SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Los niños, niñas y adolescentes dominicanos están indefensos frente a los actos de maltrato y abuso tanto de sus padres como de todo el entorno en que socializan, según indica el estudio Atención en Protección Infantil, llevado a cabo por el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) en trece barrios del municipio Santo Domingo Norte.
De 600 niños de octavo curso entrevistados sobre la forma en que son corregidos, el 67% respondió que sus padres utilizan métodos violentos, según señaló el investigador principal, César Andrés Caamaño.
La investigación, hecha por encargo del Instituto Dominicano de Desarrollo Integral (IDDI), revela que los motivos de agresión física contra niños y niñas más frecuentes son la desobediencia de los pequeños (78.4% de una muestra de 550), el irrespeto a los mayores (76.9% de 529 entrevistados) y cuando incurren en algo que está prohibido (74.5% de 518 encuestados).
Con menos frecuencia, los pequeños también son golpeados si sacan bajas calificaciones, si roban dinero, si faltan a la escuela, si se escapan de la casa, si tienen relaciones sexuales, si no comen bien o si los padres se vuelven agresivos bajo los efectos del alcohol o drogas prohibidas.
Señala también que incluso entre profesionales de la salud mental muchos casos de abusos son ignorados o minimizados porque no se cuenta con los recursos necesarios para abordar esos problemas.
El documento indica, además, que sólo un 67.7% encuentra que no es normal pegarles a los hijos menores de 10 años; sólo un 65.7% entiende que no es normal pegarle a los hijos mayores de 10 años y un 48.2% no considera que el castigo físico sirve en algunas situaciones para la formación y educación de los hijos.
Entre las conclusiones de la investigación se sostiene que “a pesar de la sensibilidad que existe respecto al problema de la violencia familiar y del abuso y maltrato infantil, en el país no existen instituciones cuya función principal sea el de dar soporte, apoyo y asistencia psicológica a los niños, niñas y adolescentes que son víctimas de este mal”.
Señala también que incluso entre profesionales de la salud mental muchos casos de abusos son ignorados o minimizados porque no se cuenta con los recursos necesarios para abordar esos problemas.
El informe señala también que las instituciones consultadas sobre la atención a menores abusados no llevan registros estadísticos actualizados sobre los servicios que proveen
“Apenas en cuatro casos pudimos ver cantidades concretas respecto a los servicios prestados, pero en ellas no se tipifica de manera específica el tipo de abuso que sufre el menor”, dice el documento.
La respuesta que tanto el Estado como la sociedad en su conjunto le dan a esta problemática es muy pobre, debido a que en el país ni siquiera se conoce a fondo esta realidad porque no se ha estudiado lo suficiente.
El informe explica que se ha trabajado de manera muy asistencialista cuando se requiere cambiar esta visión y enfocarse hacia una protección más integral.
En este sentido, Caamaño expresa que con las pocas acciones emprendidas hasta el momento para combatir este problema República Dominicana “ha estado dando palos a ciegas”.
La conclusión de la investigación destaca el impacto que tienen en el tema factores como la educación, la pobreza, las catástrofes naturales y los procesos migratorios.
Asimismo, se le recomienda al Estado invertir más en hacer cumplir sus propias leyes para garantizar el respeto de los derechos de los niños, niñas y adolescentes.