SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Desde los inicios del cristianismo hacia el siglo IV, época en que se funda la iglesia románica, los fieles creyentes se han visto influenciados por los mitos y tabúes generados en torno a la celebración de Semana Santa.
Según el sociólogo y antropólogo dominicano, Carlos Andújar, con la conversión de una parte importante de la nobleza del poder político y económico del Imperio Romano al cristianismo, los eclesiásticos buscaron imponer una doctrina y filosofía religiosa en una cultura fundamentalmente pagana.
El también historiador sostiene que el mundo pagano dominaba a Europa y para contraponerse, la iglesia católica creó una antítesis a la celebración, a la lujuria y a los bacanales, que caracterizaban al europeo de la época.
A consecuencia, en Semana Santa, periodo de recogimiento y en específico el Viernes Santos, día en que muere Jesús de Nazaret, la iglesia católica prohíbe una serie de acciones normales del ser humano, para que no se interponga lo secular sobre lo religioso, que posteriormente se convirtieron en mitos para los no creyentes.
La Semana Mayor, como también es llamada, se consideraba el aspecto más santo de todo el proceso de cuaresma, por tanto hacer cualquier acción que se considerase contraria a las prácticas divinas era pecado.
“Había que mantener una distancia de esas prácticas paganas y estar lo más circunspecto posible respecto a las prácticas sociales y condenar todo aquello que se saliera de lo que se consideraba normal”, explica Andújar.
De esta negación a lo profano por parte de la iglesia católica, sale el impedimento a cualquier actividad de labor para este día “santo”, no se podía clavar clavos, trabajar, limpiar, lavar o matar animales.
Siempre se ha escuchado decir, mayormente de voz de ancianos, “el que clave un clavo el viernes Santos se queda tieso”.
Sin embargo estos impedimentos nunca fueron encontrados en escrito alguno, pero si fueron difundidos de forma oral de generación en generación.
De igual forma se creía que todo aquel que se bañara en playa o rio el Viernes Santos se convertiría en pez o sirena.
Para un sector de la iglesia románica la actividad sexual era pecaminosa, forma parte del viejo mito de Adán y Eva sobre la manzana y el pecado, explica el sociólogo, lo que da paso a la creencia “Las personas que tengan relaciones sexuales el viernes Santos se quedan pegados”.
Carlos Andújar resalta una vieja discusión producida en la iglesia católica en el proceso de su fundación teórica y filosófica acerca de si el ser humano era bueno o malo, dando paso a la corriente que concebía al humano como un ser bueno, que no necesitaba la intervención de la iglesia, y una segunda corriente que planteaba al ser como un ente donde ya existía el pecado, imponiendo la presión de las doctrinas eclesiásticas del bien.
Las explicaciones del sociólogo sobre el “tabú de la carne”, están fundamentadas en los hechos del cristianismo antiguo, el becerro era el centro de adoración y su sangre era derramada para la purificación de sus feligreses, pero con la llegada del cristianismo clásico se rompe la creencia y se sustituye la sangre por el vino.
Por imposición dogmática se prohíbe la alimentación del cuerpo con carne propiamente, se instituyen los alimentos que no tuvieran que ver con el sacrificio de animales, detalla el también catedrático universitario.
La Semana Santa en República Dominicana
La Semana Santa es la expresión más pura y purificadora de la cuaresma que viene como tradición de los españoles de la época colonial y se arraiga en América con distintas modalidades, explica Carlos Andújar.
Sostiene que en tiempos originarios la celebración de la Semana Santa implicaba un conjunto de ritualidades, creencias y prácticas que con el pasar de los años se han secularizado.
El sociólogo establece que la celebración de la Semana Santa hoy en día es muy contrastante a 25 años atrás.
En República Dominicana, con una historia muy ingenua y creencia poco fiable, estos mitos pautaron el comportamiento de muchos de los creyentes durante largas épocas de la historia nacional.
Todavía en época actual, gran parte de la población dominicana no se alimenta con carme el Viernes Santos, culturizando en la gastronomía nacional el pescado, bacalao y arenque como plato principal de la cuaresma.
Habichuelas con dulce: postre típico dominicano de Semana Santa
La habichuela con dulce se convirtió desde el punto de vista cultural en el principal plato de la Semana Santa y en especial del viernes santo.
Dependiendo la región, casa o familia, las habichuelas son cocinadas con ingredientes diferentes, están las que contienen malagueta, con grano, sin grano, con grano colado, con cazabe, con pan, con galletas, las habas con dulce.
Para Andújar las habichuelas con dulce siguen siendo el eje articulador de la semana santa, perdido prácticamente todo lo “santo” que tenía.
Vivencias
“Recuerdo que me ponían todo el día a ayunar hasta que estuviera la comida y yo hacía así, me iba para los conucos, asaba batata y me hartaba de batata, yo no pasaba hambre no” cuenta don Marcelino Antonio Núñez con una carcajada al recordar los hechos de su infancia.
Desde la humildad de su hogar, señora Fidelina Montaño, recuerda las palabras de su madre, “Mi mamá siempre me decía que en Semana Santa no se podía bañar en los ríos porque se convertían en peje”.