Cortesía de RT

En 2009, alguien tuvo la brillante idea de hacer una sesión fotográfica icónica mostrando el nuevo avión presidencial Air Force One sobrevolando la ciudad de Nueva York. El vuelo provocó pánico entre los neoyorquinos, que pensaban que se trataba de un ataque terrorista como el del 11 de septiembre.

Según el portal Peta Pixel, la sesión fotográfica fue aprobada por el entonces director de la Oficina Militar de la Casa Blanca, Louis Caldera, para crear una nueva y llamativa foto oficial del avión.

Así, a las 10 de la mañana del lunes 27 de abril de 2009, un Boeing VC-25 (una versión militar del 747) sobrevoló a baja altitud la ciudad de Nueva York acompañado por dos aviones de combate F-16. La aeronave pasó tres veces sobre la Estatua de la Libertad, haciendo una serie de virajes bruscos.

Los habitantes de Nueva York no fueron notificados con antelación de la sesión de fotos, por lo que el vuelo a baja altura de un avión de pasajeros generó el pánico en las calles, donde muchos neoyorquinos corrían aterrorizados para salvar sus vidas. Algunos edificios incluso emitieron órdenes de evacuación.

Más tarde se supo que ni siquiera el entonces alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, o el presidente Barack Obama tuvieron notificación de la sesión fotográfica hasta el momento de su realización. Según informes, Obama se puso furioso y ordenó una investigación sobre cómo llegó a suceder.

Dos semanas después del incidente Caldera renunció de su cargo, pidió disculpas y asumió la responsabilidad de los daños causados por la sesión fotográfica del nuevo avión presidencial, que fueron estimados en 328.000 dólares.