MÉXICO (EFE).- El escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez afirmó hoy que con la difícil situación en América Latina con respecto al narcotráfico es necesario "ahora mismo" abrir "un debate serio, informado, sobre la legalización de la droga".

"El camino de la legalización es la única manera de quitarles poderío a las mafias. Los carteles, el tremendo poder de violencia y de corrupción que tienen es una consecuencia de la prohibición", dijo a Efe en México el autor de "El ruido de las cosas al caer".

Su tercera novela, galardonada con el Premio Alfaguara 2011, es una radiografía de la generación atrapada en Colombia por el miedo al narcotráfico a la que pertenece el propio autor (Bogotá, 1973).

"Yo no la veo como una novela sobre narcotráfico. La veo como una novela sobre emociones como el miedo, la ansiedad que sientes al vivir en una sociedad vulnerable, amenazada", señaló en la entrevista.

Confesó que el relato hunde sus raíces en una necesidad que siente cuando escribe: "que mi vida tenga un pie en la historia que estoy contando".

"Necesito sentir una cierta urgencia para contarla, para que la novela no sea un mero artificio", agregó.

En México, donde la presentó estos días, la violencia ligada al narcotráfico es omnipresente en los últimos años en las noticias y ha dejado cerca de 40.000 muertos desde diciembre de 2006, cuando llegó al poder el presidente Felipe Calderón.

Consideró que "el consumo de drogas es una cuestión de responsabilidad individual, y cuando se vuelve problemático" es una cuestión de "salud pública, de educación", pero jamás "de orden público"

Vásquez es consciente de que no es el mismo escenario que vivió la Colombia de Pablo Escobar, pero los paralelismos y comparaciones son recurrentes, aunque también marca diferencias.

Para el novelista y traductor, es claro que la coyuntura actual mexicana ha degenerado "de manera brutal" y podría llegar a extenderse más aún, y contaminar incluso a la capital mexicana con violencia.

"Lo que sí veo yo del caso mexicano es que es absolutamente impredecible", apuntó.

Recordó que en Colombia la violencia "narcoterrorista" estuvo "ligada a una sola figura, que era Pablo Escobar y su guerra casi personal contra el Gobierno". Cuando el líder del cartel de Medellín fue abatido el 2 de diciembre de 1993 se desvaneció el terror.

"No desapareció el narcotráfico, que sigue siendo el principal factor de desorden en mi país, que financia a guerrilleras Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), pero también a los paramilitares de extrema derecha", recordó el novelista.

En México ve un escenario más incierto: "La guerra entre los carteles no está ligada a una sola persona, es absolutamente abierta, hay una atomización" de los grupos que se disputan territorios y por eso es impredecible, aseguró.

Crítico del expresidente colombiano Álvaro Uribe y de las políticas de "guerra contra las drogas" impulsadas desde la Administración de Richard Nixon (1969-1974), Vásquez es un convencido de que "esa estructura de crimen no existiría si no hubiera prohibición".

Consideró que "el consumo de drogas es una cuestión de responsabilidad individual, y cuando se vuelve problemático" es una cuestión de "salud pública, de educación", pero jamás "de orden público".

Uno de los valores que encierra la novela es que su protagonista es una víctima de aquella violencia colombiana, Antonio Yammara, que rastrea tras sufrir un atentado la vida de Ricardo Laverde, un amigo de misterioso pasado.

En opinión de Vásquez, una de las consecuencias "más nefastas" de la violencia criminal es que, en situaciones críticas, "las víctimas se vuelven una especie de colectivo sin individuos, se vuelve una estadística".

Por ello celebra haber recurrido a la literatura para darles vida, pues a través de ella lo que se logra es "individualizar a estas personas, darles un destino y una identidad particulares, humanizarlas".

"Parte de las razones, creo yo, por las que las novelas siguen existiendo, que las seguimos leyendo y escribiendo, es porque son el mejor invento que hemos desarrollado los seres humanos para explorar el pasado, nuestra historia colectiva a través de los individuos", concluyó. EFE