SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El informe del FBI fue difundido hoy mismo por Cuba en Miami http://www.cubaenmiami.com/el-fbi-pone-en-duda-el-ataque-sonico-que-enfermo-a-diplomaticos-en-cuba/, donde se lee que un nuevo informe de esa instancia policial “arroja dudas sobre la teoría inicial de que los estadounidenses han sido afectados por ‘ataques sónicos’ en La Habana.

Se trata de un informe provisional de expertos de la División de Tecnología Operacional del FBI, quienes “no han encontrado evidencias que ondas sónicas hayan afectado a los diplomáticos estadounidenses”.

“El reporte de FBI pone más misterio sobre lo sucedido en Cuba que no solo ha afectado a funcionarios estadounidenses sino también a familiares y diplomáticos de Canadá”, añade el portal.

El estudio científico de dos biólogos

El estudio científico de los biólogos Alexander Stubbs, graduado de la Universidad de California, Berkeley, y Fernando Montealegre-Zapata, profesor de la Universidad de Lincoln, en Reino Unido, fue publicado, a su vez, bioRxiv preprint; es decir, sin que aún haya sido finalizado por sus autores y, por lo tanto, no ha sido revisado por pares.

Los artículos bioRxiv, por lo mismo, pueden contener errores y dar cuenta de información que aún no ha sido aceptada o aprobada por la comunidad científica o médica.

 

¿Qué es una preimpresión sin referencia?

Antes de la publicación formal en una revista académica, los artículos científicos y médicos son tradicionalmente "revisados ​​por pares".

En este proceso, los investigadores escuchan consejos de varios expertos, llamados "árbitros", que han evaluado el documento y pueden identificar debilidades en las suposiciones, métodos y conclusiones. Normalmente, una revista solo publicará un artículo una vez que los editores estén satisfechos de que los autores hayan abordado las inquietudes de los árbitros. Debido a que este proceso puede ser largo, los autores utilizan el servicio bioRxiv para hacer que sus manuscritos estén disponibles antes de la revisión por pares, lo que permite a otros científicos ver, discutir y comentar los hallazgos de inmediato.

El canto del grillo de cola corta

En ese sentido, una investigación científica estudió el canto del grillo de cola corta de las indias (anurogryllus celerinictus) y dijo que concuerda con la grabación del supuesto “ataque sónico cubano”.

Concuerda en duración, ritmo de repetición de la vibración, espectro de intensidad, estabilidad del ritmo y oscilaciones por latido”, explican en las conclusiones los profesores Stubbs y Montealegre-Zapata y concluyen: "Esto proporciona fuertes pruebas de que el eco de un canto de grillo, más que un ataque sónico u otro artilugio tecnológico, es el responsable del sonido de la grabación difundida”.

Los investigadores compararon la grabación con una base de datos de cantos de insectos del entomólogo Thomas Walker, de la Universidad de Florida.

Para evitarse problemas –al parecer- los investigadores matizaron el asunto y si bien descartaron “un ataque sónico", sostuvieron que se trata de “misteriosos sonidos”, aunque remarcaron que no son físicamente peligrosos.

"Nuestros hallazgos resaltan la necesidad de una investigación más rigurosa sobre la fuente de estos malestares, incluso sobre los potenciales efectos psicogénicos, así como posibles explicaciones fisiológicas no relacionadas con ataques sónicos", añadieron.

Una situación de histeria colectiva

El asuntos se remonta a finales de 2016, cuando diplomáticos de EEUU recién llegadas a La Habana reportaron dolor de oídos, mareos y otros síntomas a raíz de un sonido de alta frecuencia. Esto llevó a Washington a retirar a la mitad de su personal en la embajada y a expulsar a diplomáticos cubanos en represalia.

Una publicación previa publicada hace unos meses en el "International Journal of Social Psychiatry" consideró sospechoso que ningún cubano sufriera los síntomas y especuló sobre una situación de histeria colectiva.

La verdad que formal y oficialmente Estados Unidos nunca acusó directamente al Gobierno de Cuba de atacar a los diplomáticos, aunque la administración del presidente Donald Trump lo responsabiliza de no haberlos protegido lo suficientemente bien.