Miami, Florida. – Diferentes entidades investigativas de agencias de los Estados Unidos, apoyados por oficiales de la Policía del Condado de Miami Dade, continúan en los esfuerzos investigativos sobre el alegado tráfico de armas desde Estados Unidos hacia la República Dominicana, detectado en el Aeropuerto Internacional de Miami y que implica al oficial Michael Scott Freshko de 48 años.

Entre las agencias que investigan los posibles vínculos en la República Dominicana con este hecho, encabezadas por el Buró Federal de Investigaciones, FBI y sus oficinas de Campo en Nueva Jersey y Miami, se encuentran, además, Benjamin G. Greenberg, actuando como abogado de los Estados Unidos para el Distrito Sur de la Florida, la Fuerza de Tarea contra la Corrupción, el Departamento de Investigaciones Criminales del Servicio de Rentas Internas, IRS y hasta el Homeland Security.

Se conoce de manera extraoficial que “varios agentes del FBI se trasladaron hasta la República Dominicana para dar seguimiento investigativo a este caso de tráfico de armas desde Miami a la nación caribeña.” En el proceso colaboran también sus homólogos del país caribeño.

Conforme los datos registrados en el expediente acusatorio, Michael Freshko, “habría enviado al país caribeño a través de una aerolínea comercial, cuatro pistolas Glock de 9 milímetros, una Sig Sauer también del mismo calibre y un rifle (arma larga) de 5.56 mm.”

Para ello, según la acusación de la Fiscalía del Distrito Sur de la Florida, “este habría evadido los controles de seguridad del Aeropuerto Internacional de Miami para los fines del posible tráfico de estas armas.”

Empero hasta el momento “se desconoce el uso que tendrían dichas armas”, enviadas ilícitamente hacia la referida nación en el Caribe.

Según las autoridades del FBI y expediente acusatorio “Michael Scott Freshko no actuaba solo en el caso.”

Este hecho ha motivado además “que los chequeos de los equipajes de mano en vuelos hacia la República Dominicana, sean más rigurosos por parte de las autoridades de servicios en los puestos de control de los diferentes aeropuertos dentro de los Estados Unidos.”

El propio jefe de la Policía del Condado de Miami Dade, Juan Pérez, declaró al respecto del caso que “cualquier oficial que manche el buen nombre de la Policía y su placa será responsable de sus hechos ante la Justicia.”