SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Ignacio Ramonet tiene créditos de sobra para ser invitado al Palacio Nacional, ofrecer una conferencia sobre la economía post covid-19 y proponer un balance de los tiempos modernos muy diferentes a los que nos hemos acostumbrado a escuchar en los intelectuales de la nueva ola democrática, más afincados en la filosofía que en la sociología.
El presidente Luis Abinader invitó a los directores de medios de comunicación y a un grupo de intelectuales y funcionarios, para conversar con Ignacio Ramonet la noche del viernes en el salón Verde del Palacio Nacional.
Como siempre ocurre en estas ocasiones, Raquel Peña, la vicepresidenta de la República, acompañó al presidente y a la primera dama, Raquel Arbaje, que eran los anfitriones de la noche. Milagros Germán, la directora de DICOM, y Daniel García Archibald, director de prensa del Palacio Nacional, también estuvieron presentes, además de Miguel Mejía, quien fuera funcionario del pasado gobierno, pero aparecía como acompañante del intelectual catalán-francés que disertaría.
Luego de la bienvenida de Luis Abinader, y de una breve valoración del rol que ha jugado este intelectual en los tiempos modernos, Ignacio Ramonet inició con los primeros 20 minutos, de una presentación que se extendería hasta las 10:35, y que se había iniciado a las 7:30 minutos de la noche.
Las palabras iniciales fueron para ubicar a la audiencia en el tema. Nada más importante en el mundo, luego de la segunda guerra mundial, que la pandemia de Covid-19. Igual que la guerra, la pandemia produce consecuencias. Aún estamos en los inicios de este fenómeno, y hasta el momento no hay vacuna, y no hay remedios para enfrentar el virus y salvar a los afectados. Se sabe que hay uno o dos medicamentos que ayudan, pero no hay solución científica. Eso es lo que genera pánico. Los jóvenes de hoy tendrán presente, durante toda su vida, la pandemia de Covid-19.
El mundo se puede dividir ahora entre el antes y el después de covid-19. El viejo mundo ha desaparecido. Usted ve una película hoy, y si la gente se abrazo, se reúne, baila, usted puede decir que fue filmada antes del covid. Eso quiere decir que hemos cambiado de mundo, y que las sociedades más desarrolladas no han podido resistir la pandemia. La salud ha desbordado su capacidad de atención por la pandemia. Europa se ha convertido en el epicentro de la pandemia. También Estados Unidos.
América Latina es el segundo epicentro del mundo en covid-19. Perú tiene la mayor tasa de mortalidad del mundo, de manera relativa. Lo único que tenemos contra el covid-19 son las medidas profilácticas tradicionales, como la mascarilla y la distancia social.
La cuestión es que ningún gobierno, por más desarrollado que fuera el país, tenía conocimientos de qué había que hacer frente a la pandemia. El mundo había perdido la memoria de la fiebre Española (surgida en Georgia, Estados Unidos) en 1918, y nadie recordaba lo que debía hacerse frente a una infección como esta. En 1918 la gripe, que mató a más de 50 millones de personas, fue ocultada por la primera guerra mundial, y por eso ningún gobierno tenía el recuerdo de lo que había que hacer.
Las otras pandemias han tenido características diferentes, como el caso del SIDA o el Ébola, que han sido contagiosos, pero se transmiten por la vía sexual o que su transmisión es tan virulenta que la persona infectada muere casi de inmediato. El covid-19 no es tan mortal, y cuando esto comenzó los gobiernos y los medios de comunicación tuvieron una actitud arrogante. China aisló por completo a Wuhan, una ciudad de 57 millones de habitantes, y por ello fue criticado porque sus medidas eran demasiado drásticas.
Pero cuando el virus llegó a Europa, los gobiernos y los medios se dieron cuenta que esa medida era lo único que se podía hacer para detener la expansión del virus. Y todo ello ha tenido consecuencias terribles para cada uno de los países. Francia, por ejemplo, en dos meses de encierro ha tenido un impacto negativo de 200 mil millones de euros.
Lo que está en juego en este momento es la parálisis de la economía, y las consecuencias las están teniendo las grandes empresas, como líneas aéreas, ferrocarriles, compañías de autobuses, empresas productoras de automóviles, al igual que los productores de insumos de automóviles. Ha habido despidos masivos de trabajadores, y apenas algunos sectores se han mantenido en producción.
