París, Francia- El delegado permanente de la República Dominicana ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), José Antonio Rodríguez y su esposa, la destacada artista Monika Despradel, despidieron hoy a su hijo Sebastián de Jesús, en un emotiva y concurrida ceremonia donde fueron expuestas sus cenizas.
La homilía tuvo lugar en la iglesia Saint-Philippe-du-Roule, en la capital francesa, fue oficiada por el sacerdote dominicano Marcio Peña y el observador permanente de la Santa Sede ante la UNESCO, Francesco Follo.
Tras tomar la palabra, Monika Despradel, visiblemente conmovida expresó, “Sebastián fue nuestro ángel que bajó a la tierra por casi 20 años, quien por gracia de Dios y decisión suya cayó en nuestros brazos”.
“Lo acogimos, lo amamos y acompañamos. Siempre nuestros anhelos fueron lo mejor para él”, expresó la primera bailarina dominicana.
“Mi hijo querido, has sacado las notas más altas existentes, haz desfilado con honores colgados de tu cuerpo. Te has hecho grande como solo los más grandes pueden lograrlo. Ten por seguro Sebastián de Jesús Rodríguez Despradel, que lo hiciste muy bien”, manifestó Despradel.
De inmediato destacó que, “contribuiste con más de 280 familias vulnerables con hijos e hijas con condiciones iguales a la tuya, a quienes les cambiaste la vida con tu presencia”.
En tanto que, José Antonio Rodríguez dijo que, “más que llorar por la partida de Sebastián hoy celebramos su vida”.
Uno de los momentos más emotivos fue la interpretación de la canción autoría del también cantautor “Siento como tú”, un tema que escribió justo al conocer la parálisis cerebral diagnosticada a su hijo, tras su nacimiento.
Guardando el protocolo de distanciamiento impuesto por el gobierno francés a causa de la pandemia del Covid-19, a la misa asistieron los funcionarios que acompañan a Rodríguez al frente de la misión diplomática, su hija Gabriela Rodríguez, representantes de los países acreditados ante el organismo multilateral, funcionarios de la Secretaría General de la UNESCO y miembros de la comunidad dominicana.
Rodríguez y Despradel agradecieron la colaboración recibida por la embajadora Rosa Hernández de Grullón, durante el proceso logístico que debieron seguir en el exterior, tras la partida de Sebastián.
Anunciaron que será en la República Dominicana donde serán trasladadas sus cenizas, donde se le rendirá un homenaje que tendrá lugar en la Fundación Nido para Ángeles, tras rebasar los límites de la pandemia mundial.