Marta Florián

Santo Domingo, 25 mar (EFE).- El reciente rescate de una veintena de menores dominicanas víctimas de tráfico sexual en el turístico municipio de Sosúa (norte) puso de manifiesto nuevamente el drama que viven miles de niños pobres en la nación, lo que requiere, según coincidieron hoy distintos sectores, de una urgente intervención.

La explotación sexual de niñas en la República Dominicana es "un secreto a voces. Te vas a Boca Chica o a cualquier otro lugar turístico y todo el mundo sabe cómo se venden estas niñas para el comercio sexual", dijo hoy a Efe Silvio Minier, gerente de programas de Plan Dominicana.

Minier se refirió al enclave turístico de Boca Chica, a unos 30 minutos al este de la capital dominicana, donde es frecuente observar a menores de edad pobres compartiendo con hombres, en su mayoría, extranjeros.

El funcionario de Plan Dominicana lamentó que menores de edad continúen siendo sometidos a la explotación sexual comercial por sus precarias condiciones de pobreza a pesar del crecimiento que ha experimentado la economía local en los últimos años.

El último de esos casos conocidos en el país, el pasado 17 de marzo, es el de 20 menores, que eran explotadas sexualmente junto a nueve adultas en el municipio turístico de Sosúa, en el norte del país.

El procurador general del país, Francisco Domínguez Brito, reveló que fueron los propios padres los que intentaron vender a las menores.

Las menores fueron rescatadas por las autoridades del país y de EE.UU. tras una investigación policial encubierta, según informó en su momento la embajada estadounidense en Santo Domingo, que reveló que nueve dominicanos fueron enviados a prisión por el caso.

Los presuntos traficantes transportaron a las víctimas a lo que estas creían que era una "fiesta sexual", pero en realidad era parte de una investigación policial encubierta, que concluyó con el rescate de las víctimas, subrayó la fuente.

El propio Domínguez Brito reconoció que la trata y abuso sexual en el país "es un reto y gran desafío".

El funcionario dijo ayer que "es un reto" para el Ministerio Público el "no permitir que estas minorías puedan usar a la República Dominicana como un espacio de venta sexual.

Uno de los grandes problemas que enfrentan las autoridades dominicanas y los organismos internacionales que trabajan en el país es que no existen cifras reales sobre el tema, si bien se habla de que miles de menores dominicanos son víctimas de este delito.

Y es que, según Minier, la mayoría de estos casos no se denuncian y si se hace "es muy difícil darle seguimiento" por todo el "entramado familiar" que supone el tema.

Minier propuso hoy una alianza entre las autoridades públicas, el sector privado y las organizaciones extranjeras y de la sociedad civil para enfrentar este drama, consciente de las secuelas emocionales que deja el mismo a los menores.

El gerente de programas de Plan Dominicana reconoció que en la República Dominicana hay leyes y protocolos y que, además, el Estado da pasos para enfrentar el tema y proteger a las víctimas, pero se requiere de un abordaje más amplio "de una situación que todo el mundo conoce y todo el mundo sabe dónde está localizada".

Por su lado, el vicepresidente de la Asociación de Hoteles y Turismo de la República Dominicana (Asonahores), Arturo Villanueva, consideró hoy que acciones como las llevadas a cabo en Sosúa la semana pasada se deben realizar en "cualquier" lugar del país donde menores de edad pudieran estar sometidos a la explotación sexual.

Esto, señaló Villanueva en declaraciones a la prensa, para que no sigan ocurriendo este tipo de acciones, que, a su juicio, "dejan mucho que desear para una sociedad como la dominicana".

Desde hace dos años, la oficina de Unicef en el país promueve, junto al Ministerio de Turismo y Asonahores, la iniciativa "huésped de corazón" y el código de conducta entre las empresas turísticas y de viajes para prevenir la explotación de menores en sus instalaciones y en sus entornos.

Precisamente este martes, al firmar un acuerdo con un grupo hotelero, la representante de Unicef en el país, María Jesús Conde, dijo que "es de vital importancia el trabajo en alianza con el sector privado para lograr cambios en la vida de todos los niños y niñas".

Asimismo, afirmó que la responsabilidad ante la explotación sexual infantil es asunto de todos y es necesario que cada vez haya más empresas comprometidas en la lucha contra ese delito. EFE