REDACCIÓN INTERNACIONAL.-El gobierno de Francia criticó al presidente de Haití, Jovenel Moise, por la impunidad, la represión y las decisiones que afectan al poder judicial.

En la comparacencia de Nathalie Broadhurst, representante permanente adjunta de Francia ante las Naciones Unidas, en el Consejo de Seguridad, el gobierno francés advirtió a Moise que la situación de Haití es insostenible a largo plazo y que deben de celebrarse elecciones con las garantías mínima y autoridades electorales imparciales.

“Francia observa con gran preocupación el deterioro de la situación en Haití. Lo hemos repetido muchas veces, la solución a la crisis actual es política. Como nosotros sabemos que, a falta de elecciones, el Parlamento ya no se reúne desde hace un año.  Las autoridades haitianas gobiernan por decreto y algunos de estos decretos son motivo de preocupación”, precisó Nathalie Broadhurst.

La embajadora del gobiern francés expresó preocupació “profunda” por la reciente remoción, por decreto, de dos jueces, pese a que son inamovibles según la Constitución.

“Lo digo sin ambigüedad, esta situación no es sostenible a largo plazo”, advirtió.

Garantías para las elecciones

Sobre las elecciones prometidas por el presidente Jovenel Moise, el gobierno de Francia reclamó garantías que considera indispensables.

“En primer lugar, unas condiciones mínimas de seguridad deben ser garantizadas, a fin de que las elecciones puedan celebrarse en condiciones satisfactorias.  En segundo lugar, las autoridades deben acelerar la distribución de las tarjetas de identificación nacional para garantizar la más amplia participación electoral posible. En tercer lugar, un juez electoral imparcial debe establecerse de manera que los resultados sean aceptados por todos”, expresó.

A continuación el texto de la intervención de la Embajadora Nathalie Broadhurst, representante permanente adjunta de Francia ante las Naciones Unidas, Unidas y el Consejo de Seguridad (traducción libre del periodista Milton Orozco):

Agradezco a la Representante Especial del Secretario General para Haití, Helen La Lime por su presentación esclarecedora.

Sr. Presidente,

Francia observa con gran preocupación el deterioro de la situación en Haití. Lo hemos repetido muchas veces, la solución a la crisis actual es política. Como nosotros sabemos que, a falta de elecciones, el Parlamento ya no se reúne desde hace un año.  Las autoridades haitianas gobiernan por decreto y algunos de estos decretos son motivo de preocupación, en particular aquellos creados por la Agencia Nacional de Inteligencia y amplían la imputación de terrorismo». También nos preocupa profundamente la reciente remoción, por decreto, de dos jueces, en tanto que éstos son inamovibles según la Constitución. Lo digo sin ambigüedad, esta situación no es sostenible a largo plazo.

Estamos conscientes de que el carácter multidimensional de la crisis en Haití hace que resolución sea particularmente compleja

Se han anunciado elecciones para este otoño; es un paso en la dirección correcta. Otra vez es necesario que estas elecciones contribuyan a una salida de crisis y no se añadan confusión actual. A nuestro juicio, deben cumplirse tres condiciones para que Haití pueda volver al camino de la estabilidad. En primer lugar, unas condiciones mínimas de seguridad deben ser garantizadas, a fin de que las elecciones puedan celebrarse en condiciones satisfactorias.  En segundo lugar, las autoridades deben acelerar la distribución de las tarjetas de identificación nacional para garantizar la más amplia participación electoral posible. En tercer lugar, un juez electoral imparcial debe establecerse de manera que los resultados sean aceptados por todos.

Una revisión constitucional ha sido anunciada; no nos corresponde pronunciarnos sobre este proceso. Sólo deseamos que las fuerzas vivas del país puedan estar en el debate del texto, de sus implicaciones institucionales y, sobre todo, de su resultado no para retrasar aún más el desarrollo de las elecciones legislativas, y después de la elección presidencial.

Señor Presidente

La sociedad haitiana tiene expectativas legítimas en materia de seguridad y de respeto de los derechos humanos. Las autoridades deben hacer más. Hago la pregunta sin rodeos: ¿cómo es posible que Jimmy Cherizier siga libre hoy? Los responsables de crímenes, en particular las masacres de La Saline y Bel Air, deben ser llevados ante la justicia. De la misma manera, me doy cuenta de que la investigación sobre el asesinato de Monferrier Dorval no avanza.  La lucha contra la impunidad debe ser la prioridad de las autoridades haitianas.

Ante el recrudecimiento de la violencia y, en particular, el aumento de los secuestros las bandas, el Estado haitiano debe redoblar sus esfuerzos. La Policía Nacional de Haití se moviliza para hacer frente, pero debe ver aumentar sus medios para poder cumplir su misión. Debe ser intachable para hacer respetar el estado de derecho.

Hay que mirar con lucidez la situación: la credibilidad de las instituciones está profundamente sacudida en Haití, en particular por los casos de corrupción que socaban la confianza de la población. Casi cuatro millones de haitianos viven en la pobreza extrema y sufren de inseguridad alimentaria. Esta situación, como todos sabemos, no puede sino aumentar las fracturas sociales y las tensiones.

Señor Presidente

Estamos conscientes de que el carácter multidimensional de la crisis en Haití hace que resolución sea particularmente compleja. El trabajo que la RSSGNU y la BINUH llevan a cabo, en apoyo al diálogo político y en materia de gobernanza es esencial y les devolvemos tributo.

En conclusión, deseo reafirmar que Francia no sólo a título nacional, sino también a través de la acción de la Unión Europea y de la Organización Internacional de la Francofonía está más que nunca junto a Haití y a los haitianos para construir un entorno de estabilidad y prosperidad a la que aspiran legítimamente.

Nueva York, 22 de febrero de 2020