Hay falta de demanda y falta de oferta. Esta es una crisis semejante o superior a la gran crisis de 1929, que fue una crisis de sobreproducción. Ocurre que ahora, con la crisis de oferta y de demanda, el sistema bancario, el turismo, los taxis, la producción, también entran en crisis, y es probable que no puedan cumplir los compromisos de créditos que tienen con el sistema financiero. Por eso no es extraño que haya fusiones bancarias en grandes instituciones. Esta crisis podría ser multifacética.
Los gobiernos y las ayudas que ofrecen
Los gobiernos están haciendo lo que pueden, y lo que hace en situaciones de crisis. Tomar medidas anticíclicas, ayudar a los trabajadores, a las empresas, a las familias y ofrecer también ayudas personales.
Por primera vez, desde 1917, hay una crisis planetaria y el país líder en el mundo, la potencia, no ayuda. Es la primera vez que las autoridades de los Estados Unidos no asumen su rol de primera potencia del mundo y prestan ayudas a sus aliados.
¿Qué consecuencias tiene esto, la ausencia de Estados Unidos en el mundo post-pandémico? Estados Unidos ya no son lo que eran, o puede parecer que ya no son lo que eran. La pandemia ha demostrado que no hay solidaridad en el mundo, que las Naciones Unidas han brillado por su ausencia, que el Banco Mundial ha brillado por su ausencia. Al propio papa Francisco, con quien me he reunido varias veces, no se le ha escuchado. Los países se han encontrado dependiendo de sus gobiernos. Los ciudadanos se han dado cuenta que solo pueden contar con el Estado. El Estado ha regresado.
El mundo necesita mayor solidaridad. América Latina puede tener muchas consecuencias graves. Los tres sectores que han sido más afectados son la minería, las remesas y el turismo. Estos tres recursos están directamente afectados por la pandemia.
América Latina está saliendo del peor decenio de su historia reciente (2000-2019) desde la segunda guerra mundial. Recordemos que el 53% de sus activos están en la economía informal, que cerca del 50 por ciento de las personas no tienen un alojamiento digno, y que la seguridad es un elemento igualmente afectado por la pandemia.
Los tres tiempos por los que estamos pasando son: El tiempo sanitaria, el tiempo económico y el tiempo político. Un posible cuarto tiempo es el social, como consecuencia de los tres primeros. Existe también la posibilidad de que los militares vuelvan a emergen otra vez en América Latina.
Bajan las cifras de la criminalidad, dice Luis Abinader
Eran las 9:09 minutos de la noche cuando Ignacio Ramonet concluyó su disertación inicial, para abrir el apetito de los comensales intelectuales invitados. El presidente Luis Abinader tomó la palabra, agradeció el tanqueta de información, dio apertura a la cena planteada, y el senador de Samaná, Pedro Catrain, fue el primero en tomar la palabra, trayendo algunas de las reflexiones de los filósofos más renombrados de la actualidad, y en particular el coreano Byung-Chul Han.
Llegó la crema de ahuyama, y luego comenzaron a llegar los platos fuertes: filete de res a la pimienta verde y pechuga de pollo rellenas de tomates secos, acompañadas de bolitas de arroz al puerro y soufflé de yuca con queso.
Para Ignacio Ramonet, que tenía a su lado al presidente Luis Abinader, y a la vicepresidenta de la República, Raquel Peña, aquello era una oportunidad. Cada pregunta representaba una charla diferente, con mucha información y referencias biográficas.
El coronavirus es una expresión de la crisis ecológica, dijo Ramonet y lo reiteró. Es una expresión que repite siempre que puede. Los países industrializados abandonaron los acuerdos de París. Y le alegra que Luis Abinader en su discurso ante Naciones Unidas haya asumido la postura para él correcta, de apoyar los acuerdos de París. En los próximos 20 años podrían surgir todavía dos o tres virus más, como ha surgido el covid-19. Esta crisis sanitaria es un aspecto de la crisis climática, insiste.
No era posible dejar de mencionar a Donald Trump, a quien define como muy particular y no asimilable, porque es un aislacionista, pero igualmente tiene un concepto de aislamiento muy sui géneris. Entiende que si ganara las elecciones de noviembre, una de las cosas primeras que haría sería salir de la OTAN. Esto representaría un cambio importante para todo el mundo occidental.
¿Cuál es la teoría política de Donald Trump? Es muy difícil de definir, dice Ramonet, y no parece que tenga una ideología.
