SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Brasil cerró este martes en Praga su gira amistosa por Europa con una victoria (1-3) sobre la República Checa, en un encuentro desigual donde la canarinha sólo apareció en la segunda mitad y lo hizo con sus arietes Gabriel Jesús, que marcó dos tantos, y David Neres.

Los sudamericanos, algo indolentes, saltaron al campo a disputar un amistoso cuyo comienzo evidenció que no funcionaba la construcción canarinha y que el equipo dependía de balones largos en busca del desborde del barcelonista Phillipe Countinho. Pero este no encontró un socio en Roberto Firmino, supuesto referente en ataque, que apenas apareció.

Lo más alarmante fueron las imprecisiones del madridista Casemiro en la salida de balón, que facilitaron la rápida recuperación de los checos, que se fueron creciendo y adelantaron sus líneas hasta llegar a disponer de numerosas ocasiones.

En una de esas llegó el gol checo, tras una robo de balón en la medular de Masopust, que cedió a Schich y este filtró el balón a un desmarcado Pavelka, que se encontró solo ante Alisson y no perdonó.

Los sudamericanos, sin Paquetá, saltaron en la reanudación al césped del Eden Arena con otra actitud, pero fue en un error defensivo del lateral Gebre Selassie, cuando Firmino logró robar un balón en el área y fusilar a Pavlenka. Countinho dispuso después de otra buena ocasión de adelantar a los suyos, pero el meta local estuvo acertado.

Tite dio entrada a David Neres, delantero del Ajax, a Gabriel Neres y a Arthur, dejando en el banquillo a Casemiro, que no tuvo su noche.  Danilo se inventó en el 83 un gran pase filtrado a David Neres, quien sólo tuvo que pasar a Gabriel Jesús para dar vuelta el marcador. Y fue de nuevo el delantero de Manchester City quien luego aumentó la distancia, con un hermoso tanto de filigrana al filo del pitido final.

Argentina en Marruecos

Ángel Correa, delantero del Atlético de Madrid, puso la única luz a un partido antipático, por momentos violento, en el que Argentina, sin Leo Messi, se encontró con la victoria ante Marruecos (0-1) en territorio marroquí.

El jugador rojiblanco, que reemplazó a Rodrigo de Paul a los 62 minutos, aprovechó la oportunidad. Demostró su calidad en uno de los pocos balones con garantías que tuvo la Albiceleste en el área local para marcharse de la defensa y sentenciar el choque con un disparo raso cuando parecía inevitable el empate final.

El partido, marcado en los prolegómenos por la polémica de la ausencia de Leo Messi, apenas pudo ofrecer nada en claro. De hecho ni existió. Conclusiones, por lo tanto, nulas. De amistoso tampoco se puede hablar con tanta patada inamistosa.

Además, el viento impidió buena parte de la vocación de crear fútbol y la otra parte se fue al traste por el cúmulo de encontronazos, patadas y discusiones.

Las bajas también eran notables, empezando por las del barcelonista Messi, porque el francés Herve Renard, técnico marroquí, asimismo careció de jugadores de relevancia: a las ya conocidas de Hakim Ziyech y Nordin Amrabat se unió la del delantero del Leganés Youssef En-Nesyri.

Al menos Renard sí que consiguió que la intensidad de sus hombres, en demasiadas ocasiones excesiva, que contagió por momentos a la Albiceleste, neutralizara la teórica superioridad técnica del rival.

De entrada, la fogosidad de los 'Leones del Atlas', que habían perdido sus dos anteriores partidos ante Argentina, les reportó mayor iniciativa y llegadas al área. Constantes en la presión, en la fricción, aún con escaso fútbol, superaban a los pupilos de Scaloni.

Las disputas y las faltas continuaron constantes y los amagos de pelea también. Así, el que más trabajo tuvo fue el árbitro zambio Janny Sikazwe, quien en más de una ocasión precisó de la ayuda de sus asistentes para tratar de aplacar los ánimos.

Pocas señales de fútbol hubo. Lautaro Martínez apenas pudo recibir balón alguno, Paulo Dybala, perjudicado su fútbol de seda sobremanera por el viento, apareció muy poco. Lo mejor para Argentina era la mejoría en defensa respecto a la derrota en Madrid contra Venezuela por 3 a 1, hace dos días.

Ya al finalizar, Correa, al que le cuesta encontrar oportunidades y continuidad en la selección, alcanzó por fin un buen balón, aprovechó su habilidad, se marchó de un defensa dentro del área y marcó con un disparo raso cruzado. Fue la única luz a un partido fútbolísticamente para el olvido.

Chile contra EEUU
En un partido también opaco que sin embargo Chile dominó, lo que se hizo patente con una posesión de bola de más del 60%,  solo empató 1-1 ante Estados Unidos. Un nuevo examen frustrante del entrenador colombiano Reinaldo Rueda, quien no contó con Alexis Sánhez y no convoca al goleador Eduardo Vargas.
La selección nacional bicampeona de América no mostró nada nuevo y apenas firmó un timorato empate ante el cuadro estadounidense, que no arriesgó en demasía. Incluso EEUU bajó su producción ofensiva luego de la lesión de su figura, Christian Pulisic, quien abrió la cuenta.
Óscar Opazo anotó el empate con su primer gol por la "Roja", pero no bastó. Los chilenos tuvieron la posesión del balón, efectivamente, pero no tuvieron ni profundidad ni claridad como para haberse quedado con algo más. Apenas remataron al arco y les penó en demasía la falta de un jugador que conectara líneas. Se termina otra gira de la selección chilena y las dudas aumentan de cara a la Copa América, que difícilmente volverá a las vitrinas del equipo de la estrella solitaria.