Los Ángeles (EE.UU.), 17 feb (EFE).- Jóvenes indocumentados reconocieron hoy que, aunque ha sido un duro golpe la decisión judicial de suspender temporalmente el alivio migratorio aprobado por el presidente estadounidense, Barack Obama, prometen luchar para defenderse de estos ataques antiinmigrantes.

"La Acción Diferida (DACA) es todo ahorita para mí, porque es el que me está dando la oportunidad de ir a la universidad", dijo a Efe Dennis Melara.

Este salvadoreño de 20 años es uno de los más de cinco millones de indocumentados favorecido por las medidas ejecutivas anunciadas en noviembre por Obama y que esperaba tramitar su permiso de trabajo este miércoles, fecha en la que se abría el plazo para la ampliación de DACA, un plan ideado en 2012 y con el que se ha evitado la deportación de más de medio millón de jóvenes.

Sin embargo, su objetivo está un poco más lejos tras la decisión del juez Andrew Scott Hanen de suspender temporalmente este lunes la entrada en vigor de las medidas ejecutivas migratorias de Obama, tras la demanda presentada por 26 estados.

Aparte de la ampliación de DACA, las acciones ejecutivas incluyen un nuevo programa que concedería permisos de trabajo a los padres de ciudadanos estadounidenses o hijos con estatus permanente.

La batalla de este joven comenzó hace seis años cuando dejó a sus padres en El Salvador y viajó a California, donde se convirtió en uno de los mejores jugadores de fútbol americano de las escuelas de Los Ángeles y las universidades se interesaron en él, pero su condición de indocumentado le impidió lograr una beca.

Pero el panorama del salvadoreño cambió tras el anuncio de la ampliación de DACA, pues el joven calificaba para obtener un permiso de trabajo y un número de seguro social que le permitiría acceder a las becas deportivas.

Sharon González, de 23 años, ya ha recorrido parte del camino que Melara quiere seguir. Desde hace dos años la joven está amparada por DACA y obtuvo una beca para seguir sus estudios de medicina.

González, a la que no afecta esta decisión judicial, entiende la situación de estos "soñadores", pues a ella DACA le permitió "estudiar y poder trabajar, tener un seguro social, algo que nos respalde en este país y no sentirnos como en las sombras".

Para Alex Silva, vocero del Club de Estudiantes Indocumentados del Golden West College de Huntington Beach, las historias de un futuro prometedor como el de Melara y González se repiten por todo el país, pero la decisión judicial de este lunes podría frustrar todo el esfuerzo de estos jóvenes.

"Es un momento de transición y de decepción, de decir 'Ya basta'. (…) Pero, por otra parte, te das cuenta de que ya no hay nada atrás" y que, a pesar de todos las trabas, no van a abandonar su lucha y mucho menos el país que les ha visto crecer, aseguró a Efe.

Aunque Silva, Melara y González no se conocen, ni comparten aulas, el nuevo obstáculo puesto por el juez Hanen los ha unido para luchar y no dejarse arrebatar los beneficios obtenidos.

"A veces hay tantas personas que tienen el potencial para hacer algo en este país y no tienen los mismos privilegios y no se puede hacer nada, es frustrante", aseguró González.

Aunque Melara ve su futuro como deportista y profesional pender de un hilo, el joven ya aprendió que las esperanzas no se acaban con este tropiezo.

"Yo nunca dejé de luchar porque sabía que algo iba a volver a pasar, gracias a Dios no dejé de estudiar", dijo. EFE