertos plantean que la política migratoria del país debe responder a las necesidades del mercado laboral, a los derechos humanos y a los derechos laborales de las personas migrantes. Para esto se requiere flexibilizar las leyes migratorias y que los requisitos exigidos por éstas para que las personas migrantes puedan aplicar a procesos de regularización asequibles a sus propias realidades.

Dentro de las recomendaciones de la Coordinación de Derechos Humanos del Centro Montalvo se encuentran: colocar la gestión y el control migratorio en manos de un cuerpo civil especializado e integrar el enfoque de derechos en la capacitación de las y los operadores de la aplicación de la política migratoria serían otros retos que se deberían empezar a plantear en el debate político y que podrían evitar la corrupción en la frontera.

En otro orden, precisan que el fortalecimiento económico de ambos países ha quedado demostrado en los momentos que por algunas situaciones este se ha suspendido, como las familias de ambos lados que viven de este intercambio comercial en los diferentes puntos fronterizos, claman para que se restablezca nuevamente el mismo y aquí tenemos el ejemplo de Pedernales cuando autoridades municipales se han visto presionado por la población para que nuevamente se pueda realizar el comercio binacional, porque quiérase o no reconocer las gentes vive del mismo.

El Centro Montalvo entiende además que como sociedad más que condenar a quien cae, se trata de cultivar un amor sin divisiones que defienda preferencialmente la vida, que proteja los Derechos Humanos y un compromiso con las personas socialmente excluidas, que hoy se manifiestan de manera especial en los rostros de miles de personas que se ven obligadas a migrar de sus tierras de origen y en muchas formas son excluidas, maltratadas, discriminada y abusadas en nuestro país, siendo nosotros un país expulsores de migrantes.