Puerto Príncipe, 19 feb (EFE).- Haití recupera este martes tímidamente la normalidad después de las violentas protestas de los últimos días en reclamo de la dimisión del presidente del país, Jovenel Moise, quien acaba de cumplir dos años en el cargo.
Muchas escuelas abrieron este martes sus puertas tras casi dos semanas de cierre, aunque la asistencia de los estudiantes fue tímida, mientras que el transporte, paralizado todos estos días, empezó a recobrar la normalidad.
El Gobierno llamó el domingo a la población a incorporarse a las actividades este lunes después de más de una semana de paralización general, e instó a las instituciones a cargo de la seguridad pública y nacional, en particular a la Policía Nacional, a proteger vidas y bienes "para acompañar este retorno a la vida normal".
El país sigue bajo un ambiente de incertidumbre, mientras que el Sector Democrático y Popular, que agrupa a varios líderes políticos y sectores sociales que promueven las protestas, anunció para este martes una rueda de prensa para evaluar la situación y determinar los próximos pasos en su lucha.
El presidente Moise pidió ayer a la organización Religiosos por la Paz servir de mediador entre el Gobierno y la oposición, lo que fue rechazado de inmediato por esta institución.
En medio del tenso panorama que vive la nación, la Policía Haitiana informó ayer de que siete extranjeros y un haitiano fueron detenidos por posesión ilegal de armas de guerra.
Los detenidos son cinco estadounidenses, dos serbios y un haitiano quienes, de acuerdo con la información, tenían en su poder varias ametralladoras, pistolas, chalecos antibalas, drones y teléfonos satelitales, entre otros equipos.
La Embajada de Estados Unidos en Haití confirmó que hay ciudadanos estadounidense entre los ocho detenidos
El 7 de febrero, coincidiendo con el segundo aniversario de la llegada de Moise a la Presidencia, se iniciaron violentas protestas en Haití, que se prolongaron durante toda la semana y causaron al menos nueve muertos, en medio de una severa crisis económica que se agravó este año por una fuerte depreciación del gourde, la moneda oficial, y por los fallos en el suministro de electricidad derivados de la escasez de combustibles.
Moise ha llamado a sus opositores al diálogo, pero estos se niegan a sentarse con el presidente, cuyo Gobierno declaró el pasado 5 de febrero, dos días antes de que se iniciaran las protestas, urgencia económica, que implica reducir el costo de los bienes de primera necesidad o incrementar el acceso al crédito de las pequeñas empresas para intentar paliar la crisis.
Los manifestantes también exigen justicia en las supuestas irregularidades en el programa Petrocaribe, a través del cual Venezuela suministra petróleo a este país a precios blandos.
Una auditoría presentada por el Tribunal de Cuentas reveló irregularidades entre 2008 y 2016 en este programa y señaló a 15 exministros y actuales funcionarios que están involucrados en este caso, así como una empresa que dirigía Moise antes de llegar a la Presidencia de Haití. EFE