(Jean-Michel Caroit)
PUERTO PRÍNCIPE, República Dominicana.-El Colectivo de Ciudadanos Académicos (Collectif des universitaires citoyens – Cuci) cuestiona la falta de civismo y la actitud de los medios de comunicación en la crisis entre Haití y República Dominicana revivida desde el mes de febrero.
“La crisis de Haití y la República Dominicana, los medios y la educación cívica” es el tema que fue elegido por el grupo para una conferencia sobre la crisis el viernes 13 de marzo de 2015.
Al igual que en 1937, durante la masacre de miles de haitianos en la República Dominicana, la indignación y la ira del pueblo haitiano son grandes desde el descubrimiento del cuerpo de un residente haitiano que colgaba en un árbol en Santiago, señala el profesor Toussaint Herold.
Sugirió la creación de una carrera universitaria haitiano-dominicana de los dos países; una semana de solidaridad haitiano-dominicana, y un servicio de solidaridad nacional para los campesinos haitianos financiado por los sectores público y privado
“Esta historia [de la masacre de 1937] no se enseña en las escuelas haitianas. Ahora, para que un pueblo avance, tiene lo que se llama el deber de memoria y de la conmemoración. ¿Cuáles son los monumentos que se han levantado para los 15,000 haitianos muertos en la República Dominicana?
¿Dónde están los monumentos a los haitianos que fueron asesinados? Esto significa que hay falta de memoria y de conmemoraciones”, se lamenta el profesor Toussaint, doctor en Sociología que tiene un título de maestría en comunicación social.
Para él, el punto de partida del problema es la cuestión de si no hemos introducido en Haití “el reinado del menosprecio social”.
“Desde 1937 hasta la actualidad, ¿que hicieron los diferentes gobiernos del país para defender la dignidad del pueblo haitiano? ¿Para defender el suelo haitiano? ¿Dónde está la entrega al servicio comunitario? ¿El vivir juntos?”, expresó críticamente el profesor Toussaint.
A 78 años (1937-2015) después de la masacre, la crisis hatiano-dominicana resurgió ante los ojos de la comunidad internacional, que sigue demostrando su relajamiento para abordar las acciones xenófobas y antihaitianas de los dominicanos, y condenarlas.
Los medios de comunicación: una lógica de confrontación
Richardson Dorcé, un estudiante del programa de Maestría en la Universidad Estatal de Haití (UEH), y miembro del Cuci, formó parte de una mini encuesta de monitoreo de algunos medios de comunicación en la capital (Puerto Príncipe) sobre los conceptos más usados sobre la cuestión de la crisis hatiano-dominicana.
“Apartheid en la República Dominicana, maniobras de intimidación, la caza de haitianos, boicot al turismo dominicano, lógica de confrontación, espíritu de venganza, la burguesía ultranacionalista dominicana, la profanación de la bandera de los dos pueblos”, estas son las frases más comunes en los medios de comunicación en el contexto considerado.
Richardson Dorcé señala que reflejan una lógica de confrontación y un resurgimiento del sentimiento antihaitiano y antidominicano, de ambos lados. Esto puede llevar a una crisis de mayor magnitud en la isla.
Por una educación cívica
“Deberá pasar un siglo para borrar la discriminación, los prejuicios y los estereotipos entre haitianos y dominicanos. ¿Qué esperamos para establecer un verdadero programa de educación en la solidaridad real destinada a ambos pueblos?”, se pregunta el profesor Herold Santos.
El Colectivo de Ciudadanos Académicos hizo varias propuestas al final de su conferencia.
Sugirió la creación de una carrera universitaria haitiano-dominicana de los dos países; una semana de solidaridad haitiano-dominicana, y un servicio de solidaridad nacional para los campesinos haitianos financiado por los sectores público y privado.