Phoenix (EE.UU.), 26 ago (EFE).- El cuerpo del senador John McCain yace hoy en el tanatorio A.L. Moore Grimshaw de Phoenix, en cuyas puertas, desde primera hora, comenzaron a arremolinarse flores, velas, banderas y cartas de despedida para dar el último adiós a una de las figuras políticas más importantes de EE.UU.
McCain, quien falleció este sábado en su rancho de Cornville (Arizona) tras una dura batalla contra el cáncer, fue recordado hoy por los arizonianos, a quienes representó en el Congreso durante décadas.
Custodio de esa vigilia improvisada frente al tanatorio donde descansa el senador, David Carrasco, de 78 años y veterano, como McCain, de la Guerra de Vietnam, alza la bandera estadounidense en honor a su compañero de batalla.
Con la mirada al frente y bajo el implacable sol de agosto en Arizona, Carrasco mantiene firme el trozo de tela con barras y estrellas, mientras moja sus botas con agua para poder soportar el calor: "Estaré aquí hasta que se lo lleven. Para mí es todo un honor".
"Lo conocí en diversas ceremonias a las que fuimos, y nunca, nunca se otorgó ningún reconocimiento. Siempre se lo daba a los demás", asegura en declaraciones a Efe Carrasco, quien sirvió en la Fuerza Aérea estadounidense.
Con la boina militar calada y su uniforme de veterano, reconoce que ideológicamente difirió de McCain en "muchas cosas", pero considera "innegable" la contribución que hizo al país, no solo como político, sino también como militar.
"En Vietnam estuvo preso durante cinco años, y cuando volvió a Estados Unidos no sentía odio por nadie. Hay que tener mucho coraje para poner la otra mejilla", subraya el veterano, en alusión al tiempo que el senador pasó como prisionero de guerra, objeto de torturas.
Como tantos otros, Trish Fitch, vecina de Phoenix desde niña, se ha acercado al tanatorio donde reposan los restos de McCain para rendirle tributo.
"Era un maravilloso ser humano, tenía verdadero amor por este país y es una gran pérdida para nosotros -afirma en conversación con Efe-. Le echaremos de menos".
Aunque los habitantes de Arizona podrán asistir a la capilla ardiente que se instalará en el Capitolio de Phoenix este miércoles, fecha en la que el senador hubiera cumplido 82 años, muchos ya han mostrado sus condolencias tanto en las inmediaciones del tanatorio como en las cercanías de su oficina estatal.
Y es que si en algo coinciden los vecinos de Phoenix, sin importar su ideología política, es en que McCain era un hombre íntegro, luchador y respetuoso con sus oponentes. Un hombre de Estado.
Rachel Lawsom, originaria de Arizona, agradece "la lucha constante" que el senador mantuvo hasta el final por lograr lo mejor para su estado y para el país, pero sobre todo agradece su valentía, a diferencia de otros miembros de su partido, para poner "los pies en el suelo" al presidente Donald Trump.
"Ha luchado mucho por Arizona y por Estados Unidos, y aunque no esté de acuerdo con muchas de sus políticas, ha sido el único que en los últimos tiempos ha sido capaz de ejercer su verdadero papel como senador, como órgano de control del presidente", insiste Lawson.
Pese a su gravísima enfermedad, McCain no quiso abandonar su escaño en el Senado y fue uno de los pocos, y sin duda la voz más fuerte entre los republicanos, que criticó duramente las polémicas medidas del presidente, como sus radicales políticas hacia los inmigrantes o su dudosa relación con el Kremlin.
"En estos tiempos, es una gran pérdida para el país, se va un político que daba ejemplo, independientemente de sus ideas", añade.
Así, y a la espera de que se conozcan más detalles sobre las vigilias que se celebrarán en Phoenix y en Washington, los arizonianos continuarán regando con flores la despedida de John McCain, uno de los hombres "más respetados". EFE