Santo Domingo, República Dominicana.- El humo de los camiones, la humedad y poca iluminación dentro de los túneles no detienen los esfuerzos de los tenaces trabajadores. El metro va, y estará listo para el 2012, cuando termine la gestión del Presidente Fernández, así lo expresa el ingeniero Leonel Carrasco, sub-director de la Oficina Para el Reordenamiento del Tránsito (OPRET).

Alrededor de tres mil empleados trabajan en la construcción de la obra. Entre ellos, mecánicos, ingenieros, electricistas y arquitectos que solo detienen sus labores para recuperar fuerzas en horarios de pitanza. Muchos de estos hombres cumplen funciones adicionales fuera de la traza de la edificación de los túneles, en los parques de ensamblaje de elementos prefabricados.

La respiración se hace pesada mientras más nos adentramos en los corredores. Se observan algunas filtraciones y parches en las paredes. El ingeniero Leonel Carrasco, explica que durante las excavaciones se han encontrado, además de bolsas de tierra, a las cuales están acostumbrados, muchísimas cisternas. Agrega que el sistema de drenaje del metro también ayudará en la parte de arriba, a las calles, drenando toda esa agua hacia el mar Caribe.

Siguiendo la línea de gobierno, en lo que respecta a la construcción de obras, el ingeniero expresa cierta preocupación ante los comentarios de la sociedad: “Esto es una obra de bien común, una obra pública. Diandino es un empleado público, y yo soy un funcionario público”, afirma resueltamente.

Según Carrasco, no se ha violado la nueva ley de compra y contratación. Han licitado todo con empresas del consorcio Eurodom para los materiales que no son producidos en el país y para la tecnología que ellos no manejan. Otras 600 empresas dominicanas han participado en las concesiones para la estructuración de las estaciones y túneles.

Mientras se habla de reforma fiscal, las obras del metro avanzan a paso firme, sin trabas ni demoras. Carrasco saluda la profesionalidad del equipo de Diandino Peña y demás empresas.

Reconoce a los ingenieros dominicanos y desliza afectos, al mismo tiempo que admite la necesidad de la ayuda internacional en la parte tecnológica. “Es un orgullo para la ingeniería dominicana contar con un elenco como el que tiene el ingeniero Peña; un buen equipo de trabajo capaz, y asesores. Además, no hemos tenido que recurrir a lo internacional y extranjero en los trabajos de ingeniería civil”, expone.

Carrasco revela que la inversión en la segunda línea del metro tiene dos partes. La primera consiste en un préstamo por 251 millones de euros que fue enviado al Congreso en noviembre pasado y que será aprobado próximamente. Este dinero será utilizado para la compra de los trenes, rieles, subestaciones de tracción y cableado de telefonía y electricidad.

La otra partida del dinero corresponde a la asignación presupuestaria de la Ley de Gasto Público, para la cual el gobierno desembolsó RD$13 mil millones de pesos, de los cuales se han utilizado RD$5 mil millones.

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