RÍO DE JANEIRO, Brasil.- A la investigación judicial abierta contra el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, por supuestas "interferencias políticas" dentro de la Corte Suprema se sumó hoy otra contra su ministro de Educación, Abraham Weintraub, por racismo contra el pueblo chino y una decisión que suspendió este miércoles el nombramiento de Alexandre Ramagen como director de la Policía Federal.

Ramagen, allegado del presidente de Brasil, y quien tenía previsto tomar posesión del cargo este mismo miércoles, se quedó con las ganas debido a que el magistrado Alexander de Moraes suspendió su nombramiento respondiendo a un pedido del Partido Democrático Laborista (PDL), uno de las formaciones que criticaron que un amigo personal de la familia del mandatario llegara a dirigir esa corporación.

Ramagen reemplazaría al exdirector de la Policía Federal Mauricio Valeixo, quien fue destituido por Bolsonaro, decisión que ocasionó la renuncia de Sergio Moro al ministerio de Justicia, causando una crisis política en el Gobierno.

Según Moro, reconocido internacionalmente por su trabajo contra la corrupción en la "Lava Jato", la decisión se produjo por supuestas "interferencias políticas" de Bolsonaro dentro de la institución.

Ramagem, hombre de confianza del "clan Bolsonaro" -formado por el mandatario y tres de sus hijos: el senador Flavio, el diputado federal Eduardo y el concejal de Río de Janeiro Carlos- es la persona con la que el que el líder ultraderechista esperaba tener la comunicación que no consiguió con su antecesor, algo que Bolsonaro ha reconocido públicamente.

El hecho de que el presidente quisiera a su lado a una persona cercana -Ramagen se convirtió amigo personal de Bolsonaro tras haber trabajado como su jefe de seguridad en la campaña electoral- causó malestar en varios partidos políticos, entre ellos el PDL que tan pronto supo del nombramiento instauró un recurso ante la Corte Suprema alegando "abuso de poder por mal uso del propósito".

"Apruebo la medida preliminar para suspender la efectividad del decreto con respecto al nombramiento y posesión de Alexandre Ramagem Rodrigues para el cargo de Director General de la Policía Federal", señala la decisión del magistrado.

En su decisión, De Moraes indicó "incumplimiento de los principios constitucionales de impersonalidad, moralidad e interés público" y dijo que, "en un sistema republicano, no hay poder absoluto o ilimitado, porque eso sería la negación del estado de derecho".

"Si, por un lado, en el ejercicio de sus funciones, el presidente de la República tiene garantizado el juicio de conveniencia y la oportunidad de elegir aquellos que cree que son las mejores opciones para el interés público (…), por otro lado, el jefe del Poder Ejecutivo debe respetar las hipótesis legales y moralmente admisibles ", argumentó.

El magistrado señaló que la medida era apropiada porque la Policía Federal no era un "órgano de inteligencia de la Presidencia de la República" y ejerce "funciones de policía judicial del Estado, incluso en varias investigaciones secretas".

La Policía Federal conduce actualmente investigaciones que preocupan a los Bolsonaro.

Una de ellas trata sobre la diseminación en las redes sociales de noticias falsas, las cuales se sospecha que pudieran ser originadas por grupos directamente vinculados a Carlos Bolsonaro y a un llamado "gabinete del odio" que operaría desde el palacio presidencial.

Otra, intenta determinar si el senador Flavio Bolsonaro, en la época en que era diputado regional en Río de Janeiro, participó en una trama de presuntos fraudes y blanqueo de capitales, que habrían sido cometidos mediante la contratación de funcionarios "fantasmas" para su gabinete.

Supremo ordena investigar a ministro de Bolsonaro por racismo contra China

Adicionalmente, la Corte Suprema de Justicia ordenó este miércoles abrir una investigación contra el ministro de Educación, Abraham Weintraub, por racismo contra el pueblo chino, por un comentario publicado por el alto funcionario en las redes sociales que suscitó la protesta del país asiático.

La investigación fue solicitada por la Fiscalía General de la Nación tras una publicación en Twitter en la que Weintraub, usando como portavoz un personaje popular de dibujos animados en Brasil, dio a entender que la pandemia del coronavirus formaba parte de "un plan infalible" de China para dominar el mundo.

El mensaje, además, ridiculizaba el acento chino, utilizando el defecto del habla que tiene Cebolinha, uno de los personajes de la tira cómica.

Cebolinha, uno de los personajes infantiles de la popular tira "Pandilla de Mónica", tiene problemas de dicción y por lo general cambia la "R" por la "L", algo que los brasileños atribuyen en burla a los chinos cuando intentan hablar portugués.

El mensaje fue publicado el domingo 5 de abril y ese mismo día fue borrado por el ministro tras ser advertido del malestar del país asiático que horas después manifestó oficialmente su protesta.

China, el principal socio comercial de Brasil, exigió al Gobierno de Jair Bolsonaro la retractación del comentario de Weintraub que calificó como "fuertemente racista" y del que dijo causó "influencias negativas" en las relaciones entre los dos países.

En su comunicado, la delegación diplomática manifestó "fuerte indignación y repudio a la actitud" del ministro e instó a "algunos individuos en Brasil" a corregir "inmediatamente los errores cometidos y a suspender sus acusaciones infundadas contra China".

No obstante, el comentario del ministro de Educación no fue el primero en causar una crisis con el país asiático.

Un mes antes marzo, el diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente de Brasil, quien ha oficiado como consejero del gobernante en asuntos internacionales, llegando incluso a ser propuesto como embajador de Brasil en Washington, acusó a China de haber generado la actual crisis por la propagación del coronavirus.

Pese a que el embajador de China manifestó "repudio" e "indignación" por las declaraciones de Eduardo Bolsonaro y exigió disculpas, ni el diputado ni la Cancillería brasileña lo hicieron.

En respuesta, el ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo, aclaró que Eduardo Bolsonaro no representaba al Gobierno brasileño y exigió una retractación del embajador por su enérgica reacción a las declaraciones del hijo del presidente, que consideró "inaceptable".

Jair Bolsonaro, por su parte, prefirió bajarle el tono a la polémica y aseguró que las declaraciones de su hijo no habían causado ninguna crisis diplomática y que había conversado con las autoridades chinas sin que el asunto hubiese sido mencionado.

China es desde 2009 el principal socio comercial de Brasil y una de las principales fuentes de inversión extranjera en el país. Según datos oficiales, el comercio bilateral aumentó de 3.200 millones de dólares en 2001 a 98.000 millones de dólares en 2019. EFE