Redacción Internacional (EFE).- Grecia se ha convertido en uno de los poco más de una decena de países del mundo, que aunque no reconoce el matrimonio homosexual, permite las uniones civiles de personas del mismo sexo, con derechos similares a los del matrimonio, aunque sin esa denominación.
Chile ha sido uno de los últimos países en reconocer este derecho tras la entrada en vigor el pasado mes de octubre de la Ley de Acuerdo de Unión Civil (AUC), mientras que Alemania, Austria, Croacia, Estonia, Hungría, Suiza, Malta, la República Checa, Colombia, Israel y algunas regiones de Australia, ya lo contemplaban desde hacía tiempo.
El matrimonio entre personas del mismo sexo, que ahora cumplen diez años de vigencia en España, es sin embargo un hecho en una veintena de países.
La Asociación Internacional de Gays y Lesbianas (ILGA) ha denunciado que todavía hay 75 países del mundo en los que las relaciones homosexuales están penadas, e incluso se castigan con la pena de muerte en ocho de ellos.
Holanda, Bélgica, Canadá, España, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal, Islandia, Argentina, Dinamarca, Nueva Zelanda, Uruguay, Francia, el Reino Unido (en Inglaterra, Gales y Escocia), Luxemburgo, Brasil, México, Irlanda y Estados Unidos, son actualmente los países que reconocen este derecho.
Asimismo ha sido aprobado, aunque no ha entrado en vigor, en Finlandia.
Un caso especial es el de Eslovenia, que hace tan sólo dos días rechazó en referéndum la ley aprobada en marzo de 2015 por el Parlamento y que concedía a las parejas homosexuales los mismos derechos que a las heterosexuales, incluido el matrimonio y la adopción de niños.
El primer país en aprobar el matrimonio homosexual fue Holanda, mediante una ley aprobada en septiembre de 2000 y que entró en vigor en abril de 2001, día que se celebraron en Amsterdam las primeras cuatro bodas de personas del mismo sexo.
Le siguieron Bélgica, en 2003; Canadá y España, en 2005; Sudáfrica, en 2006; Noruega y Suecia, en 2009; Portugal, Islandia y Argentina, en 2010; y Dinamarca, en 2012.
Estas uniones fueron reconocidos en 2013 por la vía judicial en Brasil y aprobadas mediante leyes en Uruguay, Nueva Zelanda y Francia.
El Reino Unido las autorizó con una ley que fue sancionada por la reina Isabel II en julio de 2013, aunque las bodas no comenzaron a celebrarse hasta el 29 de marzo de 2014 y sólo en Inglaterra y Gales.
Irlanda del Norte y Escocia tienen las competencias transferidas, y Escocia aprobó, en febrero de 2014, su propia ley, que entró en vigor a finales de ese año.
En 2014 también legislaron sobre esta materia Luxemburgo y Finlandia. La ley de Luxemburgo se aprobó en junio de 2014, entró en vigor el 1 de enero de 2015 y permitió al primer ministro, Xavier Bettel, contraer matrimonio en mayo y convertirse en el primer jefe de Gobierno europeo casado con una persona de su mismo sexo.
En Finlandia, el Parlamento aprobó la legalización en noviembre de 2014, aunque no entrará en vigor hasta 2017.
Irlanda fue el primer país en autorizar las bodas homosexuales mediante un referéndum que, celebrado el pasado 23 de mayo, dio el "sí" con el 62 % de los votos.
Con anterioridad, Croacia y Eslovenia sometieron el asunto también a referéndum, aunque en ambos casos con resultado negativo.
En mayo de 2015, también se abrió la puerta a los matrimonios homosexuales México, donde ya se realizaban en la capital y en los estados de Quintana Roo y Coahuila, y donde rige una decisión de la Corte Suprema que los permite cuando se tramitan ante un juez.
También desde mayo, las islas Pitcairn ya permiten este tipo de matrimonios y Groenlandia -perteneciente a Dinamarca– acordó a finales de mayo adoptar la ley danesa y así, desde el 1 de octubre, las parejas homosexuales pudieron dar el 'sí quiero'.
El pasado 4 de noviembre, una costarricense y una española protagonizaron el primer matrimonio entre personas del mismo sexo en Costa Rica, donde ya existían las "uniones de hecho".
La adopción por parte de parejas homosexuales está aceptada allí donde está legalizado el matrimonio homosexual, con algunas excepciones como Portugal; y también en otros países, como Israel o Malta.
No obstante, según la Asociación Internacional de Gays y Lesbianas (ILGA) todavía hay 75 países del mundo en los que las relaciones homosexuales están penadas, e incluso se castigan con la pena de muerte en ocho de ellos. EFE