JERUSALÉN, Israel.- La rápida propagación de la variante Delta ha llevado a Israel a ofrecer una tercera dosis de la vacuna de Pfizer contra la COVID-19, pero hasta ahora únicamente a adultos con problemas inmunológicos previos.

República Dominicana ha sido pionera al respecto y ya desde inicios de mes permite la tercera dosis con esa vacuna estadounidense tras  las dos iniciales de CoronaVac de la farmacéutica china Sinovac.

En el caso de Israel, el ministro de Salud, Nitzan Horowitz, dijo que la tercera dosis es para adultos con sistemas inmunitarios deprimidos que recibieron dos dosis previas de la misma Pfizer.

"Todavía no tenemos una respuesta final", dijo Horowitz al aludir a este refuerzo extra para la población en general en Israel.

La decisión se adoptó al constatarse que la mitad de los pacientes actualmente hospitalizados en Israel en estado grave estaban vacunados. Casi 6 millones de la población de Israel de un total de 9,3 millones ha recibido al menos una dosis.

No estaba claro si la vacuna fue simplemente menos efectiva contra la variante Delta o si la existencia de anticuerpos se reduce al poco tiempo de la inoculación.

Al respecto, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) aseguró este viernes a Efe que es “demasiado pronto para confirmar” si se necesita una tercera dosis de las vacunas contra la COVID-19 porque “no hay suficientes datos” para calcular la duración real de la protección, aunque Pfizer anunció ya que pedirán autorización para la dosis de refuerzo.

Una fuente del regulador europeo señaló que en este momento “aún no hay suficientes datos de las campañas de vacunación y los estudios en curso para entender cuánto tiempo durará” realmente la protección de las vacunas disponibles contra la COVID-19, lo que hace que sea “demasiado pronto” hablar de la necesidad de una tercera dosis.

Sin embargo, la farmacéutica Pfizer y su socia BioNTech anunciaron hoy que pedirán autorización a la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) de Estados Unidos para que se inyecte una tercera dosis de refuerzo de su vacuna y ofrecer una mayor protección contra la COVID-19.

En un comunicado, ambas compañías dijeron que han visto "datos alentadores" de una prueba en curso de la vacuna de refuerzo y agregaron que proporciona niveles de anticuerpos neutralizantes de cinco a diez veces más altos cuando se administra seis meses después de la segunda dosis.

La EMA añadió que está en contacto con los desarrollados de las cuatro vacunas que se usan activamente en la Unión Europea (UE, Pfizer, Moderna, AstraZeneca y Janssen) para establecer planes que permitan “generar datos (suficientes) para respaldar la dosis de refuerzo” y se “revisarán los datos a medida que estén diponibles”.

“Esto debería garantizar que los pasos reglamentarios para permitir la posibilidad de usar un refuerzo se puedan emprender lo antes posible si esto fuera necesario”, prometió la agencia.

Preguntada por la eficacia de estos preparados contra la variante Delta, la fuente de la EMA aseguró a Efe que “parece que las cuatro vacunas protegen contra todas las cepas que están circulando en la UE” en este momento, aunque consideró que esto “resalta la importancia de una pauta completa” de la vacunación.

No obstante, Pfizer precisó hoy que “como se ve en los datos del mundo real publicados por el Ministerio de Salud de Israel, la eficacia de la vacuna para prevenir infecciones y enfermedades sintomáticas ha disminuido seis meses después de la vacunación, aunque la eficacia para prevenir enfermedades graves sigue siendo alta".

Pfizer también explicó que se está preparando para comenzar en agosto los ensayos clínicos de una vacuna modificada dirigida específicamente a la variante delta, en caso de que sea necesaria, aunque precisó que una tercera dosis de la original podría ser una mejor opción.

La comisaria europea de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, dijo este viernes que la UE está preparada, a través del plan de adquisición de vacunas, para el caso de que sea necesaria una tercera dosis de refuerzo de Pfizer, pero ha precisado que la decisión deberá ir avalada por la ciencia.

Tras el anuncio de Pfizer en Estados Unidos, la FDA emitió una declaración minimizando la necesidad de una vacuna de refuerzo, al tiempo que agregó que está en marcha un "proceso riguroso basado en la ciencia" para determinar si se necesitará una.