SANTO DOMINGO, República Dominicana.-Dos agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI) se reunieron con los hermanos Alfonso (Alfy) y José (Pepe) Fanjul en Palm Beach, Florida, en la continuación de las investigaciones sobre las versiones periodísticas que ligaron al senador Robert (Bob) Menéndez con prostitutas de República Dominicana.
En un reportaje de Carol D. Leonnig y Peter Wallsten, el diario The Washington Post explica que un par de agentes del FBI se reunieron recientemente una mañana con los hermanos Fanjul en la sede de su imperio de azúcar y bienes raíces en Palm Beach.
“Las preguntas de los investigadores tocaron una nota discordante en las oficinas iluminadas de los Fanjul, con vista a un canal lleno de yates, según tres fuentes cercanas a la reunión: ¿Estuvieron los hermanos o cualquiera de sus asociados familiarizados con un complot para derrocar a un senador de Estados Unidos?”, subraya el reportaje.
“Los hermanos Fanjul no quisieron hacer comentarios, y su abogado dijo que ellos respetan a Menéndez y que no tenían nada que ver con las acusaciones”
Sostiene que meses después de que el FBI comenzara a sondear las acusaciones contra el senador Robert Menéndez (demócrata por Nueva Jersey), los investigadores están estudiando si alguien se dispuso a desprestigiarlo cuando era candidato a la reelección el año pasado para más tarde ascender a su nuevo cargo como presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, de acuerdo con cuatro personas informadas sobre la investigación.
“La escena de los agentes federales entrevistando a dos de los barones del azúcar más ricos del mundo, cuya explotación comercial incluye Domino Sugar, subraya los giros inusuales de la saga que se centra en Menéndez, quien ha estado luchando contra acusaciones de que había hecho favores especiales a uno de sus principales donantes de campaña (el oftalmólogo dominicano residente en Miami, Salomón Melgen)”, precisa.
Detalla que como parte de una investigación al senador sobre posible corrupción, el FBI ha estado indagando si Menéndez frecuentó prostitutas en República Dominicana, según fuentes cercanas a la investigación.
Los agentes dijeron que han estado tratando de determinar si un partidario político y amigo del senador Menéndez, el oftalmólogo Salomón Melgen, le facilitó mujeres, vuelos gratuitos a República Dominicana en su avión privado y otros servicios, como regalos ilegales.
“Sin embargo, la investigación sobre las denuncias de prostitución no han tenido resultado, y no han aportado pruebas que las corroboren, dijeron que cuatro personas informadas sobre la investigación. Ellos hablaron con la condición de mantener el anonimato para opinar sobre una investigación abierta y conversaciones privadas”, indica.
Según el reportaje, la fuente original de las denuncias es un misterio.
“Se trata de una novela policíaca que ha agitado tanto la política, que por ejemplo, Alfy Fanjul llamó a Menéndez para asegurarle al senador que él no estaba involucrado. Los hermanos Fanjul no quisieron hacer comentarios, y su abogado dijo que ellos respetan a Menéndez y que no tenían nada que ver con las acusaciones”, explica.
La investigación, que se sigue ampliando, está atrayendo a un elenco de personajes cuyos viajes se han cruzado con los de Melguen y Menéndez en el sur de la Florida y en República Dominicana.
Además de entrevistar a los hermanos Fanjul a finales del mes pasado, el FBI pidió entrevistar a un ex agente de la CIA que actualmente es un empresario en la Florida, con intereses en República Dominicana.
Los investigadores también trataron recientemente de rastrear una pista cibernética de un informante anónimo que hizo las primeras acusaciones de prostitución en la primavera de 2012 a un organismo de control del gobierno.
Los agentes solicitaron a la policía dominicana que comparta su trabajo de seguimiento del informante hasta un cibercafé en Santo Domingo, dijeron dos personas familiarizadas con el caso. Mediante una cámara de video de vigilancia, a principios de marzo la policía dominicana obtuvo imágenes de un hombre que salía del cibercafé, al mismo tiempo que el informante enviaba un mensaje por correo electrónico a un periodista de CNN desde allí, a mediados de enero. Una copia de las imágenes revisada por The Washington Post, muestra a un hombre de unos 30 o 40 años, vestido con una camisa de algodón abotonada y pantalones caqui.