Guatemala, 2 oct (EFE).- Guatemala lucha contrarreloj con sus escasos medios para encontrar supervivientes del deslizamiento de tierra y afrontar un desastre natural que alcanza los 16 muertos y más de 600 desaparecidos, mientras la comunidad internacional ya ofreció su ayuda para cooperar en cualquier ámbito que se requiera.

El país centroamericano vive una jornada lúgubre por los 16 fallecidos -entre ellos tres menores de edad-, 34 rescatados y 48 albergados que, según el último recuento ofrecido por la estatal Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), ha dejado el deslizamiento de tierra que se produjo este jueves a últimas horas de la noche en el país centroamericano.

El presidente de Guatemala, Alejandro Maldonado, dijo este viernes, en una conferencia de prensa, que "la prioridad" es rescatar al mayor número posible de personas con vida en el área damnificada, de unos 169 metros lineales.

El mandatario guatemalteco tildó de "suceso desafortunado" este deslizamiento que se produjo a causa de las copiosas lluvias de los últimos días.

El secretario ejecutivo de la Conred, hijo del presidente, con el que además comparte nombre, Alejandro Maldonado, agregó que esta tragedia, de la que el número de muertos probablemente sea "mayor", tiene como consecuencia una "combinación de factores" que se han dado en esa área ya declarada de riesgo en el 2008 por la institución que representa.

A este propósito mencionó la interacción del río Platanitos, la erosión de la zona y algunos drenajes "ilegales".

De acuerdo con un informe de la institución estatal, fechado el 5 de noviembre de 2014, el sector, debido a las crecidas del río Pinula sufridas durante varios años, tenía "socavación y erosión en terrenos y viviendas".

Entre las recomendaciones, instaba a la municipalidad de Santa Catalina Pinula a considerar la reubicación de la comunidad afectada "parcial o totalmente" en lugares que reunieran "condiciones aptas para viviendas".

En el caso de mantener la comunidad, agrega el escrito, se debe tomar en cuenta que las viviendas ubicadas al borde del caudal "deben ser reubicadas" y el resto tienen que estar sujetas a un monitoreo constante.

El informe exhortaba también a restringir el paso de vehículos pesados por el sector, proteger las cañerías de agua que estaban al descubierto o "conservar" las laderas.

El portavoz de la Conred, David de León, reconoció a Efe que la situación "se podría haber evitado" y achacó el desenlace a una "responsabilidad compartida" de instituciones como la municipalidad, que no hace cumplir el Plan de Ordenamiento Territorial, y la propia población, que no atiende a las recomendaciones que alertan del riesgo que supone construir viviendas en barrancos o laderas.

Según De León, esta situación se podría haber producido en cualquier lugar, ya que solo en el área metropolitana hay 232 asentamientos considerados "de riesgo", al estar ubicados en laderas o barrancos, y se calcula que en ellos viven unas 300.000 personas.

Guatemala vive una migración "interna hacia la capital" donde la gente "invade los terrenos" que encuentra y construye sin prestar atención a los riesgos, manifestó.

El funcionario recordó que Guatemala es un país "multi-amenaza" que se enfrenta, de manera diaria, a multitud de desastres, como terremotos, inundaciones, huracanes o erupciones volcánicas.

La comunidad internacional, a través de las Naciones Unidas y países como México o Cuba, ya ha ofrecido su apoyo y ayuda a Guatemala, que ahora debe gestionar y solicitar los elementos que considere oportunos.

Hasta el momento, en la "zona cero" trabajan un total de 616 personas y se usan unos 43 vehículos "sin descanso", ya que las autoridades, bomberos voluntarios, policías o militares tienen "noticias" de más supervivientes, por lo que las labores de búsqueda y rescate no se suspenderán.

Un extremo que agradecen los familiares y las víctimas, que se agolpan en las inmediaciones del suceso y en los albergues que las autoridades habilitaron con la esperanza de encontrar a sus seres queridos.

El deslizamiento es uno de los mayores desastres que registró Guatemala este año durante la irregular época lluviosa que sufre el país desde el pasado mes de mayo, por lo que las autoridades declararon alerta naranja institucional y roja a nivel municipal. EFE