SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Este método considera variables clínicas tales como los antecedentes de diarrea, síntomas clínicos de neumonía y desnutrición, y hasta variables climáticas, como la temporada de lluvias, y se probó recientemente en Mozambique, país situado en el sureste de África, a orillas del océano Índico, donde la probabilidad de morir de un bebé en su primer mes de vida tras salir del hospital es también muy elevada.

“La muerte (inmediatamente) después del alta hospitalaria es poco reconocida (en los estudios sobre) la mortalidad infantil. Se podría usar fácilmente este algoritmo predictivo simple, basado en variables fácilmente reconocibles para identificar a la mayoría de los bebés y niños con alto riesgo de morir después del alta”, dice en sus conclusiones este estudio, publicado esta semana en la revista científica News Journals Gateway.

El estudio demostró que el algoritmo basado en estos sencillos signos es capaz de determinar a los niños con mayor riesgo de morir y que, una vez identificados, su suerte podría cambiar con un seguimiento proactivo tras el alta hospitalaria.

"La implementación de este modelo predictivo podría contribuir a disminuir la mortalidad infantil en países de renta baja", confirmó la investigadora del ISGlobal Lola Madrid.

Según la científica, en los últimos 25 años "ha habido una reducción significativa, aunque insuficiente", de la mortalidad de menores de cinco años en el mundo, que ha sido del 50 % en vez del 75 % fijado por los objetivos del milenio.

En República Dominicana no hay tal reducción

En República Dominicana no hay tal reducción y ya terminando el año van más de tres mil neonatos fallecidos. Solo entre enero y octubre eran 2,830 los recién nacidos muertos (346 más que en el mismo periodo de 2017), según los datos oficiales.

El país ocupa el segundo lugar, después de Haití, en las peores tasas de mortalidad neonatal de América Latina. En el mundo, la Republica Dominicana se ubica en el lugar número 50 de las mayores tasas de mortalidad neonatal de una lista de 184 países.

El Servicio Nacional de Salud  (SNS) reconoció recientemente que “no tiene justificación” que un país de ingreso medio como el nuestro mantenga las tasas más altas de la región tanto en mortalidad materna como neonatal.

Según la Alianza por el Derecho a la Salud (Adesa), en 2017 murieron 2.835 niños menores de un año, el 83 % de ellos neonatales, para un incremento de un 9 % con relación al año anterior.

El asunto llevó el mes pasado al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) a designar profesionales seleccionados y capacitados para que supervisen en los hospitales el cumplimiento de los procedimientos dirigidos a reducir la mortalidad neonatal.

La representante de UNICEF, Rosa Elcarte, declaró al respecto: “En este momento soy la persona más feliz del mundo; como mujer, como madre, como representante de UNICEF, veo que ahora sí se están haciendo las cosas para disminuir los indicadores” de la mortalidad neonatal y materna.

Disminución, pero a partir desde el 2019

Esta disminución se comenzará a reflejar desde el 2019, que “podría ser histórico en la reducción de la mortalidad materna neonatal”, porque existe, remarcó Elcarte, “la voluntad política por parte de las autoridades de salud” para que así sea. De esto Acento informó oportunamente el 11 de noviembre: https://acento.com.do/2018/salud/8623570-aumento-mortalidad-neonatal-rd-obliga-la-actuacion-unicef/

Las propias autoridades y los organismos internacionales, como OPS y UNICEF, han reconocido –se dijo entonces- que cerca del 83% de la mortalidad neonatal “se puede evitar con solo garantizar servicios sanitarios de calidad en el primer y segundo nivel de atención en salud”.

En los países de renta baja, señala la investigadora del ISGlobal, los niños que salen del hospital tienen un mayor riesgo de morir durante las semanas posteriores, independientemente de la enfermedad por la que estuvieron ingresados. Lo mismo se supone que sucede en República Dominicana

El reto, por tanto, es poder identificar a los menores de mayor riesgo para seguirlos de cerca y evitar así que siga subiendo el número ya considerable de muertes infantiles, en lo que podría ayudar este algoritmo desarrollado por esta instancia catalana.