El periodismo es "una de las profesiones más peligrosas del mundo" y la que genera más impunidad, resaltó este jueves el juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) Ricardo Pérez Manrique, quien alertó del aumento de ataques en línea a periodistas mujeres.
Durante su participación en la tercera jornada de la 77 Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que se celebra de forma virtual, el uruguayo expresó su preocupación por las altas tasas de impunidad en la región en el caso de asesinatos de hombres en la prensa, así como en otros tipos de actos violentos.
"Las cortes deben atender estos casos, y es esencial que los sistemas de justicia actúen de manera adecuada y contundente contra este tipo de casos", expresó.
En el panel por el Día Mundial Contra la Impunidad, declarado por las Naciones Unidas y que se celebrará el próximo 2 de noviembre, abogó por la creación con fondos públicos de mecanismos de prevención.
"Hay que considerar hoy día las agresiones en los medios electrónicos y la utilización del discurso de odio" que se ven en toda la región, recalcó el juez, quien añadió que algunos de esos casos culminan con "el desplazamiento de la persona y su voz silenciada en el lugar donde ejerce su función".
La mexicana Estephanía Muñoz, de la Fiscalía Especial de la Unidad de Protección a Periodistas, apuntó que su oficina ve en mayor número casos de amenazas a periodistas, en especial por parte de carteles de narcotráfico y también desde particulares, pero también situaciones de abuso de autoridad.
La reunión de cuatro días que se celebra en formato virtual concluirá el viernes con la aprobación de los informes sobre la situación de la libertad de prensa en cada país de la región.
Durante la Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa se ha presentado el segundo Índice de Chapultepec, que mide el estado de la libertad de prensa en 22 países americanos y es realizado por expertos de la Universidad Andrés Bello de Venezuela.
Según el mismo, Uruguay y Chile son los únicos países de América con plena libertad de prensa, un derecho fundamental que no existe en Nicaragua, Cuba y Venezuela.