El Gobierno de la República de Cuba condenó la suspensión de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, para ser sometida a juicio político, y calificó la medida de “golpe de estado”.

En una declaración divulgada por la Embajada de Cuba en Santo Domingo, el gobierno cubano sostiene que de manera reiterada ha venido denunciando lo que denomina “golpe de estado parlamentario-judicial” en Brasil.

Expresó que ese golpe ha sido disfrazado de legalidad, y se gestó desde hace meses en Brasil.

“Se consumó un paso fundamental para los objetivos golpistas. La mayoría de los senadores brasileños decidió continuar el proceso de juicio político contra la presidenta legítimamente electa de Brasil, Dilma Rousseff”, indicó.

Advirtió que la separación “provisional” del cargo de la presidenta Rousseff, por un período de hasta 180 días, en realidad es un artificio armado por sectores de la oligarquía, apoyados por la gran prensa reaccionaria y el imperialismo.

“Se consumó un paso fundamental para los objetivos golpistas. La mayoría de los senadores brasileños decidió continuar el proceso de juicio político contra la presidenta legítimamente electa de Brasil, Dilma Rousseff"

Según el gobierno de Cuba, el propósito es revertir el proyecto político del Partido de los Trabajadores, derrocar al gobierno legítimo y usurpar el poder que no han podido ganar con el voto electoral.

“Lo que ocurre en Brasil es parte de la contraofensiva reaccionaria del imperialismo y la oligarquía contra los gobiernos revolucionarios y progresistas de América Latina y el Caribe, que amenaza la paz y la estabilidad de las naciones, contraviniendo el espíritu y la letra de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, firmada en la II Cumbre de la CELAC en enero de 2014 en La Habana por los jefes de estado y de gobierno de la región”, denunció.

Recordó que el presidente cubano Raúl Castro Ruz, en la clausura del VI Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional de Poder Popular el pasado 29 de diciembre, advirtió:

“La historia demuestra que cuando la derecha llega al gobierno no duda en desmontar las políticas sociales, beneficiar a los ricos, restablecer el neoliberalismo y aplicar crueles terapias de choque contra los trabajadores, las mujeres y los jóvenes”.

El gobierno cubano espera que el pueblo brasileño, las fuerzas políticas de izquierda y los combativos movimientos sociales de esa nación rechazan el golpe y se opondrán a cualquier intento de desmantelar los programas sociales desarrollados por los gobiernos del Partido de los Trabajadores, con Lula y Dilma al frente, como “Bolsa Familia”, “Más Médicos”, “Mi Casa-Mi Vida” y “Hambre Cero”, que cambiaron la vida de decenas de millones de personas en ese país.

“Dilma, Lula, el Partido de los Trabajadores y el pueblo de Brasil cuentan y contarán siempre con toda la solidaridad de Cuba”, precisó.