SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Tras ser ridiculizada, por matemáticos en primer lugar, y determinarse que se trataba de una campaña publicitaria, la Universidad de Cardiff se distanció muy flemáticamente de la fórmula de Arnall y de todo el asunto y dijo que este “antiguo profesor a tiempo parcial” ya no impartía clases.
Lo cierto es que desde entonces se aprovecha este día para alentar a tristes y deprimidos a tomar en serio su condición, porque es delicada para la salud.
Para contrarrestar las depresiones, hay que empezar por recurrir a la “memoria positiva específica” para no ser vulnerable a ella, tan vinculada al estrés, dice un estudio científico que publicó la semana pasada la revista Nature.
Este estudio de los investigadores Susanne Schweizer, Ian M. Goodyer y Anne-Laura van Harmelen, de la University of Cambridge, comienza recordando que la depresión es la principal causa de discapacidad en todo el mundo. Para este caso, se estudió el asunto examinando a adolescentes, tan propensos a estresarse y deprimirse.
“La exposición temprana en la vida al estrés aumenta el riesgo de depresión (…); en respuesta al estrés, se ha encontrado que la activación de la memoria positiva específica amortigua las respuestas de cortisol (hormona de naturaleza corticoide que segregan las glándulas suprarrenales) y mejora el estado de ánimo en los humanos”, se lee en el estudio.
Reducir la vulnerabilidad depresiva
Los investigadores examinaron si “el recuerdo positivo específico predice una vulnerabilidad reducida a la depresión” y enumeraron una serie de hallazgos.
Estos hallazgos, concluyeron, indican que “recordar experiencias de vida positivas específicas puede ser un factor de resiliencia que ayuda a reducir la vulnerabilidad depresiva en adolescentes con antecedentes de estrés en la vida temprana”.
Recomendaciones caseras para encarar la depresión
“Come algo rico y aprovecha de alimentarte con cosas que te den energía. Un trozo de chocolate activarán tu seratonina y endorfinas, las sustancias responsables en tu cuerpo de la felicidad”, es la fórmula rutinaria contemporánea para hacer frente a “los bajones”.
También son de rigor hoy los consejos de alejar la tristeza encontrándose con amigos al final de la jornada y, aunque sea festivo en RD, para escuchar canciones del tipo “La vida es un carnaval” y huir si alguien pone a Charles Aznavour entonando “Venecia sin ti, tristeza sin fin”.
La depresión debe tratarse profesionalmente como cualquier enfermedad
El neuropsiquiatra Edilberto Peña, director general del Centro de Investigaciones del Sistema Nervioso (CISNE), declaró a la delegación de Efe en México que el “Blue Monday” sirve para poner atención en una enfermedad como la depresión.
"La depresión no es solo un estado de ánimo normal esperado por la época", aseveró el especialista y recordó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) contabiliza a unos 350 millones de deprimidos en el mundo, enfermedad cuya prevalencia es superior a la de la diabetes, por ejemplo.
"Por lo tanto, debemos preocuparnos por darle la misma importancia a nivel de información y tratamiento", dijo y señaló que las personas con depresión pueden llegar a ver acentuados sus síntomas en este día, por lo que se debe poner especial atención en ellos para que no haya ninguna consecuencia de gravedad.
El experto argumenta que es importante que las personas deprimidas dejen de estigmatizar su enfermedad y que sean más conscientes de los síntomas, pero sobre todo que busquen ayuda.
"Un síntoma clásico es tener un estado de ánimo triste que sea persistente la mayoría de los días en cuando menos dos semanas", señala.
Además, la gente deprimida suele ser incapaz de sentir placer en las cosas que antes le producían felicidad y pueden tener alteraciones en su energía, en el sueño y el apetito. Se pueden tener alteraciones en el pensamiento, ideas catastróficas ligadas a la muerte y el suicidio, advirtió.
La recomendación de Peña apunta a que siempre y no solo en este día se esté consciente de las emociones y se aprenda a expresarlas.
Apoyarse en la familia y si es grave en un profesional
También recomienda apoyarse en la familia: "La mayoría de la gente no está sola, y hablar con alguien nos ayudará a organizar los pensamientos, emociones y empezar a sentirnos mejor", dice.
Finalmente, manifiesta que es importante que si el malestar es persistente y afecta el funcionamiento, se debe valorar que podríamos tener un trastorno depresivo. Y como cualquier tema médico serio, se debe acudir al doctor.
¿Y cuándo el enfermo de estrés y depresión es el médico?
En la Jornada Médico Científica celebrada en Santo Domingo en octubre pasado el psiquiatra Luis Emilio Montalvo, jefe de la unidad de Salud Mental de CEDIMAT –un centro hospitalario y de enseñanza médica de postgrado dominicano incluido entre las instituciones de salud más modernas e importantes de Centroamérica y el Caribe- ofreció una conferencia magistral sobre la salud mental de los médicos “en un mundo caracterizado por una pandemia de estrés generalizado”.
Este miembro internacional de la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) demostró en su conferencia que los médicos, por su labor cotidiana, no solo constan sino que destacan entre las víctimas de situaciones extremas asociadas al estrés y a las depresiones. Muchos de ellos llegan a ser protagonistas, inclusive, en el uso de indeseables “válvulas de escape”, entre ellas las adiciones a drogas y alcohol, alertó Montalvo.
La exposición que hizo sobre el Síndrome Burnout (quemado, fundido), estrés laboral que deja a sus víctimas en un evidente estado de agotamiento físico, emocional y mental, con todas las consecuencias que ello entraña -incluido su impacto en la autoestima y en la pérdida de interés profesional y hasta de empatía mínima con sus pacientes-, retumbó entre los asistentes a la conferencia, la mayoría médicos y estudiantes de medicina.
La despersonalización y la desmotivación son características del Síndrome Burnout. “Es como cuando uno ve un alma en pena, porque no todos los que están en Burnout se suicidan, sino que, por ejemplo, se dedican a beber”, dijo sin olvidar felicitarse que ese Síndrome no exista entre el personal del CEDIMAT.
Montalvo no quiso dejar un mal sabor en su auditorio e hizo hincapié en “la psicología positiva y en la fuerza del amor, del humor y del entusiasmo” para salir adelante.
Incluso apeló a las neuronas espejo, “aquellas que nos permite tener empatía”, dijo y se mostró esperanzado en que los facultativos de la salud afectados, algunos en fase de negación de su dolencia, busquen finalmente la ayuda profesional formal requerida.