BRUSELAS, Bélgica.- La Unión Europea (UE) y dos instancias de la ONU reclamaron la urgente atención internacional para atender la crisis migratoria que afrontan los países latinoamericanos ante la salida masiva de ciudadanos de Venezuela y con ese fin arrancó hoy en Bélgica una conferencia de donantes que espera comenzar a recaudar recursos desde enero para ayudar a paliar la escasez actual.
"Con esta Conferencia Internacional de Solidaridad queremos enviar un fuerte mensaje a los refugiados y migrantes venezolanos y a quienes los acogen en América Latina y el Caribe, que el mundo no los ha olvidado y que los apoyaremos en este momento de necesidad", dice un emotivo mensaje suscrito por los titulares de estas tres instancias.
Estas son Federica Mogherini, Alta Representante y vicepresidenta de la Comisión Europea (CE); Filippo Grandi, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), y António Vitorino, director general de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
En Bruselas, Federica Mogherini aludió este lunes a lo mismo que se expresa en el mensaje firmado por los tres: "Esta es la crisis de refugiados con menos fondos del mundo".
"La comunidad internacional simplemente no está haciendo lo suficiente. Y tengo la impresión de que no está al tanto suficientemente de la gravedad y la urgencia de tener que hacer más", indicó la jefa de la diplomacia de la UE en la inauguración de la conferencia de solidaridad con los migrantes venezolanos.
Esta cita pretende concienciar sobre la situación de los 4.5 millones de venezolanos que han salido hasta ahora de su país y la de las comunidades que los acogen. Antes del éxodo la población venezolana bordeaba los 30 millones de personas.
La exposición de las dificultades a las que se enfrentan quienes han salido, sobre todo a nivel de necesidades básicas como la atención sanitaria, educación e integración, servirá para preparar una reunión de donantes previsiblemente en enero, según fuentes europeas, para reunir los apoyos que demandan los países de acogida.
Mogherini recordó que la petición de fondos hecha por la ONU para 2019 no se ha visto satisfecha y pidió que la de 2020 "no sufra el mismo destino".
Hace unos meses, el ACNUR y la OIM instaron a reunir 740 millones de dólares para afrontar esta crisis, de los que solo se ha recaudado el 60 %, según denunció el ministro español de Exteriores en funciones, Josep Borrell, quien sustituirá en diciembre a Mogherini en el cargo de alto representante de la UE para la Política Exterior.
"Y eso era para las necesidades estimadas hace un año. ¿Cuánto más hace falta para las necesidades futuras?", se preguntó Borrell en una intervención en la conferencia.
Según los cálculos de los organismos internacionales, el año próximo el número de venezolanos en el exterior puede superar los 6,5 millones, con lo que la venezolana se convertiría en la mayor crisis migratoria en el mundo.
Hasta el momento Colombia ha recibido 1,5 millones de venezolanos, Perú más de 800.000 y Ecuador, más de 300.000.
En términos de apoyos económicos, las instituciones de la UE y sus Estados miembros lideran el respaldo internacional con más 320 millones comprometidos para Venezuela y la región.
España ha anunciado un apoyo de 50 millones de euros.
"Cada día, miles de venezolanos siguen saliendo. Por el momento, no se ve fin a ese éxodo", alertó por su parte el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, quien dijo que "es necesario más apoyo humanitario y rápido".
A su juicio, "lo que está en juego es la estabilidad, la prosperidad y el bienestar del conjunto de la región".
Borrell alabó la apertura de los países de acogida y reconoció que "los europeos hemos mostrado mucha menos resistencia a estos fenómenos y por eso es tanto de agradecer la suya".
Dijo que quizá haya llegado el momento de "pensar en soluciones más comprometidas", teniendo en cuenta la situación de las personas en situación de necesidad que permanecen que Venezuela y las dificultades de las autoridades e importar los alimentos o productos básicos que precisan.
DINERO RETENIDO A LOS MADURISTAS
"Tenemos que empezar a pensar si los recursos de los propios venezolanos que están bloqueados en el extranjero no podrían ser puestos a contribución de esta ayuda", comentó Borrell.
"O si no podemos empezar a pensar en otro tipo de actuaciones que la comunidad internacional ha hecho otras veces, como el de petróleo por alimentos, para evitar que la situación interior se deteriore tanto que el impulso a salir de ella genere flujos que sean prácticamente imposibles de soportar por los países que lo reciben", agregó.
