SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El exrepresentante comercial de Odebrecht Ángel Rondón se convirtió este jueves en el primer acusado en declarar en el juicio en su contra y otros cinco, y comenzó por cuestionar a la Fiscalía por haber excluido del caso la central eléctrica de Punta Catalina, obra adjudicada por el Gobierno de Danilo Medina.

Los otros acusados en este caso son los exsenadores Andrés Bautista García, Roberto Rodríguez y Tommy Galán; el exministro de Obras Públicas Víctor Díaz Rúa y su supuesto testaferro Conrado Pittaluga Arzeno.

En su declaración, de varias horas de duración, Rondón trató de defender su inocencia rebatiendo párrafo por párrafo las imputaciones de la Fiscalía, señalando supuestos fallos en el relato de la acusación o falta de pruebas.

Se centró, especialmente, en señalar la incongruencia que, según él, supone excluir Punta Catalina del caso, teniendo en cuenta que él operó de la misma forma con esta termoeléctrica que con las otras 16 obras en las que intermedió a favor de la constructora brasileña, según su versión.

"Actué en 16 proyectos, y en Punta Catalina dicen que no, que fue investigada hasta la saciedad y yo no di sobornos (…) no entiendo por qué la selección. O todo toro o todo vaca", dijo Rondón entre risas en su declaración ante las magistradas de la corte.

Rondón subrayó que "no es por casualidad" que las delaciones concluyen en 2012, con las últimas obras licitadas por el Gobierno de Leonel Fernández, sugiriendo que hay una motivación política en el caso.

En esa misma línea de argumentación, aseguró que mantuvo conversaciones en la cárcel de Najayo con el dirigente peledeísta Temístocles Montás y con el perremeísta Andrés Bautista.

"Le dije a ellos dos: 'si ustedes siguen con la práctica de que cada Gobierno que entra va a salir a hacerle líos al que sale, esto no se va acabar nunca'", comentó.

Entre otros argumentos para demostrar su supuesta inocencia, Rondón alegó que en el acuerdo de delación realizado por ejecutivos de Odebrecht en Brasil no le citan de forma expresa.

Aseguró, del mismo modo, que la compañía negociaba directamente con los políticos dominicanos, asegurando que presentará un testigo que lo corroborará, Maximiliano Suero.

También cuestionó a la Fiscalía por hacer cambios en la traducción de las delaciones enviadas desde Brasil y por alterar su propia declaración ante el entonces procurador general, Jean Alain Rodríguez.

El empresario dijo que en los años que trabajó para Odebrecht recibió 200 millones de dólares, pero no para sobornos, sino para fines legales, tales como el pago de honorarios por representación comercial, como subcontratista, como consorciado y por el alquiler de equipos.

"Yo no le robé al Estado dominicano; el Estado dominicano no me pagaba, era Odebrecht", afirmó Rondón que continuará su declaración ante el tribunal el próximo lunes, fecha en la que proseguirá el juicio.

Según documentos publicados en 2016 por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, Odebrecht pagó aproximadamente 788 millones de dólares en sobornos en doce países latinoamericanos, entre ellos República Dominicana, donde admitió haber desembolsado 92 millones de dólares.

"Hubiese tumbado el Gobierno de Danilo y a todo el sistema"

Rondón también dijo que al gerente general de Odebrecht en la República Dominicana, Marcos Vasconcelos Cruz, lo sacaron del país porque "no solo hubiese tumbado el Gobierno de Danilo Medina, sino también el sistema político", si lo hubiesen dejado declarar.

Vasconcelos Cruz hizo las delaciones en Brasil sobre los sobornos que admitió pagar Odebrecht y señaló a 28 personas que no fueron  incluidas en el expediente, aseguró Rondón sin identificarlas.

Rondón dijo ser "un emprendedor" y que antes de Odebrecht tenía vida.