WASHINGTON, Estados Unidos.- José Miguel Insulza, secretario general de la Organización de Estados Americanos, dijo este martes que en materia de derechos humanos en la región “no hay otra instancia creíble más allá de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y, para aquellos que han ratificado la Convención de San José, la Corte Interamericana de Derechos Humanos”. En ese sentido, el Secretario instó a los países que aún no lo han hecho a que ratifiquen la convención, lo que contribuiría a fortalecer el Sistema.

Insulza llamó a Estados Unidos y Latinoamérica a aceptar su diversidad y centrar sus esfuerzos en “desarrollar una agenda común para la región que todos sus líderes puedan aceptar”, entre cuyos elementos mencionó la democracia, los derechos humanos, la prosperidad de los pueblos, la inmigración y la seguridad.

“Los asuntos de esta agenda son bien conocidos y han sido mencionados en numerosas ocasiones; lo que necesitamos es la voluntad política para afrontarlos todos juntos”, afirmó el Secretario General Insulza en una conferencia sobre las luces y sombras de la relación interamericana que dictó en la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins, en Washington, DC.

En su discurso, el máximo representante de la OEA hizo un repaso de lo que han sido las relaciones entre el país del norte y el sur del continente en la última década poniendo como elemento central los cambios políticos, económicos, culturales y sociales operados en América Latina. Recordó que la democracia es hoy predominante en la región y que todos los países de la OEA tienen gobiernos elegidos democráticamente; apuntó que la crisis financiera mundial iniciada en 2008 fue ejemplarmente superada por los países latinoamericanos, y concluyó que estos y otros avances “han creado una nueva sensación de independencia y una esperanza para el progreso en la región que no se debe dejar a un lado cuando se habla de las relaciones hemisféricas”.

Aclaró, que pese a lo anterior, recientes mediciones de opinión revelan que “la mayoría de los latinoamericanos creen que Estados Unidos debe seguir siendo su socio más importantes, debido a que los socios naturales de cualquier economía son sus vecinos y porque nuestros vínculos culturales, políticos, étnicos y geográficos son más fuertes y crecen más fuerte cada día”. Pero apuntó, cerrando su planteamiento, que “hoy en día la asociación sólo puede fortalecerse mediante la cooperación y nunca a través de la imposición”.

Estados Unidos y Latinoamérica, explicó el líder de la OEA, coinciden en que la democracia “no puede ser impuesta en ningún lugar mediante una intervención exterior”, eventualidad que calificó como “inimaginable en estos días”. Indicó que para promover la práctica democrática, los Estados Miembros de la OEA disponen de los instrumentos contenidos en la Carta Democrática Interamericana, que requiere del consenso: “Es un compromiso entre países soberanos, no un recurso para imposiciones por la fuerza”, sostuvo.

En materia de derechos humanos, el máximo representante de la institución hemisférica sentenció que en la región “no hay otra instancia creíble más allá de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y, para aquellos que han ratificado la Convención de San José, la Corte Interamericana de Derechos Humanos”. En ese sentido, el Secretario instó a los países que aún no lo han hecho a que ratifiquen la convención, lo que contribuiría a fortalecer el Sistema.

En lo referente a la prosperidad, el Secretario General Insulza resaltó que todos los países del hemisferio coinciden en los beneficios positivos del comercio, la competitividad, la educación y la energía. La inmigración fue otro aspecto considerado por Insulza como de incidencia notoria en la relación inter regional, en el que se puede fortalecer un trabajo conjunto, ya que es un fenómeno que afecta de una u otra manera a todos los países del continente. “Este es un asunto que puede ser manejado a través del diálogo, para buscar una solución general que sea satisfactoria para todos los implicados”, añadió.

El líder de la OEA recordó que en materia de “crimen y violencia”, también los países de la región tienen intereses en común, especialmente en lo referente al tráfico de drogas, de armas y de personas, y en general el crimen organizado. “Todos somos parte del problema, y sólo entre todos nosotros podremos encontrar una solución”, dijo.

El éxito en esas empresas comunes, precisó el Secretario General Insulza, requiere de un cambio en “cómo manejamos nuestras diferencias políticas e ideológicas”. “Mientras Estados Unidos continúe considerando esas diferencias como peligros o amenazas; y algunos gobiernos continúen culpando al imperialismo extranjero de sus fracasos, la distancia no sólo permanecerá, sino que podría hacerse incluso más pronunciada”, sentenció.

Esa idea, aseguró el Secretario General Insulza, se ve reforzada por la realidad de que la región tiene cada vez más cosas en común, empezando por los intereses económicos. La ex Secretaria de Estado Hillary Clinton, citó el líder de la OEA, recordó en sus memorias que el 40 por ciento de las exportaciones estadounidenses tienen como destino América Latina, y apenas el 7 por ciento tienen como destino China, y el 21 por ciento la Unión Europea. Y un reciente informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el poder de compra de los países, ubicó a Brasil en el séptimo lugar, a México en el undécimo, a Argentina en el 22, a Colombia en el 29, a Venezuela en el 34, a Perú en el 39, y a Chile en el 41.

Finalmente, en referencia a Cuba, único país fuera del Sistema Interamericano, el Secretario General Insulza expresó su esperanza de que en el corto plazo, todos los países del hemisferio, sin excepción, normalicen sus vínculos diplomáticos con la isla.