Dublín, 26 dic (EFE).- El Tribunal Superior de Irlanda otorgó hoy permiso a los médicos para retirar los aparatos de soporte vital a una embarazada de 18 semanas que fue declarada clínicamente muerta el 3 de diciembre.
Los familiares de la mujer, de 26 años, han expresado su deseo de apagar la maquinaria, si bien los doctores han rehusado hacerlo hasta ahora ante sus dudas sobre la situación legal del feto.
La legislación irlandesa otorga al feto la categoría de ciudadano y equipara sus derechos a los de la madre, por lo que los médicos temían cometer un delito si desconectaban a la mujer.
En una sentencia de "gran importancia pública", según el propio Tribunal Superior, los jueces han considerado que mantener el apoyo médico a la madre, en muerte cerebral, habría supuesto un "ejercicio fútil" y una "inimaginable angustia" para el padre.
Los magistrados han considerado que autorizar la retirada del soporte vital a la mujer, que murió a causa de una herida traumática que sufrió el mes pasado, es una decisión en el interés del no nacido en un "caso trágico y desafortunado".
En diciembre de 2013, entró en vigor en Irlanda la primera ley sobre al aborto de su historia, una legislación que permite la interrupción del embarazo cuando la vida de la madre corre peligro.
La ley, una de las mas restrictivas de Europa en ese ámbito, prohíbe el aborto en casos como violaciones, incestos y anormalidades en el feto. EFE