SANTIAGO DE CHILE.- La Comisión de Derechos Humanos de la Convención Constitucional de Chile decidió este viernes excluir mediante un "voto político" al exedecán de Augusto Pinochet, Jorge Arancibia, de las audiencias públicas de la instancia donde participarán víctimas de la dictadura cívico-militar (1973-1990).
La moción, aprobada por 10 votos a favor, 2 en contra y 3 abstenciones, fue presentada por siete convencionales argumentando que la presencia del excomandante en jefe de la Armada "es un acto altamente violento que revictimiza y retraumatiza a las miles de víctimas y sus familiares y a los sobrevivientes del terrorismo de Estado de Chile perpetrado durante la dictadura".
Según explicó a Efe la convencional Manuela Royo, miembro de la Comisión de Derechos Humanos del órgano constituyente, la resolución se tomó "en virtud de su vinculación (de Arancibia) con la dictadura al haber sido edecán de Pinochet y parte de las personas que han reivindicado el golpe militar".
"Se decidió por parte de la mayoría de la comisión que el exalmirante Arancibia se abstenga de participar para evitar la revictimización y como símbolo de respecto a los derechos humanos en la nueva Constitución", agregó.
La resolución, sin embargo, no impide a Arancibia participar de la comisión y de seguir ejerciendo su rol como convencional elegido, aplicando solo para la subcomisión que sostendrá las audiencias públicas con víctimas de la dictadura.
El documento de moción presentado para promover el "voto político" repasa parte de la vida militar de Arancibia, además de declaraciones como la que entregó en 2013 a TVN donde "indicó que durante el Gobierno de la Unidad Popular (del presidente Salvador Allende, 1970-73) pensó en 'pescar un fusil, irse al cerro y matar comunistas'".
Arancibia llegó a la Comisión de Derechos Humanos, Verdad Histórica y Bases para la Justicia, Reparación Integral y Garantías de No Repetición con el patrocinio de ocho convencionales que forman parte del pacto de derechas "Vamos por Chile".
El proceso constituyente en el que está inmerso el país suramericano se generó tras un acuerdo entre los partidos políticos que buscaban dar una salida a la grave ola de protestas que estalló a fines de 2019 y que dejó una treintena de muertos y miles de heridos, además de episodios de violencia extrema.
Los independientes sin afiliación política fueron los grandes vencedores de los comicios constituyentes de mayo pasado con 48 escaños de un total de 155, y ahora el espacio tendrá un año para redactar el nuevo texto que deberá ser refrendado en 2022 con un plebiscito de salida. EFE