BRASIL. De acuerdo con una nota de la periodista Eleonora Gosman, dada a conocer por el diario Clarín, de Buenos Aires, el ministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Michel Temer fue delatado por dos grandes empresarios, quienes han realizado delaciones premiadas y lo señalan como uno de los políticos que recibieron coimas por la corrupción en la estatal Petrobras.
La nota dice que los ejecutivos de dos grandes constructoras: Odebrecht y OAS, decidieron identificar a Serra. Presos por integrar el club de empresas que sobrefacturaban obras encargadas por Petrobras, para pagar coimas a los políticos, los Ceo de ambas firmas “deben” revelar que le hicieron “transferencias ilegales” de dinero al funcionario, cuando era gobernador de San Pablo entre 2007 y 2010.
En su columna del diario carioca O Globo, el columnista Lauro Jardim reveló el domingo último que Serra figura entre lo políticos citados en las delaciones premiadas de los arrepentidos de las dos compañías. En uno de los casos, la OAS, se trata de su ex presidente Leo Pinheiro. Este industrial indicó que él personalmente negoció la coima para el canciller brasileño con una persona que lo representaba. El actual ministro fue dos veces candidato a presidente por el Partido Socialdemócrata de Brasil (PSDB). La primera en 2002, cuando compitió (y perdió) con Lula da Silva. La segunda vez fue derrotado en 2010 por Dilma Rousseff. La actual mandataria, que está alejada del poder por obra y gracia de votaciones parlamentarias que abrieron el proceso de impeachment, volvió a triunfar en 2014 contra el senador Aécio Neves, también socialdemócrata.
En su columna del diario Globo, Jardim afirma que “José Serra tendrá un segundo semestre de perros. Y sus problemas no tienen nada que ver con Nicolás Maduro ni con ningún otro bolivariano”. Ocurre que desde que asumió el cargo en Itamaraty, el ahora ministro ha emprendido una campaña feroz contra Caracas, a la que intenta de cualquier forma excluirla del Mercosur.
El periodista Jardim –uno de los principales comentaristas del grupo Globo—no dejó lugar a dudas. El tembladeral de Serra debe venir nada más ni nada menos que “del Lava Jato”. Es como denominan en Brasil al operativo que desde hace dos años lleva adelante el juez del estado provincial de Paraná Sergio Moro. Se refiere a la profunda y extendida corrupción que limó la sólidas bases de la petrolera brasileña. Para Jardim, “Serra aparece en dos mega delaciones que negocian Odebrecht y OAS. Las dos constructoras deben revelar historias de coimas en obras públicas”. En el caso de Odebrecht, los “aportes turbios” a Serra procedieron de una obra llamada Rodoanel (un anillo vial de la capital paulista por donde transitan los camiones). Esta constructora detalla que las coimas habrían sido transferidas a Paulo Vieira de Souza, ex presidente de la empresa que administraba la construcción de autopistas en San Pablo. En verdad, ya se sabía que Serra es uno de los políticos que aparecen en una lista de “beneficiarios” de coimas de Odebrecht, que fue secuestrada por la Policía Federal en operaciones de allanamiento de las residencias de los ejecutivos de la firma. Según el ministro “no cometí ninguna irregularidad, ni autoricé a terceros a hablar en mi nombre”. Esa fue la respuesta dada a los medios brasileños.
La mención al canciller podrá tener un impacto negativo sobre Temer. Más aun cuando está en el medio la decisión de alejar a Dilma definitivamente del Poder para consagrar el hasta ahora vicepresidente en ejercicio de la presidencia. Serra fue visto en un inicio como “un cuadro” que debía aportar solidez a la administración temporaria del interino. Pero no es el único político asociado al presidente provisional que está con serios problemas. El otro es el senador Aloysio Nunes Ferreira, también del PSDB. En su caso, la delación proviene de otro ejecutivo de empresas brasileñas: el Ceo de UTC Ricardo Pessoa. Este afirmó que le entregó dinero en efectivo a la campaña del senador, que en el pasado integró el grupo guerrillero Alianza Libertadora Nacional. Quien se encargó de recibir esos recursos fue un ex compañero y actual amigo de Nunes Ferreria, también de la ALN, Marco Moro.