París, 18 nov (EFE).- El presidente francés, François Hollande, aseguró que la intervención de hoy en Saint Denis es "la expresión de que Francia está en guerra" contra el Estado Islámico, al tiempo que alertó contra "el veneno de la sospecha" que pueda degenerar en actos de odio contra determinadas comunidades.
Ante la Asamblea de Alcaldes de Francia, Hollande indicó que hay que responder con firmeza al reto que les plantea el terrorismo, pero también alertó contra el peligro de "caer en la estigmatización" de los musulmanes.
"Nuestra cohesión social es la mejor respuesta y nuestra unión nacional es la expresión. Tenemos que ser implacables contra toda toda forma de odio. Ningún acto xenófobo, antisemita, antimusulmán debe ser tolerado", agregó.
También alertó contra quienes quieren vincular la amenaza terrorista con la llegada masiva de refugiados a Europa y señaló que el único lazo entre ambos es que "los habitantes de Irak y Siria huyen porque están martirizados por los mismos que atacan hoy" en Francia.
Hollande confirmó que Francia sigue dispuesta a acoger 30.000 refugiados en los dos próximos años, pero señaló que procederá a las "verificaciones necesarias" antes de aceptar su entrada.
También recordó que la reforma del derecho de asilo permite rechazar a toda persona cuya estancia en Europa constituya una amenaza.
"De esta forma afianzaremos la seguridad de los franceses con un control reforzado en las fronteras pero siendo fieles a nuestros valores", dijo.
Ante los alcaldes, Hollande aseguró que los poderes municipales tienen también un papel que desempeñar en la seguridad de los ciudadanos y se comprometió a aportar armas de la policía nacional para las policías locales de las ciudades que lo soliciten. EFE