SANTIAGO, República Dominicana.-Los obreros que fueron afectados mientras limpiaban los túneles de exploración de presa la Tavera-Bao y López Angostura, en el municipio de Sabana Iglesia, están divididos en torno a si aceptan o no una compensación de RD$ 50, 000.00, para cada uno de los afectados, dinero ofrecido por las autoridades gubernamentales.
El pago está a cargo de funcionarios de la Empresa de Generación Hidroeléctrica Dominicana (EGEHID), como indemnización por los daños sufridos por los obreros cuando trabajaban para el Estado dominicano, pero oficialmente no hay muchos detalles.
Mientras Marino De Jesús Núñez, uno de los obreros más afectados por la intoxicación generada por las heces fecales de los murciélagos (según las conclusiones médicas), afirma que sólo recibiría el dinero de acuerdo con las condiciones que se establezcan entre las dos partes, otros obreros se muestran dispuestos recibir la paga sin hacer mayores reclamos ni poner condiciones.
Llevándose las manos a sus rodillas, órgano que resultó con lesiones permanentes, Marino De Jesús Núñez dice con voz firme: “Si me dan los RD$ 50, 000.00 como ayuda, yo los acepto, pero si es un pago definitivo, para desentenderse de nuestro problema, no lo acepto mi firmo nada”.
Marino De Jesús Núñez explica que como indemnización definitiva, esa suma no sería suficiente, para todo lo que necesita para recuperar su salud.
Su hijo, Luis A. Fabián, expresa que aceptará un cheque si no está seguro de las condiciones en que lo recibiría.
“Mire, a mí no me cobran por leer, yo no firmo nada hasta que yo no esté seguro de lo que voy firmar”, aseguró el joven que espera que los médicos le den el alta en la próxima visita al hospital.
Cuando se le pregunta quién entrega los cheques, Marino De Jesús Núñez dice desconocer qué institución es la responsable, pero un comprobante mostrado por José Aníbal Núñez (Moreno), uno de los obreros que recibió atención médica ambulatoria, confirma que sí se está entregando el dinero, y que reveló que en su caso sí lo aceptó y cobró.
A Moreno le llevaron el pago a su casa, el sábado 31 de octubre del 2015. El cheque tiene fecha de tres días antes. En su bolsillo conservaba la coletilla del cheque con registro de la suma de RD$ 50, 000.00, y el concepto: “Indemnización afectados”. El cheque proviene de la EGEHID.
“Ellos me dijeron que eso era de la EGEHID, que el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI) era otra cosa, que eso no tiene que ver con el INDRHI”, explicó Moreno, quien no puso objeción al pago. Dijo que este dinero le ayudará a resolver algunas cosas, porque no ha podido volver a trabajar.
Contrario a Moreno, Santos Leonardo Núñez, hermano de Marino de Jesús, uno de los pacientes que estuvo en estado crítico en el Centro Médico Materno Infantil y Especialidades Médicas, expresó que no aceptará los RD$ 50,000.00, porque esa suma no es suficiente para resarcir el daño causado por la intoxicación.
El obrero afirma que sólo aceptaría un mínimo de RD$ 300, 000.00, debido a que tiene compromisos familiares que resolver y su capacidad de trabajo ha quedado muy limitada después de la intoxicación. Al momento de conversar, Santos Leonardo tenía puesta una loción para combatir la alergia. Dijo que esa afección es consecuencia de la intoxicación que sufrió.
Otros entrevistados por el equipo de Acento.com.do manifestaron que han oído lo del reparto del dinero, pero que hasta ellos no han llegado ninguna noticia ni oferta de ayuda.
Oficial
El director de operaciones de la EGEHID, Claudio Alcántara Tejada, aseguró que este dinero es una especie de ayuda complementaria a la compra de los medicamentos y otras ayudas que han recibido los obreros por parte de esa entidad gubernamental.
Alcántara dijo que ya ha tenido reportes de que algunos trabajadores han reaccionado de manera negativa ante la oferta del dinero como ayuda. Atribuyó el rechazo a la “mala orientación” que han llevado personas ajenas al proceso, que han querido “desorientar” a los obreros.
El ingeniero defiende las ayudas a los afectados y recordó que estos trabajadores son responsabilidad del INDRHI, no de la EGEHID. Aclaró que la empresa hidroeléctrica ha cargado con todos los costos médicos y demás ayudas.
El apoyo
Aunque los obreros están divididos en torno aceptar o no los RD$ 50, 000.00, coinciden en que las atenciones médicas y la disposición de ayuda que han tenido los ejecutivos de la EGEHID desde que se detectó el problema. Sostuvo que la EGEGID siempre los acompañó y buscó el traslado de los afectados cuando empeoraba su condición en el hospital de atención primaria de Sabana Iglesia.
