SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Un estudio presentado por el Banco Mundial, denominado La Década de Acción de las Naciones Unidas para la Seguridad Vial 2011-2020, identificó al país entre las naciones con altas pérdidas de vidas, principalmente de adultos en edad productiva, y de recursos durante ese período por los accidentes de tránsito, principalmente debido a la alta velocidad y al consumo de alcohol a la hora de conducir un vehículo, incluidos los de dos ruedas.
Se trata del primer informe de datos viales en 125 países de ingresos bajos y medianos, centrado en siete ejes: seguridad vial: gestión, carreteras, velocidad, vehículos, usuarios de carretera y atención posterior a un accidente.
En el caso de República Dominicana, el informe solo recoge cifras del año 2016, lo que le resta actualidad, pero igual sirve de ayuda a instituciones y profesionales para identifican carencias, desafíos y oportunidades, y definir políticas que ayuden a reducir las altas cifras de siniestralidad vial.
“Cada año se pierden 1,35 millones de vidas y 50 millones de personas sufren heridas en accidentes de tráfico. Este es un desafío continuo que enfrentan en particular los países de ingresos bajos y medios donde ocurre el 93% de las muertes” viales del planeta, sostiene en la presentación de este trabajo el experto chino Guangzhe Chen, director de Práctica Global de Transporte del Banco Mundial.
Aunque evaluó que se ha experimentado “un progreso significativo”, admitió que las metas fijadas en 2011 quedaron “lejos de realizarse” cuando a finales de 2020 concluyó la década proyectada.
De cara a que no suceda lo mismo a partir de este 2021, “es fundamental”, subrayó Guangzhe Chen en su presentación, hacer un balance de nuestros logros, así como de las lecciones aprendidas para abordar este desafío global que pasa por estabilizar y luego reducir los accidentes de tráfico y las lesiones graves” fruto de estos.
América Latina y el Caribe es una de las regiones con mayor tasa de mortalidad por accidentes viales, detrás de África y Oriente Medio. Además de su posición en el podio, es la región que menos avances registra hacia el descenso de este indicador. Estas cifras van acompañadas de un rápido incremento en el número de vehículos motorizados, que aumentó un 60% entre 2005 y 2015 en toda la zona.
Pero los ciclistas son uno de los grupos más expuestos a sufrir accidentes en la región: casi 20 de cada 100 muertos por accidentes utilizaban su bicicleta, triplicando los valores de referencia mundial.
Este informe fue desarrollado por el Banco Mundial y Global Road Safety Facility (GRSF), con apoyo financiero de UK Aid.
“A medida que el desafío de la seguridad vial avanza hacia una nueva década, les animo a que aprovechen al máximo la información proporcionada en esta guía y utilizarla para el diálogo sobre políticas y la planificación estratégica a nivel local, niveles regional y nacional. La guía está pensada como un documento vivo, que se actualizará continuamente para mejorarlo y que sirva como una herramienta que promueva y oriente la mejora sostenible de la seguridad vial en los países de ingresos bajos y medianos”, remarca el funcionario chino.
LAS CIFRAS DE REPÚBLICA DOMINICANA
Al aludir a los siete ejes (seguridad vial: gestión, carreteras, velocidad, vehículos, usuarios de carretera y atención posterior a un accidente), en el caso de la República Dominicana el estudio comenzó por destacar que el país cuenta con la Comisión Presidencial para la Seguridad Vial y el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT) como eje inicial que se financia con cargo al presupuesto nacional.
El país "tiene una estrategia de seguridad vial que está parcialmente financiada" y que se impuso 2017-2020 "reducir las muertes en un 30%".
Solo el año 2016 los fallecimientos viales sumaron entre 3,118 y 3,684, según diversas fuentes, en más de 55 mil choques registrados. El 81% de las víctimas fueron personas de entre 15 y 64 años de edad.
Compara al país con Cuba (975 muertos ese año) y Grenada (10 muertos) a nivel regional y a nivel mundial con naciones tales como Suiza (223 muertos), Noruega (143), Singapur (155) y Suecia (278).
República Dominicana, adicionalmente, debe avanzar en la construcción de vialidad formal, paso de peatones, señalización, respeto a los límites de velocidad y de ocupación de pasajeros por vehículo, vías peatonales y para ciclistas y motociclistas.
Una pequeña disminución del 5% en el promedio de velocidad podría llegar a reducir los accidentes mortales en un 20%, advierte.
Pero para ello. se requiere de educación y medidas efectivas de gestión de velocidad y, obviamente, de cumplir y hacer cumplir las leyes.
También, de "calmar" el tráfico a través del diseño de carreteras por profesionales que calculen hasta la manera en la que deben construirse las curvas y las salidas de emergencias con elevados para vehículos que queden sin frenos, cómo deben pintarse los caminos y tantas otras medidas, incluidas las que obliguen a que los vehículos estén en condiciones mecánicas óptimas para el tránsito en la vía pública.
Una buena atención de auxilio médico después de un accidente asimismo reduce el número de las muertes, de las discapacidades y, en general, del sufrimiento de supervivientes de accidentes de tráfico y de sus familiares, se destaca en el informe que al respecto destaca la existencia en República Dominicana del Sistema 911, sin mayores valoraciones.
Al estrechamientos de carriles, ampliación de aceras, construcción de paradas y refugios peatonales, caminos con pintura y otros elementos para facilitar la conducción deben sumarse a otros tales como impedir conductores en estado de ebriedad, motores con ocupantes sin cascos y vehículos sin cinturones de seguridad, se señala.