El ministro español se refirió a "soluciones que comprometan los recursos de un país rico en recursos como es Venezuela, aunque hoy sea uno de los países más empobrecidos del mundo".
Por su parte, el canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, reclamó en una entrevista con Efe que la comunidad internacional dé a la crisis migratoria venezolana un "sentido de urgencia" similar al que suscitó el conflicto en Siria y la oleada de refugiados que impulsó a las fronteras de la UE.
En el documento firmado, se recuerda que durante décadas Venezuela fue un país de acogida para refugiados de otras naciones que refugiadas y también un destino para los migrantes atraídos por su ahora desaparecido auge económico en los sectores petrolero, agrícola y manufacturero.
"La huida que se está produciendo ante nuestros ojos es el resultado de la inestabilidad política, la creciente inseguridad y las violaciones de los derechos humanos, todo ello agravado por el colapso económico del país", subraya el texto.
Confirma que "esta es la crisis de refugiados y migrantes más grave y de más rápido crecimiento en la historia de América Latina, y una de las mayores crisis de desplazamiento externo en el mundo. Hombres, mujeres, niños y niñas venezolanos se están marchando: un movimiento masivo de población que incluye a personas vulnerables, muchas de las cuales necesitan protección internacional, mientras muchas otras buscan acceso a servicios básicos y oportunidades de empleo"
"Con frecuencia viajan a pie durante días y semanas, a destinos tan lejanos como Santiago de Chile, São Paulo en Brasil y Buenos Aires en Argentina, todos ellos a varios miles de kilómetros de su tierra natal. Estas personas buscan seguridad, servicios básicos, trabajo o reunirse con familiares que ya se encuentran establecidos en el extranjero", sostiene.
En el texto se precisa que más del 80% de los 4,5 millones de refugiados y migrantes venezolanos han permanecido en la región, acogidos por países de América Latina y el Caribe, entre ellos República Dominicana.
En todas estas naciones, destaca el texto, "estos refugiados y migrantes no están confinados en campamentos, sino que viven en pueblos y ciudades, donde conviven con la población local".
Los países vecinos de Venezuela apelaron a sus largas tradiciones de generosidad y solidaridad con las personas refugiadas y migrantes, implementando políticas y mecanismos que facilitan la movilidad humana, la asistencia humanitaria y el acceso a los servicios sociales en toda América Latina.
Sin embargo, admiten los tres funcionarios internacionales, "muchas de las comunidades de acogida, especialmente en las zonas fronterizas más apartadas, enfrentan enormes presiones a raíz de las nuevas llegadas. La capacidad de los países y las comunidades de acogida está llegando a su límite. Las escuelas están desbordadas y los centros de salud y la disponibilidad de viviendas están en un punto crítico".
Sentimientos xenófobos
La declaración reconoce que "el uso irresponsable de las redes sociales y las declaraciones radicales de algunos políticos están alimentando los sentimientos xenófobos. La solidaridad regional y la voluntad política se están debilitando rápidamente ante la insuficiencia del apoyo internacional".
En las últimas décadas, América Latina y el Caribe han disfrutado de un notable crecimiento económico y estabilidad política. Mientras las desigualdades han aumentado en todo el mundo, este continente se ha vuelto más igualitario y justo. Pero este progreso podría revertirse. "Esta crisis ya está teniendo consecuencias desestabilizadoras en toda la región, y cualquier trastorno importante en cualquier parte de América Latina repercutiría mucho más allá de las fronteras regionales", se advierte.
América Latina no puede enfrentar sola esta crisis
Ciertamente la región "no puede ser abandonada por Europa, que tiene fuertes y profundos vínculos con Venezuela, y tampoco por las Naciones Unidas. Unimos nuestras fuerzas porque nadie puede abordar la crisis sin apoyo", se admite.
Para responder a la crisis de refugiados y migrantes venezolanos se requiere una alianza mundial inclusiva, y toda la comunidad internacional, más allá de los países de acogida en la región, debe asumir su parte de responsabilidad y solidaridad.
"Se necesita una mayor participación de las instituciones financieras internacionales, los actores de desarrollo y el sector privado para apoyar los servicios y promover oportunidades económicas para las personas refugiadas y migrantes y las comunidades de acogida locales" y "ese es exactamente el objetivo de la Conferencia Internacional de Solidaridad".
No solo recolectar recursos sino buscar una solución política
"Instaremos a renovar los esfuerzos para alcanzar una solución política en Venezuela, que es la precondición necesaria para que su pueblo pueda reconstruir su vida a su regreso", remata el texto.