“Te voy a decir la verdad, si nosotros tenemos que agradecer, es a la EGEHID, porque si no fuera por ellos, no hubiera ninguno de nosotros vivo”, afirmó Roberto Ramón Fabián, uno de los afectados.
Aseguran que la empresa ha sido diligente con cada uno de los casos, asumiendo los pagos de los internamientos, los estudios médicos, la compra de medicinas y las visitas al médico, a pesar de que los obreros estaban contratados por el INDRHI, con excepción de dos hombres (uno fallecido, identificado como Brígido Acosta, según han declarado funcionarios de la EGEHID). También falleció (José Ignacio Díaz (Yorkis) y Tomás Fernández Ramos. Los obreros hospitalizados eran 28, aunque otros recibieron atenciones ambulatorias. Aseguraron que el INDRHI les ha seguido pagando la mismas sumas que cobraban por las labores, entre RD$ 5, 500.00 y RD$ 6, 500.00 mensuales.
Los obreros confirmaron que en el primer mes la empresa les garantizó la comida básica a los afectados. Marino de Jesús Núñez se pregunta qué será de ellos en el futuro inmediato, ya que no sabe si la ayuda se mantendrá ni por cuánto tiempo.
“Nos entregaron 50 libras de arroz, cuatro latas de maíz, cuatro latas de habichuelas, cuatro sardinas, un galón de aceite, dos fundas de avena, una funda de leche, tres paquetes de espagueti, tres kilos salsa, tres libras de azúcar, entre otras cosas”, explica una de las esposas de los obreros.
En el hogar
“Yo me he recuperado, aunque no estoy igual”. La queja es una constante que se repite entre los afectados por la histoplasmosis, causada por las heces del murciélago que habita en los túneles de exploración de las presas Tavera-Bao y López Angostura.
Con algunas excepciones, entre los afectados más jóvenes, predomina un gran optimismo. Al ser entrevistados, aseguran que están bien. Los mayores se muestran menos afortunados y se quejan de los dolores y molestias.
Junior Peralta Díaz
Vive en La Zanja, Sabana Iglesia, estuvo interno en el Hospital Santiago Apóstol, y cuenta que aún siente que no recupera toda su fuerza, aunque confía en que los medicamentos le devolverán por completo su salud.
Mientras su madre, Teresita Díaz, cree Dios quiso que su hijo esté con ella, y resalta las dificultades que enfrentó la familia.
Junior afirma que jamás entrará de nuevo a esos túneles para arriesgar su salud y su vida. Todos coinciden en esta afirmación y denuncian que no se les dotó de la debía protección para trabajar bajo tierra.
Roberto Ramón Fabián
Tiene 34 años de edad, y dice que antes de estos problemas era “un hombre que brincaba para arriba”, en alusión que era fuerte y ágil.
Fabián celebra la recuperación que ha tenido desde que salió del hospital. Sin embargo lamenta que enfrenta una situación muy difícil, porque debe mantener a sus padres y por el momento no puede trabajar debido a que los médicos le han sugerido reposo de al menos seis meses.
“Yo me siento bien, hay cosas que debería hacer, pero no puedo hacerla, porque los médicos que me atienden me han dicho que debo guardar reposo”.
José Miguel Fabián
Duró siete días en el hospital, pero su estado nunca fue crítico. Cree que su situación fue más llevadera que la de otros compañeros obreros, porque era de los que sacaban el material en las carretillas y esto les dada la oportunidad de entrar y salir, y respirar momentáneamente.
Luis Antonio Fabián
Aunque su estado fue crítico, porque cayó dos veces, según su relato, ya está “conchando” en su motocicleta. Dice que posiblemente en la próxima cita médica le den el alta definitiva.
Emmanuel Ureña Cuevas
Es el benjamín del grupo. Cumplió 18 años en marzo este año (2015). Su madre, Marina Cuevas, dijo que él le tomó el turno a su padre, que habría dejado el trabajo.
Emmanuel fue uno de los pacientes más críticos. Estuvo unos 15 días interno en la Clínica Corominas, la mayoría en cuidados intensivos, en estado muy delicado.
En una semana los afectados tendrán citas médicas.
Mientras tanto, continúan esperando por mejores días, algunos resignados a simplemente recibir lo que las autoridades les paguen como compensación; otros reclamando mejores un trato más justo.
Todo sobre la hitoria de los obreros intoxicados