WASHINGTON, EEUU.- La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dijo hoy que "saluda" que el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, haya reconocido "la prerrogativa de la Comisión Interamericana de elegir a su secretario ejecutivo y que haya expresado que velará por la independencia y autonomía de este órgano".

El uruguayo Almagro, sin embargo, se mantiene firme contra la continuidad del secretario ejecutivo de la CIDH, el brasileño Paulo Abrao.

El reconocimiento de Almagro a tal prerrogativa "debe servir de base para el diálogo respetuoso entre dos órganos principales de la OEA", manifestó ka CIDH en un comunicado de prensa

En efecto, la CIDH considera que la diferencia existente con el secretario general "puede ser solucionada con base en tres premisas fundamentales del Sistema Interamericano", añade el texto de esta instancia y enumera:

Primero, el reconocimiento a la independencia y autonomía de la CIDH, que inicia con su facultad de seleccionar y renovar el mandato de su Secretario Ejecutivo sin interferencias.

Segundo, el respeto a los derechos laborales de las personas trabajadoras, no sólo de la Comisión sino de toda la OEA, lo cual incluye el derecho a presentar denuncias por cualquier forma de acoso o discriminación para que sean investigadas en forma eficaz y adecuada por las instancias competentes de la OEA y, en caso de que sean probadas, haya una sanción efectiva a los responsables.

Tercero, el derecho al debido proceso de quienes eventualmente sean denunciados por violaciones a los derechos de trabajadoras y trabajadores, en este caso del secretario ejecutivo, Paulo Abrao.

 

Paulo Abrão

ALMAGRO FIRME

Almagro salió al paso el pasado viernes de las críticas que ha recubido su decisión de no renovar el mandato del secretario ejecutivo de la CIDH e indicó que no reincorporará a una persona con más de medio centenar de denuncias en su contra.

“De ninguna manera incorporaré o reincorporaré a ninguna persona sobre la cual penden 61 denuncias”, respondió Almagro a las críticas surgidas recientemente en un comunicado.

El secretario general se pronunció después de que la alta comisionada de la oficina de la ONU para los Derechos Humanos (OACNUDH) Michelle Bachelet, y organizaciones como Human Rights Watch (HRW), entre otras, se refirieran a su determinación y aclaró que nunca impondrá un Secretario Ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

“A aquellos que dicen defender derechos humanos como OACNUDH, HRW, Amnesty, CEJIL, etc… desconocen derechos laborales básicos de trabajadoras y trabajadores para garantizarles la posibilidad de trabajar libres de acoso”, zanjó.

Según el funcionario, las respuestas corporativas y negacionistas no son “la mejor manera de dar justicia ni de garantizar los derechos humanos”, y se quejó de haber visto, “sin ambigüedades, a un sistema corporativizarse y defender lo indefendible”.

En ese sentido, consideró de “extrema gravedad” que se trate de “imponer al denunciado por un nuevo período desconociendo la gravedad de la situación y de las denuncias, así como de la situación física, psicológica y espiritual de las funcionarias y los funcionarios”.

Complicidad pasiva a encubrimiento activo

“Eso ya no es complicidad pasiva, eso es encubrimiento activo. Todo ello en nombre de algo que nunca ha estado ni estará en juego: la autonomía e independencia de la CIDH”, agregó.

Almagro criticó que los comisionados “en lugar de buscar el más pronto esclarecimiento de los hechos denunciados (a saber: conflicto de interés, tratos diferenciales, retrocesos graves en la transparencia de los procesos, retaliaciones y violaciones al código de ética, impunidad para denuncias de acoso sexual, por mencionar algunas) procedieron en forma prácticamente inmediata a expresar su voluntad de renovar por un nuevo período al entonces Secretario Ejecutivo”.

“No tengo ningún interés ni deseo de participar en la selección del próximo Secretario Ejecutivo, ni participar en las discusiones que lleven a su elección, ni de escogerlo por mi parte”, aclaró, pero reclamó que la persona que sea incorporada “tenga idoneidad personal, moral y profesional para el desempeño de sus funciones”.

Almagro anunció el pasado martes que no renovará el mandato de Abrao, que expiró oficialmente el pasado día 15, a lo que la Comisión respondió denunciando un atentado contra su "autonomía e independencia".

Los siete Comisionados de la CIDH habían pedido a inicios de año de forma unánime que se renovara el mandato de Abrao, quien ejercía el cargo desde 2016.