Tokio, 2 feb (EFE).- El primer ministro japonés, Shinzo Abe, anunció hoy el refuerzo de las medidas de seguridad tanto dentro del país como para proteger a sus ciudadanos en el exterior a raíz de las amenazas del grupo yihadista Estado Islámico (EI).
"Estamos trabajando para garantizar la seguridad de los japoneses en el extranjero y tomaremos las medidas para prevenir el terrorismo en Japón. Elevaremos todavía más la alerta y la seguridad en las instalaciones importantes", afirmó Abe durante una reunión celebrada hoy entre los dos partidos gobernantes.
El primer ministro se pronunció así el día después de la difusión del vídeo del EI que muestra la aparente decapitación del periodista nipón Kenji Goto, que permanecía secuestrado por el grupo yihadista desde el pasado mes de octubre.
En el vídeo, el verdugo encapuchado del rehén nipón se dirige a inglés a la cámara en un discurso en el que critica a Japón por participar en la coalición contra el EI y en el que dice que a partir de ahora comienza "la pesadilla para Japón".
Abe afirmó que "caer en el miedo y el desorden después de esta tragedia es exactamente lo que los terroristas quieren", y recalcó que Japón se mantendrá "firme" en su postura contra el terrorismo, en declaraciones recogidas por la cadena estatal NHK.
"Nunca perdonaremos este acto cruel e inhumano. Japón cooperará con la comunidad internacional para asegurarnos de que pagarán por su responsabilidad", afirmó el primer ministro al comienzo de la reunión con su socio de Gobierno, el partido Nuevo Komeito, en la que se discutió la situación de seguridad en el país.
Abe también expresó el "dolor profundo" por el fallecimiento de Goto y de Haruna Yukawa, el otro rehén nipón ejecutado por EI el pasado 24 de enero, y "a pesar de todo el esfuerzo que hizo el Gobierno para salvarlos".
A raíz de las amenazas de EI, las autoridades japonesas han decidido elevar el nivel de alerta en los principales aeropuertos, infraestructuras de transporte público y otras instalaciones sensibles del país.
También se han intensificado las medidas de seguridad en las embajadas niponas en Oriente Medio, mientras el Ministerio de Exteriores ha recomendado a los japoneses no viajar a Siria ni a Iraq ni a otros países "en alerta máxima".
El pasado 17 de enero el primer ministro Abe anunció en El Cairo durante una gira por Oriente Medio que Japón donaría 200 millones de dólares en ayuda humanitaria a los países de la región que combaten la expansión del EI y que están acogiendo en sus territorios a millones de refugiados.
Poco después, el grupo terrorista envió un primer vídeo en el que exigió a Tokio 200 millones de dólares a cambio de no asesinar a Goto y a Yukawa. EFE