Tirso Mejía-Ricart toma la palabra, habla como profesional de la psicología, y se refiere a los asuntos de la seguridad de los ciudadanos. Es el presidente Luis Abinader quien pide una oportunidad para referirse a ese tema, y sostiene que pandemia ha reducido significativamente la violencia social. Y ofrece datos.
Desde abril hasta la actualidad, dice el presidente, se ha reducido a 9 el número de personas muertas por cada 100 mil habitantes, y antes teníamos 19 muertos por cada 100 mil habitantes. Es el índice de criminalidad más bajo que hemos tenido en mucho tiempo, y se debe a la pandemia de covid-19.
Los grandes problemas y el cambio del mundo
Ramonet vuelve a la carga, luego de una amplia disertación de Osvaldo Santana, director de El Caribe, y otra de Milagros Ortiz Bosch.
Define los tres grandes problemas del mundo, que son:
1. El cambio climático
2. Las grandes migraciones
3. Las nuevas tecnologías, que lo dominan todo.
La siguiente intervención correspondió a Fausto Rosario Adames, de Acento, que preguntó a Romanet qué recomienda hacer en esta crisis a un país de ingresos medios como la República Dominicana, con problemas en las remesas, el turismo y las exportaciones. Ramonet dice que quien debe responder es Luis Abinader, quien agradece el gesto de Ramonet, pero pide que hable él, que todos le queremos escuchar.
Ramonet admite que no ha estudiado el tema dominicano en particular, pero entiende que debemos convivir con el virus y que no nos podemos confinar y que la maquinaria económica tiene que relanzarse, para estimular al mercado nacional, a las clases medias, y reposiciones la identidad turística, que es muy fuerte, además de la belleza del país y del potencial que tienen sus exportaciones. Dijo que en París, donde vive, él siempre compra bananos dominicanos, que son los mejores, porque son orgánicos.
La crisis de la deuda, según Luis Abinader
Luis Abinader toma la palabra.
Yo pienso que todos los países vamos a sobrepasar esta crisis, dijo al comenzar.
Lo que viene es la crisis de la deuda, dentro de dos años. Mientras tanto, el turismo y su relanzamiento es el gran reto que tenemos. Estamos procediendo a abrir el 40 por ciento de nuestra oferta turística. Al mes de octubre la idea es que el 40 por ciento de los hoteles estén abiertos, y que en diciembre entre el 60 y el 70 por ciento estén abiertos.
Explicó que las medidas de apoyo, como Fase, Quédate en Casa y Pa tí, fiscalmente no son sostenibles más allá del 2020, por lo que en diciembre habrá que cortarlas. Lo que viene, según Luis Abinader, será la crisis de la deuda dentro de un año o dos años.
Expresó que el problema será el costo de la deuda. Japón tiene una gran deuda, pero la tasa que paga es el 0.8 por ciento de tasas de interés, y nosotros pagamos el 9 por ciento de tasa de interés. El gran reto nuestro es bajar el costo de la deuda. La otra cosa es que debemos diversificar la deuda, para que una parte sea en dólares y otra parte sea en pesos.
Ahora por ejemplo, las agencias crediticias se hacen de la vista gorda en cuanto al déficit, que pudiera ser del 4 por ciento del PIB, pero luego te lo sacan en cara, como le ha pasado a Costa Rica, que está pagando 2.5% más que República Dominicana porque se excedió con el déficit.
Recientemente la República Dominicana lanzó una oferta de bonos, y a la 1 de la tarde ya teníamos una oferta de 3×1. La oferta se cerraba a las 4 de la tarde, pero la cerramos a las 2 de la tarde, porque teníamos sobre los 9 mil millones de dólares sobre la mesa.
Lo que nos toca es mejorar la calidad del gasto, y lo estamos haciendo, y realizar grandes proyectos de inversión.
Aquí Luis Abinader se refirió a Pedernales, que dijo será la gran novedad en términos de inversión, porque la Compañía Pedernales podría ser la de mayor valor de la República Dominicana, y que antes de diciembre estará lista para su lanzamiento.
Ignacio Ramonet volvió a tomar la palabra. Habló sobre Los Estados regulados fuertes y los Estados participativos fuertes. Los temas no estaban agotados, pero luego de casi tres horas, y la cena ya agotada (no hay alcohol en el Palacio Nacional), no había mucho ánimo para continuar.