Ahmed Naser Al Raisi, el general emiratí elegido hoy en Estambul como nuevo presidente de Interpol, se enfrenta a denuncias por torturas en cuatro países europeos y en Turquía, unas acusaciones que el Gobierno de Emiratos califica de "campaña de distorsión".

"Hay denuncias criminales interpuestas en Turquía, Francia, Suecia y Noruega, además de dos procedimientos civiles en el Reino Unido", dice a Efe Nikita Bernardi, que coordina la campaña de denuncia de Matthew Hedges y Ali Ahmad, dos británicos que afirman que fueron torturados mientras estuvieron detenidos en Emiratos.

Al Raisi fue elegido en tercera vuelta con un 68,9 % de los votos, según ha anunciado en su web Interpol, el organismo que coordina el trabajo policial de 195 países.

El emiratí se impuso a la checa Sárka Havránková, cuya campaña subrayaba la importancia del "espíritu de la Declaración Universal de Derechos Humanos" para la labor policial.

"HONORABLE HISTORIAL"

La elección de Al Raisi "es un testimonio de los logros y la eficiencia" de Emiratos "y un reconocimiento del honorable historial personal" del candidato, dijo un asesor presidencial emiratí, Anwar Gargash, en Twitter, rechazando la "campaña de distorsión" lanzada.

Pero los críticos del general consideran que desde su cargo de inspector general del Ministerio del Interior de Emiratos, que ocupa desde 2015, no ha hecho nada para impedir prácticas de tortura y persecución de disidentes.

50 MILLONES DE EUROS

EFE/EPA/EMIRATES NEWS AGENCY

Según un informe publicado en abril por el exmagistrado británico David Calvert-Smith, la elección de Al Raisi tiene que ver con el dinero que Emiratos ha inyectado en la Fundación de Interpol por un Mundo más Seguro, una organización sin ánimo de lucro cuyo objetivo declarado es lograr que Gobiernos y empresas ayuden a Interpol.

En 2017, el país del Golfo anunció una donación de 50 millones de euros a esa fundación, un tercio del presupuesto anual de Interpol, que se financia en un 40 % por cuotas de países miembros, con el resto procedente de donaciones, sobre todo de la Comisión Europea, Canadá, Estados Unidos y Noruega.

Ese informe denuncia también la creciente tendencia de varios regímenes autoritarios a utilizar el sistema de "notificación (o alerta) roja", creada para detener a criminales buscados internacionalmente, para dificultar la vida a disidentes exiliados.

"UNA VERGÜENZA"

"Es una desgracia. Es un día triste para la justicia internacional y la policía global. No sé cómo a los miembros de Interpol que han votado a favor de Al Raisi no les da vergüenza", dijo Hedges a preguntas de Efe, tras confirmarse la elección del general.

"Me da miedo qué significa eso para gente como yo, que ha sufrido abusos a manos de Emiratos y ha sido forzada a hacer declaraciones falsas bajo tortura", agregó este académico, encarcelado en 2018 durante siete meses, condenado por espionaje y finalmente amnistiado.

DENUNCIA EN TURQUÍA

Ridney Dixon, el abogado británico que lleva el caso de Matthew Hedges y Ali Ahmad, recordó en un comunicado que ser jefe de Interpol no da a Al Raisi "inmunidad ante una investigación criminal".

La denuncia más reciente fue aceptada el pasado martes por la Fiscalía turca, que "aceptó el caso y lo envió al Ministerio de Justicia", explicó Bernardi a Efe.

El Ministerio debe dar el visto bueno para abrir una investigación judicial bajo el artículo 13 del código penal que permite juzgar crímenes contra la humanidad cometidos en cualquier parte del mundo.

Pendiente de aprobación está el caso del bloguero emiratí Ahmed Mansur, encarcelado desde 2017 en Abu Dhabi y condenado a 10 años por "insultar el prestigio de Emiratos".

La Justicia turca se enfrenta a esa decisión justo cuando Ankara y Emiratos se acaban de reconciliar tras años en bandos contrarios en varios conflictos, y cuando un fondo del país árabe ha prometido invertir 10.000 millones en una Turquía con problemas económicos.

VISITA DEL PRÍNCIPE

Ayer mismo, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, recibió en visita oficial en Ankara al príncipe heredero de Abu Dhabi, Mohamed bin Zayed Al Nahyan.

Pero tanto la denuncia de Hedges y Ahmad como la de Mansur también se han interpuesto en Francia, país que alberga la sede central de Interpol en Lyon.