Brasilia, 10 abr (EFE/Eduardo Davis).- El G20 instó hoy a aprovechar la vasta experiencia que Brasil acumuló en la lucha contra la corrupción con los recurrentes escándalos de los últimos años y a modernizar las técnicas de cooperación e investigación global de esos fenómenos.
"La cooperación contra la corrupción nunca será suficiente y los mecanismos de combate deben ser mejorados siempre, para que sean más eficaces y más modernos", dijo en un seminario celebrado en Brasilia el alemán Markus Busch, representante de su país en el llamado Grupo de Trabajo Anticorrupción del G20.
Según Busch, la dimensión internacional de la vasta "organización delictiva" descubierta a partir de las investigaciones de desvíos en la estatal brasileña Petrobras "dice que es necesaria una mayor cooperación en el ámbito global" y también demuestra que los Estados "no se pueden dar nunca por satisfechos" con los mecanismos existentes.
Esa investigación, que comenzó hace ya tres años y aún continúa, desbarató una red de corrupción enquistada en la petrolera estatal que implicaba a una veintena de empresas privadas y a decenas de dirigentes políticos, tanto en el poder como en la oposición.
Las practicas corruptas de algunas de las empresas brasileñas que participaban en la red se expandieron además a otros países de la mano del grupo Odebrecht, que utilizó las mismas artimañas para obtener contratos amañados de obras públicas en el exterior.
Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, la poderosa constructora brasileña también incurrió en operaciones ilegales en Angola, Argentina, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, México, Mozambique, Panamá, Perú y Venezuela, países de los que muchos ya han pedido y obtenido cooperación de Brasil.
Al encuentro del Grupo Anticorrupción del G20 también asistió el italiano Nicola Bonucci, jefe del departamento de Asuntos Jurídicos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), quien subrayó la importancia de la experiencia brasileña y de que el mundo se aproveche de ella.
"Brasil nos ha probado que el crimen trasnacional se hace cada vez más sofisticado, por lo que los Estados también deben ser cada vez más sofisticados en el combate", indicó.
Bonucci también valoró la "muy amplia disposición" de Brasil a colaborar con las investigaciones que se realizan en otros países, aunque admitió que existen algunas dificultades de orden burocrático que dificultan una mayor "agilidad" en esa cooperación.
En ese asunto incidió el ministro brasileño de Transparencia y Fiscalización, Torquato Jardim, quien como ejemplo de las trabas que existen citó las diferentes legislaciones nacionales respecto a las filtraciones de asuntos que están bajo sigilo procesal.
"En Brasil una filtración a la prensa no invalida las pruebas, pero en otros países sí y, en ese sentido, se hace necesaria una mayor homogeneidad", indicó el ministro, quien consideró que ese punto debería ser debatido en la comunidad internacional.
Jardim también consideró adecuados los mecanismos de cooperación global en el terreno judicial, pero indicó que eso no sucede en los ámbito policial y de investigación, aún obstaculizados por asuntos burocráticos y por eso mismo más lentos.
En ese marco, propuso que en el contexto del G20 se analice la "necesidad de establecer mecanismos de cooperación más rápidos y más eficientes contra los delitos económicos", valiéndose "más y mejor" de los medios electrónicos que "los corruptos ya usan abiertamente".
El seminario realizado hoy precede a una reunión de técnicos del Grupo Anticorrupción del G20, que durante los próximos dos días se celebrará en Brasilia a puertas cerradas.
Ese encuentro irá más allá de la propia experiencia brasileña y dará seguimiento a las discusiones sobre el combate global a la corrupción que se realizan desde hace años en ese organismo, que agrupa a las veinte economías más importantes del mundo. EFE