SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El jefe del Comando Sur de EEUU, almirante Craig Faller, advirtió en las últimas horas que China, Rusia e Irán buscan, al calor de la pandemia de COVID-19, "reescribir el orden mundial" a través de "narcodictaduras" como la de Nicolás Maduro en Venezuela, según sus palabras.
Faller habló, entre otras cosas, del envío de tanqueros petroleros de Irán a Venezuela que llegarán este fin de semana con repuestos y energéticos para poner en marcha instalaciones energéticas paralizadas y advirtió que las naves de combate de EEUU están activas en el Caribe contra el narcoterrorismo.
“El Comando Sur se está enfocando en la planificación y preparación para el ‘día después’. Tenemos que mirar a las tendencias globales más allá de esta crisis sanitaria. China está tratando de reescribir el orden mundial que ha permitido que este hemisferio haya prosperado desde la Segunda Guerra Mundial”, dijo Faller durante su intervención en la quinta edición de la Conferencia de Seguridad en el Hemisferio organizada por la Universidad Internacional de Florida (FIU).
Además de China, la jugada geopolítica a favor de Maduro tiene en primera línea a los ayatolás iraníes, advirtió el exasesor de Seguridad Nacional John Bolton, quien este martes pidió “medidas contundentes contra Irán” por «desafiar las campañas de presión máxima de EEUU» contra Maduro.
Irán advierte a EEUU contra impedir el transporte de combustible a Venezuela
Ya el Ministerio de Exteriores de Irán advirtió este domingo a EEUU que se reserva el derecho a adoptar "las medidas apropiadas y necesarias" frente a las amenazas de Washington de obstaculizar su transporte de combustible a Venezuela.
En una carta dirigida al secretario general de la ONU, António Guterres, Irán denunció que esas amenazas contra sus petroleros y buques cisterna son "ilegales, peligrosas y provocativas", así como una forma de piratería y una gran amenaza para la paz y la seguridad internacionales.
La tensión ha escalado después de que surgieran informaciones sobre la intención de EEUU de impedir la llegada de combustible iraní a Venezuela.
El jefe de la diplomacia iraní, Mohamad Yavad Zarif, responsabilizó a la Administración estadounidense sobre "las consecuencias de cualquier movimiento ilegal" y reiteró "el derecho de Irán a adoptar las medidas apropiadas y necesarias frente a tales amenazas".
Además de la misiva, el Ministerio de Exteriores convocó en esta jornada al embajador suizo en Teherán, Markus Leitner, que representa los intereses de Washington ante la ausencia de relaciones diplomáticas entre Irán y EEUU.
El viceministro iraní para Asuntos Políticos, Abás Araqchí, expresó oficialmente la protesta de la República Islámica y amenazó con dar una "respuesta inmediata y decisiva" a EEUU.
"El uso de medidas coercitivas u otro tipo de intimidación por parte de EEUU es una amenaza para el libre flujo de la energía, una clara manifestación de piratería y una grave violación del derecho internacional", denunció.
Irán y Venezuela mantienen una relación muy estrecha desde la época del fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013), cimentada en la oposición a EEUU, que mantiene a ambos países bajo sanciones.
El respaldo de Teherán a Caracas ha estado, además, rodeado recientemente de controversia al publicarse reportes de que el régimen de Nicolás Maduro ha dado nueve toneladas de oro a Irán a cambio de ayuda para reparar refinerías en el país suramericano.
Desde Teherán, las autoridades negaron el envío de ese oro a Irán y rechazaron las acusaciones "sin fundamento" hechas por EEUU al respecto.
Venezuela atraviesa una caída en la producción de petróleo y de derivados debido a los fallos que han paralizado varias de sus refinerías, afectadas por las sanciones y la falta de inversión.
El sector energético iraní también está muy debilitado por la sanciones impuestas en 2018 por EEUU para prohibir la exportación de crudo iraní.
Rusia convoca al Consejo de Seguridad tras los ataques fallidos en Venezuela
El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá este miércoles a petición de Rusia para abordar la situación en Venezuela tras los “desembarcos” fallidos de hace dos semanas que supuestamente buscaban desbancar del poder a Nicolás Maduro.
La cita, añadida este martes a la agenda oficial del Consejo de Seguridad, se celebrará por videoconferencia a partir de las 15.00 hora local y, bajo la Presidencia de República Dominicana, se abrirá con un informe de la responsable de Asuntos Políticos de Naciones Unidas, la estadounidense Rosemary DiCarlo.
Según dijeron a Efe fuentes diplomáticas, la reunión fue solicitada por Rusia, que es el principal apoyo de Maduro en el Consejo de Seguridad y que el mes pasado convocó a puerta cerrada a este órgano para denunciar las "provocaciones" y "amenazas" de Estados Unidos contra el Gobierno de Maduro.
Moscú también considera que deben levantarse las sanciones estadounidenses y de otros países sobre Venezuela, especialmente en el contexto de la pandemia del coronavirus.
Tras esa cita, el Consejo volvió a abordar la crisis en Venezuela unos días después, el 28 de abril, en este caso a petición de los países de la Unión Europea (UE) para analizar la situación humanitaria y el efecto que puede tener la COVID-19.
La reunión de este miércoles llega después de que el Gobierno de Maduro denunciase ante Naciones Unidas los fallidos ataques del 3 y el 4 de mayo, de los que responsabiliza a los Ejecutivos de Colombia y Estados Unidos, que han negado cualquier implicación.
En una carta, el embajador venezolano ante la ONU, Samuel Moncada, pidió al Consejo de Seguridad que reconozca "que la agresión perpetrada por los Gobiernos de Bogotá y Washington contra Venezuela entre el 3 y 4 de mayo de 2020 fue un ataque armado que atentó contra la paz y la seguridad" y que emita "una clara declaración condenando y prohibiendo el uso o la amenaza del uso de la fuerza en todas sus formas y manifestaciones contra Venezuela".
Según Moncada, los ataques fueron perpetrados por "grupos armados de mercenarios y terroristas, organizados, entrenados, financiados y protegidos" por Colombia y EEUU.
Este lunes, el Gobierno de Venezuela aseguró que uno de los objetivos de los ataques fallidos era "volar" el palacio presidencial de Miraflores y vinculó de nuevo al líder opositor Juan Guaidó con la operación.
Las autoridades venezolanas interceptaron entre el 3 y el 4 de mayo dos intentos de intervención marítima en los estados de Aragua y La Guaira, cercanos a Caracas, en los que murieron ocho personas y fueron detenidas otras 46.
Según las pruebas difundidas por el Gobierno venezolano, entre los arrestados se encuentran dos ciudadanos estadounidenses, Airan Berry y Luke Denman, ambos exmilitares y que contaban con una identificación de la contratista militar Silvercorp.
El estratega político venezolano Juan José Rendón, responsable del Comité de Estrategia del opositor Juan Guaidó, admitió haber firmado un contrato con un representante de Silvercorp, Jordan Goudreau, al que pagó 50 mil dólares para que llevara a cabo un ataque que terminara con la detención de varios funcionarios del Gobierno.
Por la cabeza de Maduro EEUU ofrece una recompensa de 20 millones de dólares y de 10 millones por varios de sus principales funcionarios, todos acusados de narcotráfico y terrorismo, entre otros delitos.
Desde el estallido de la crisis en Venezuela, el Consejo de Seguridad ha abordado la cuestión de este país en varias ocasiones, sin llegar nunca a acuerdos, dadas las profundas diferencias entre sus miembros permanentes, sobre todo entre Estados Unidos y Rusia. (Con informaciones de EFE y otras fuentes)