SAN JUAN, Puerto Rico – La tripulación del cúter Sapelo de la Guardia Costera  de Estados Unidos 1.3 toneladas de cocaína en la costa de la República Dominicana el sábado, e interrumpió un envío marítimo de drogas ilegales en un esfuerzo conjunto como parte de la Operación Guardia Caribe.

El cargamento de droga se estima que tiene un valor total de más de 34 millones de dólares estadounidenses.

Mientras estaba en un patrullaje de rutina, la tripulación de una nave del Air Station Miami Ocean Sentry detectó una embarcación sospechosa al sur de Baní, República Dominicana, el sábado por la noche.

El Sector San Juan de la Guardia Costera fue notificado y desvió la tripulación del Sapelo, que estaba patrullando la zona en ese momento, para interceptar la embarcación.

La tripulación de la aeronave observó que los presuntos contrabandistas lanzaban objetos sospechosos por la borda cuando huían a gran velocidad cuando se dieron cuenta de la presencia de autoridades policiales en la zona. Esto dio lugar a una respuesta interinstitucional, que incluyó aviones de la Fuerza Especial Conjunta Interagencias del Sur (Joint Interagency Task Force South o JIATFS) y fuerzas de la Marina de Guerra Dominicana.

Después de buscar durante toda la noche y al día siguiente, la tripulación de la Sapelo recuperó 43 fardos de contrabando que habían sido arrojados al mar por los sospechosos a bordo de la embarcación en fuga. Una inspección posterior y pruebas realizadas al material de contrabando revelaron que se trataba de cocaína.

"El trabajo de la Guardia Costera de interceptar traficantes tan lejos de la costa de nuestro país es inquebrantable. El trabajo interinstitucional del pasado sábado por la noche mantuvo evitó que casi 2,800 libras de cocaína llegaran a cualquiera de las costas. La buena coordinación entre todos los niveles de gobierno y con nuestros socios internacionales en República Dominicana hace de la región un lugar más seguro", dijo el capitán Drew Pearson, comandante del Sector San Juan de la Guardia Costera.

Los esfuerzos que se llevaron a cabo bajo la Operación Guardia Caribe, que es una operación entre varias agencias del Departamento de Seguridad Interna para apoyar los esfuerzos en marcha en Puerto Rico y las Islas Vírgenes Estadounidenses, se están ejecutando en el marco del Mecanismo de San Juan de Coordinación Regional (SJ RECOM) y el Grupo Interagencias de las Fronteras del Caribe (CBIG).

CBIG fue creado formalmente para unificar los esfuerzos de las Aduanas de EE.UU. y Protección Fronteriza, la Guardia Costera de EE.UU., Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU., la Oficina del Fiscal Federal de EE.UU. para el Distrito de Puerto Rico, y las fuerzas conjuntas de la policía de Fueras Unidas de Acción Rápida de Puerto Rico (FURA), en su objetivo común para asegurar las fronteras de Puerto Rico y las Islas Vírgenes de EE.UU. contra inmigrantes ilegales y el contrabando de drogas.

La Guardia Costera apoya esta iniciativa mediante el despliegue de recursos y equipos de la propia Guardia Costera de los EE.UU., como aviones HC-130 y HC-144 de patrulla marítima y otros guardacostas, con el fin de aumentar los recursos federales asignados a nivel local y fortalecer los esfuerzos de patrullaje para disuadir, detectar e interrumpir el tráfico marítimo ilícito en y alrededor de Puerto Rico y las Islas Vírgenes Estadounidenses. Además, CBIG trabaja estrechamente con socios nacionales, específicamente de la Marina, la Fuerza Aérea y la Dirección Nacional de Control de Drogas, así como del JIATFS.

La nave Sapelo de la Guardia Costera es una nave patrullera de 110 pies Clase Island, cuyo puerto base es San Juan, Puerto Rico.

El Sapelo y otros 40 barcos patrulleros Clase Island están siendo sustituidos por 58 nuevos cúter clase Sentinels, de respuesta rápida (FRC). El FRC es capaz de alcanzar velocidades superiores a los 28 nudos y puede operar en aguas de más de 8 pies. Armado con una ametralladora de 25 mm y cuatro ametralladoras calibre .50, el cúter de respuesta rápida proporciona potencia de fuego letal para la seguridad nacional. La velocidad, estabilidad y la potencia de fuego de la FRC aporta gran capacidad para salvar vidas, para el  orden público y la seguridad de la patria, en el mismo paquete.