EL CAIRO, Egipto.- El Tribunal de Casación de Egipto anuló este la última condena a cárcel que pesaba sobre el expresidente Hosni Mubarak por un caso de malversación de fondos públicos y ordenó la repetición del juicio, abriendo la puerta a su liberación.
Con la decisión de la corte de aceptar el recurso presentado por la defensa de Mubarak se cancelan las sentencias, dictadas en mayo pasado, de tres años de prisión contra el ex mandatario y de cuatro años contra sus hijos Alaa y Gamal en esta causa, informaron a Efe fuentes judiciales.
La posible excarcelación del hombre que dirigió Egipto con puño de hierro durante tres décadas queda en el aire, al tiempo que genera rechazo en gran parte de la población.
Su abogado, Farid al Dib, dijo a la prensa a la salida del tribunal que espera la inmediata liberación de su cliente, ya que su arresto en un hospital militar de El Cairo, al que fue trasladado debido a su delicada salud, no está justificado.
A los rumores sobre su excarcelación salió al paso el Ministerio del Interior egipcio, que aseguró que Mubarak y sus hijos -presos estos últimos en la cárcel cairota de Tora- permanecerán detenidos hasta que lo decida la Fiscalía General o el nuevo tribunal penal que será encargado de repetir este proceso por corrupción.
Para muchos egipcios, las noticias de hoy no hacen sino confirmar el regreso del antiguo régimen o la realidad de que este nunca cayó, pese a la renuncia de Mubarak en febrero de 2011.
Una fuente de Interior citada por la agencia oficial Mena explicó que no van a ser puestos en libertad porque fueron remitidos al Tribunal de Casación detenidos, y la resolución de hoy de esta corte no incluye su liberación.
En este caso, Mubarak y sus vástagos habían sido condenados por la apropiación indebida de 125 millones de libras egipcias (unos 17 millones de dólares) asignados al presupuesto de los palacios presidenciales, pero Casación consideró que en el juicio no se respetaron los procedimientos legales oportunos.
Se les acusaba también de haber puesto a su nombre propiedades del Estado sin pagar por ellas y de usar dinero público para construir y decorar propiedades inmobiliarias propias.
Mubarak, de 86 años y depuesto en febrero de 2011, lleva en prisión desde abril de ese año y, según las fuentes judiciales consultadas por Efe, no hay base legal para mantenerlo en arresto domiciliario.
Ya no tiene ninguna condena a sus espaldas, ya que otras sentencias anteriores contra su persona también fueron anuladas, aunque están recurridas por la Fiscalía.
Es el caso del proceso por su supuesta implicación en la muerte de manifestantes durante la revolución de 2011, en el que un tribunal rechazó el pasado 29 de noviembre los cargos contra él, pese a que en un primer juicio fue sentenciado a cadena perpetua.
La misma corte también le absolvió en esa fecha de dos casos de corrupción vinculados a la venta irregular de gas a Israel (por falta de pruebas) y a la adquisición de cinco mansiones en la localidad de Sharm el Sheij (por la prescripción del delito).
Mientras sus simpatizantes celebraron la decisión del Tribunal de Casación con pancartas con la fotografía del expresidente en alto, muchos criticaron la falta de justicia en Egipto, donde están siendo liberadas la mayoría de las figuras del régimen de Mubarak.
En contraste, en el último año y medio han sido detenidas y condenadas miles de personas, en su mayoría islamistas pero también activistas revolucionarios.
Cientos de seguidores de los Hermanos Musulmanes, incluidos los líderes de la cofradía, han sido sentenciados a muerte o a cadena perpetua en juicios masivos desde julio de 2013, cuando el entonces jefe del Ejército y actual presidente, Abdelfatah al Sisi, depuso al mandatario islamista Mohamed Mursi.
Para muchos egipcios, las noticias de hoy no hacen sino confirmar el regreso del antiguo régimen o la realidad de que este nunca cayó, pese a la renuncia de Mubarak en febrero de 2011.
Para el portavoz del Movimiento 6 de Abril (uno de los grupos instigadores de la revolución contra Mubarak), Mohamed Kamel, "ese régimen no ha caído todavía".
"Todos los egipcios condenaron a Mubarak como culpable y estamos en contra de su liberación", dijo a Efe Kamel, que tiene a dos de sus compañeros -Ahmed Maher y Mohamed Adel- entre rejas.
Según el portavoz del 6 de Abril, la Justicia egipcia debe ser remodelada porque es "injusto" que encarcele a aquellos que participaron en la revolución y deje en libertad a Mubarak. EFE