SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Sin importar el hecho de haber nacido con una condición especial, Ingrid Marlennys Rojas Melo, una joven  con Síndrome de Down, ha dedicado su vida a la pintura, logrando obras impresionantes para una persona con necesidades especiales.

Bajo la firma de Grid, esta joven de 34 años, da vida a través de los colores a hermosos paisajes que convierte en obras de arte.

Su madre, Juana Lucia Melo, conocida por sus allegados como doña Ana, tomó la decisión de inscribirla en una escuela con la finalidad de que adquiriera conocimientos básicos, sin embargo en aquella escuela, sus maestros descubrieron que aquella niña que era un tanto diferente a los demás tenía ciertas habilidades artísticas, específicamente en el área de la pintura.

Y fue así como su madre decide inscribirla en una escuela de pinturas. Tras varios años de estudio  Grid empezó a perfeccionar sus obras, llamando la atención de quienes pensaron que una persona “especial” no podía lograr hacer cosas que se cree “son para personas normales”.

“Alegre” “muy creativa” “respetuosa” “obediente”, son algunas de las cualidades con las que doña Ana describe a su niña, ya que según expresó a pesar de que tiene 34 años, “para mí siempre será una niña, mi niña”.

Ingrid Marlennys nació en el seno de una familia humilde, es la tercera de cuatro hijas y la única en nacer con esta condición especial.

“Mi mamá es una flor” fue la respuesta de la joven cuando periodistas de este diario le preguntaron qué significa su madre, “mi mamá es lo mejor del mundo” continuó diciendo con gran convicción y con ojos llorosos.

Con un lenguaje un poco limitado por su condición, Ingrid sabe expresar lo que quiere para su vida, “pintar es mi vida” exclamó, al tiempo que enumeró otras actividades que se roban su tiempo.

“Me gusta chatear en la computadora, ver televisión, leer, y ver mis novelitas” expresó entre carcajadas la joven artista.

Asimismo Expresó su admiración por los pintores dominicanos Guillo Pérez y Elsa Núñez, al tiempo que recordó con tristeza la muerte de uno de los más grandes pintores dominicanos, a quien idolatra a pesar de su partida, Cándido Bidó.

Relata su  madre que la joven artista siempre le había expresado su deseo de exponer sus obras, tal como lo hacen los grandes maestros de la pintura por los que siente gran admiración.

Movida por ese motor y En busca de mejorar su calidad de vida, la familia tomó la decisión de cumplirle uno de sus más anhelados deseos y presentar una exposición de sus obras.

La actividad se llevará a cabo en la sala Wifredo García de Casa de Teatro, del 8 al 12 de diciembre del 2011 a partir de las 7 de la noche.

El nombre de la exposición es: Expo Grid 2011, y se presentará una recopilación de las mejores pinturas de la artista.

“Expo Grid 2011 es la historia de una guerrera que desde su nacimiento ha
tenido que luchar para sobrevivir. Al nacer Los médicos pronosticaron que sus días estaban contados, sin embargo han pasado 34 años y desde ese día, hemos librado muchas batallas, y ella se ha mantenido en pie, escalando peldaños, logrando metas y alcanzando sueños”.

Así se expresó su hermana mayor Ana Mojica Melo, quien concluyó diciendo “Ella es el eje alrededor del cual giran nuestras vidas”.

Doña Ana, explicó que su hija requiere de la práctica de unos estudios médicos que resultan muy costosos para su humilde familia, y afirmó que ese es uno de los motores por los que decidieron llevar a cabo la exposición.

Uno de los sueños más anhelados por Ingrid Marlennys es ingresar a estudiar pintura a la Escuela Nacional de Bellas Artes, por lo que a través de este medio hizo un llamado especial a la primera dama de la República, Margarita Cedeño de Fernández, con el objetivo de poder obtener una beca para poder ingresar a dicha escuela.

Ingrid Marlennys expresó su deseo de aprender a hacer rostros y no dejar sus pinturas solo en paisajes.

Incluso posee en su historial un sinnúmero de intentos de pintar a Cedeño de Fernández, por quien siente gran admiración, “yo sueño con conocer a la primera dama”, pero según expresó “aún no he aprendido a hacer rostros, y por eso quiero una beca para aprender”.

Explicó que en esos intentos fallidos por dibujar la imagen de la primera dama de la República ha logrado pintar el cuerpo “con su pelo para arriba como ella lo usa”, pero que el rostro aún no ha podido hacerlo.

Además de los cursos de pintura la joven ha llevado a cabo talleres de informática e inglés, los cuales por cuestiones económicas su familia se ha visto en la obligación de suspender.

Entre sus peticiones expresó la necesidad de tener una computadora, y según relató su madre las veces que ha tenido la oportunidad para utilizar una “busca en internet los nombres de las enfermedades que me aquejan, busca los medicamentos que me indicaron, y me dice hasta cuales componentes tienen”.

Tal como dice un dicho popular, “las horas se le van volando”, a Ingrid Marlennys cuando sentada en la galería de su hogar sólo tiene al frente una nueva obra, y en las manos una paleta de colores y un pincel.